domingo, 24 de julio de 2016

Convenciones: aceptando la nominación (VII)

Adlai Stevenson, 1952: "El calvario del siglo XX, la más sangrienta, la más turbulenta época de toda la era cristiana, está lejos de terminar... Afrontémoslo. Hablémosle al pueblo americano. Digámosle la verdad, que no hay logros sin dolor, que estamos ahora en vísperas de grandes decisiones, no de decisiones fáciles, como la resistencia cuando eres atacado, una larga, paciente y costosa lucha que ella sola puede asegurarte el triunfo sobre los grandes enemigos del hombre -la guerra, la pobreza y la tiranía- y los ataques a la dignidad humana, que son la consecuencia más grave de cada uno de ellos.


"Digámosle que la victoria que queda por ganar en el siglo XX, este portal a una era dorada, se burla de las pretensiones, la perspicacia y la ingenuidad del individuo... es una ciudadela protegida por los gruesos muros de la ignorancia y la desconfianza que no cae por el estruendo de las trompetas o por las imprecaciones de los políticos, ni siquiera por el bastón de un general. Son, amigos míos, muros que deben ser atacados directamente por los portadores de coraje, moralidad y visión, parados hombro con hombro, sin miedo a la desagradable verdad, desdeñosos a las mentiras, las medias verdades, los circos y la demagogia."




Hubert Humphrey, 1968: "Es el fin de una era y el comienzo de un nuevo día. Es el genio especial del Partido Demócrata lo que da la bienvenida al cambio, no como un enemigo sino como un aliado; no como una fuerza que suprimir, sino como un instrumento de progreso que animar. Esta semana nuestro partido ha debatido los grandes problemas ante América... Si no hubiéramos abordado estos problemas, por muy molestos que fueran, hubiéramos ignorado la realidad del cambio. Si hubiéramos envuelto las diferencias con lugares comunes, en lugar de tener un debate franco y duro, nos hubiéramos merecido el desprecio de nuestros conciudadanos y la condena de la historia. Hemos oído un debate duro y a veces amargo. Pero este es el debate y el trabajo de gente libre, el trabajo de una convención abierta, y el trabajo de un partido político que responde a las necesidades de esta nación."




Walter Mondale, 1984: "Los impuestos subirán. Y cualquiera que diga que no lo harán no le está diciendo la verdad al pueblo americano... Digámosle la verdad. Debe hacerse, debe hacerse. El señor Reagan os subirá los impuestos, y yo también lo haré. Él no os lo dirá. Yo acabo de hacerlo." (¡PUMBA!)




Michael Dukakis, 1988: "En presencia de esa maravillosa mujer que es mi madre, quien vino aquí hace 75 años; con el recuerdo en mi corazón del joven que llegó a Ellis Island con solo 25 dólares en su bolsillo, pero con una profunda y duradera fe en la promesa de América -y cómo desearía que estuviera aquí esta noche; estaría muy orgulloso de su hijo, y estaría muy orgulloso de su país de adopción, os lo aseguro-, esta noche, como hijo de inmigrantes... y como un orgulloso servidor público que ha estimado cada minuto de los últimos dieciséis meses de campaña, acepto vuestra nominación a la Presidencia de los Estados Unidos."


10 comentarios:

  1. Antxon, ¿Cómo lo ves? ¿Cuántas opciones le das a Trump de ganar? Un saludo. Pep Martí

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  2. No lo sé. Lo que he dicho siempre es que Trump me parece un candidato con un suelo menos sólido que Romney hace cuatro años, pero con un potencial mayor por arriba. Mientras que a Clinton le veo un suelo menos sólido que Obama y menos potencial que a Obama (aún no hemos descubierto si el éxito de Obama fue también el éxito de los demócratas o fue el éxito de un candidato especial, porque si en 2012 los negros hubieran salido de casa en los niveles anteriores a Obama...). Lo que sí me parece últimamente es que Trump puede mantener el mapa de Romney. Al principio lo dudaba, le veía capaz de perder más de 40 estados, pero ahora no veo que eso vaya a ocurrir. Y si mantiene el mapa de Romney en su totalidad, lo que pueda añadir a partir de ahí, no me atrevo a hacer pronósticos, entre otras cosas porque por un lado tenemos la fuerza de su personalidad, pero por otro tiene una estructura de campaña menos potente que la de Clinton.

    También creo que posiblemente Trump no podría ganar unas elecciones en als que se requiriera más del 50 por ciento para ganar. Pero no parece que vayan a ser unas elecciones en las que haya que superar el 50 por ciento para ganar, si candidatos como Gary Johnson y Jill Stein continúan entre los dos llevándose cerca de un 10 por ciento. Eso haría que pudieran ser unas elecciones que se ganen con el 45 por ciento (y no solo el 45 por ciento a nivel nacional, sino estado por estado), y de eso sí lo veo muy capaz.

