viernes, 29 de julio de 2016

El Donald: "Tengo el mejor temperamento. Mi temperamento es ganador."

Con 50 minutos de retraso ha llegado Donald Trump a un town hall meeting en Colorado Springs, Colorado.


El candidato presidencial republicano ha empezado su intervención moliendo a palos al inspector del departamento de bomberos, que no ha dejado pasar al mitin a cientos de personas por razones de seguridad.


"Es realmente tan injusto," ha dicho Trump. "La razón por la que no les dejan entrar es porque no saben qué demonios están haciendo. Muy mal."


"¿Quizás sea una persona de Hillary? Probablemente,"
ha añadido.


A continuación, ha procedido a repasar los
datos de audiencia de las convenciones, mencionando que su discurso de la semana pasada tuvo 2 millones de espectadores más que el que Clinton pronunció ayer (la primera vez en muchos ciclos electorales que el primer discurso tiene más espectadores que el segundo). Como experto en televisión (tuvo su propio reality show durante once años y tiene su propia productora), también ha declarado que el decorado de su convención fue mejor que el de los demócratas.


"La hemos derrotado por millones en las televisiones,"
ha dicho. "Honestamente, los números fueron increíbles. Lo que os dice, ¿no es genial tener a Trump presentándose a la Presidencia?"


El
discurso de Clinton le pareció "muy mediocre." En cambio, el de Chelsea Clinton le encantó porque es amiga de su hija Ivanka, aunque él preferiría que no fuesen amigas porque "así sería todo mucho más fácil."


Quien le ha decepcionado enormemente es
Bernie Sanders, que "ha vendido su alma al diablo" apoyando a Hillary. El senador por Vermont "se ha doblegado," ha dicho Trump. "Quería irse a casa, quería irse a dormir," pero sus seguidores "están enfadados."


El Donald, en la
 versión El Donald del Salvaje Oeste, ha tenido tiempo para despotricar contra la prensa, en especial contra la CNN porque da un tratamiento negativo a sus tuits. Por supuesto, la CNN, encantada de que se hable de ella, estaba emitiendo en directo su discurso.


También se ha acordado de la presentadora de Fox News Megyn Kelly, con la que ya hizo las paces. "Estaba hablando de su nariz. Quizás de sus orejas," cuando dijo que le salía sangre por allí. "Yo quería volver a las preguntas sobre impuestos y economía. Dije, 'de su lo que sea'... Esa gente está enferma. Pero en realidad era la nariz."

"Creo que tengo el mejor temperamento, o desde luego uno de los mejores, de todos los que se han presentado alguna vez a Presidente," ha asegurado Trump. "Mi temperamento es ganador. Yo sé cómo ganar. Toda mi vida he estado ganando."


El Donald ha definido su campaña en una plabra, "legendaria."


Hará una segunda parada esta noche en Denver. Colorado es uno de los estados indecisos que menos veces ha visitado. No hay encuestas posteriores a la convención, pero las anteriores daban ventaja a Clinton, al tiempo que en Nevada, más demócrata y menos blanca que Colorado, Trump está en cabeza. El mundo al revés. Estamos viendo sondeos realmente extraños en el Oeste que nos indican que el rubio más famoso de EEUU es tan capaz de ganar en Oregon como de perder en Utah por la intervención de los candidatos marginales (Johnson, muy fuerte en Utah, y Stein, muy fuerte en Oregon).




Y mientras Trump atiza a los periodistas, Mike Pence les regala pastelitos...


En el vuelo que les lleva de Indiana a Ohio a hacer campaña, el Gobernador de Indiana y su mujer han repartido pastelitos entre los periodistas que les siguen con motivo del cumpleaños de la reportera de ABC News Ines de La Cuetara.


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