domingo, 2 de octubre de 2016

¿Hola otra vez, Ohio?



Recordaréis que la semana pasada Jeff Zeleny (CNN) nos contaba que en Team Clinton veían Ohio muy complicado, porque los pronósticos de los expertos lo señalan como uno de los estados indecisos más favorables a Donald Trump debido a una combinación de factores demográficos y económicos. (Os recomiendo la lectura de este trabajo de The Philadelphia Inquirer que toma el pulso a los votantes del condado de Ottawa, un condado de Ohio donde siempre o casi siempre ha ganado el ganador del estado de Ohio y de las elecciones presidenciales.)


A diferencia de lo que ocurría en 2012, este año los demócratas confían más en Carolina del Norte o Florida que en Ohio. Sí, es cierto que, generalmente, el resultado en Ohio suele asemejarse mucho al resultado a nivel nacional, pero lo mismo se decía de Missouri hasta hace una década. Es cuestión de tiempo que Ohio sufra una missourización, argumentan los demócratas, señalando que pueden ganar sin Ohio porque otros estados como Virginia o Carolina del Norte están viviendo el proceso contrario.


Sin embargo, aunque mantiene ese argumento,
 Team Clinton cree que tienen una segunda oportunidad en el estado de los castaños después de la mala actuación de Trump en el primer debate, y la candidata demócrata hará campaña mañana en Toledo y Akron.


"Ohio vuelve a estar en el mapa esta semana,"
ha comentado Abby Phillip (The Washington Post) esta mañana en Inside Politics (CNN). En Brooklyn creen que "tienen una oportunidad ahora, entre el primer y el segundo debate, de aprovecharse de cualquier 'momentum' que ella tenga antes del segundo debate y cambiar las cosas" en el estado indeciso por excelencia. Confían en especial en las "mujeres de los suburbios de clase trabajadora."


Además de la reaparición de Clinton en dos ciudades fundamentales para los demócratas, donde Trump metió miedo (en Toledo y en Akron) con dos de sus mítines más sonados y más 100 por cien Trumpianos del verano, "Bill Clinton pasará dos días sobre el terreno allí echando el resto en el Este de Ohio."


Es un retroceso táctico para Trump, porque para Trump Ohio es un estado imprescindible y para Clinton no. En las últimas semanas, el magnate inmobiliario había logrado situar su escenario más pesimista (ganando los estados donde tenía ventaja) en torno a los 250-260 votos electorales y alejar a los demócratas de Ohio, lo que le permitía llevar la batalla a territorios en los que los demócratas sí están obligados a ganar. En cambio ahora, si la batalla vuelve a Ohio, Trump pierde posiciones y vuelve a partir de un suelo más bajo.



Curt Schilling quiere ser el nuevo Trump


En otro orden de cosas, en Inside Politics también han contado, por medio de Matt Viser (The Boston Globe), que Curt Schilling, el famoso ex lanzador de los Red Sox, el equipo de béisbol de Boston, va en serio en su pretensión de presentarse al Senado como candidato republicano en 2018 contra la Senadora demócrata titular Elizabeth Warren.


Las encuestas le dan una desventaja de 19 puntos frente a Warren, pero para Schilling sería solo el primer paso de un largo camino que quiere culminar con una candidatura presidencial en 2020 o 2024. Si los Trumpianos buscan un candidato genuinamente Trumpiano que pueda tomar el testigo del movimiento creado por Trump en 2020 o que pueda sucedar al Presidente Trump en 2024, Schilling podría ser EL HOMBRE. Curt puede hacer que Trump parezca un moderado (y un intelectual), believe me.

3 comentarios:

  1. Trump puede ser un intelectual o un zafio, todo depende de con quien lo compares.
    Pero todos tienen alho en comun, como se dice en Las Cenizas De Angela, "En cuanto un político o un Papa empieza a decir disparates, el tío Pa se lo imagina limpiándose el culo. Hitler, Roosevelt y Churchill se limpian todos el culo."

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  3. La protección de los medios de comunicación es fundamental. Si Trump fuese como es, pero hubiera pactado con los poderes que están por encima de los grandes grupos mediáticos, o estos lo vieran como alguien a quien pueden dominar, la imagen que se proyectaría de él, con todos sus defectos, sería muy diferente. Le concoeríamos todos como Donald I "El campechano."

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