    A veces pienso que es un tipo con tanta suerte que hasta en eso parece estar teniendo suerte, en que puedan ser unas elecciones a cuatro bandas, donde Johnson (libertairo) pueda sacar por ejemplo un 7 por ciento o algo así y Stein (verde) un 4 por ciento. Eso podría alterar mucho el panorama y hacer más difícil el pronóstico.

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  3. En las primarias ya tuvo suerte de que la primera vez que se rpesenta, es justo cuando más candidatos que nunca había para dividir el voto.

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  4. Como siempre, eres el mejor. Muy muy interesante.

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  5. Como siempre, eres el mejor. Muy muy interesante.

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  6. Mira a Paul LePage. Así ganó dos veces la gobernación de Maine.

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  7. La diferencia es que Trump necesitaría repetir ese fenómeno en varios estados a la vez, lo cual sería bastante más dudoso

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  8. Así es, pero en realidad lo necesita en estados puntuales, como Pennsylvania, Michigan o Virginia, por ejemplo. En Ohio y Iowa, por ejemplo, creo que puede ganar una carrera a dos. Y en Florida posiblemente también puede competir en una carrera a dos viendo lo igualada que estuvo en 2012.

    En el 68 tenemos un ejemplo, Nixon se permite ganar Illinois con el 47%, Missouri con el 45%, Ohio con el 44 por ciento, New Jersey con el 46%, Virginai con el 43%. Humphrey consigue conservar Texas con el 41%.

    O en el 80, cuando Reagan consigue un mapa mucho más favorable de lo que nadie esperaba, ganando por ejemplo Massachusetts con el 42%, O Alabama y Arkansas con el 48%, Nueva York con el 46% o Vermont con el 44%.

    O en el 96 en estados concretos, cuando Clinton se lleva Arizona con el 46% o Nevada con el 44%. Hubiera ganado esas eleccione sigualmente, peor en ese caso vemos, como en el 80, que un 8% del voto nacional vaya a un tercero le ayuda a conseguir un mapa mucho más favorable que en una carrera a dos. Consiguiendo sorpresas que no se esperaban como las de esos dos estados. (O Bush que gana NH en 2000 con el 48%, y se queda a solo 6,000 votos de ganar Oregon con un 46%).

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  9. Estos datos hacen pensar. Ahora bien, Ross Perot como tercero tenía un color más cosnervador y seguramente benefició a Clinton al quitar voto a Bush padre. En 1980, el tercero era Anderson, que aunque republicano, obtuvo liberal (y quizá de algún segmento kennediano crítico con Carter). No lo sé. Antxon y los otros amigos, ¿no creéis que el Partido Libertario más bien puede sacar votos a Trump que a Hillary?

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  10. Efectivamente, no sabemos a quién pueden ayudar a perjudicar más esos candidatos marginales. La cuestión es que si le preguntamos a Hillary si preferiría una carrera a dos con Trump o una carrera que incluya a Johnson y Stein, probablemente Hillary escogería una carrera solo con Trump Sin mebagro, si le preguntásemos a Trump si preferiría una carrera a dos con Hillary o una carrera que incluya a Johnson y Stein, probablemente escogería esto último. A priori, todo lo que altera la normalidad, todo lo que revuelve las cosas, todo lo que confunde, parece irle mejor a Trump.

    Si un republicano de peso se hubiera presentado como independiente, entocnes hubiera sido muy malo para Trump. Pero Johnson y Stein son candidatos que ya estaban en 2012 y pasarond esapercibidos, son candidatos marginales. Ahora reciben más apoyo en las encuestas por el rechazo que generan los dos candidatos principales.

    Johnson es libertario y puede quitarle potenciales votantes a Trump, sí, pero también se los puede quitar a los demócratas, porque apoya el aborto libre, la legalización de las drogas, el no al intervencionismo militar, etc. y la media de edad de su electorado es seguramente más joven que la media de edad del electorado general (para entendernos, es un candidato que puede hablarle al hombre de la montaña, pero también es un candidato de campus universitario).

    Después con los candidatos de este tipo nunca se sabe, normalmente las encuestas suelen darles mejroes resutlados que las votaciones reales. Aunque este año podría pasar lo contrario, dado el rechazo que generan los dos candidatos principales. Y si eso ocurriera, adquiriría importancia quién entre Clinton y Trump tiene seguidores más leales y excitados.

    Clinton necesita repetir la coalición de Obama, no solo en porcentajes de voto sino en procentajes de participación en grupos demográficos concretos. Y Trump necesita que su presencia lleve a las urnas a blancos que no votaron en 2012, al tiempo que haya negros que votaron a Obama (y que no fueron a votar en años anteriores a Obama) que esta vez vuelvan a su costumbre de no votar al no estar Obama. Eso es lo que cada uno necesita en general, después la presencia de esos candidatos marginales introduce un factor desestabuilizador que no sabemos en qué puede resultar, si en Trump perdiendo votos conservadores o en Hillary teniendo una debacle con el electorado blanco por la fuga del voto antisistema, pacifista, antimilitarista que dio un voto de confianza a Obama.

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