Ted Cruz visita el Bronx
Sin tiempo para saborear su victoria en Wisconsin, Ted Cruz (R) ha llegado hoy a Nueva York a hacer campaña para la primaria del 19 de abril y su primera parada no ha sido en algún distrito republicano como Staten Island. Cruz ha ido directamente al Bronx.
El senador por Texas se ha encontrado con pastores evangélicos hispanos, especialmente puertorriqueños y dominicanos (recordemos que el padre de Cruz es un pastor evangélico cubano) en el popular restaurante La Sabrosura, y ha practicado su flojo castellano. "Usted también," le ha respondido en castellano a una mujer que le gritaba, "Que Dios le bendiga."
Un chico ha protestado por la presencia de Cruz en el Bronx. "¡Ted Cruz no pinta nada en el Bronx!," ha gritado. "Esta es una comunidad de inmigrantes," ha dicho el manifestante, para añadir después: "Aquí nos enfrentamos al cambio climático cada día, y él quiere decir que no existe."
Ese muchacho no estuvo en la provincia de Sevilla el día del crimen de Los Galindos, hace ya más de cuarenta años, cuando dicen que los termómetros alcanzaron los 51 grados.
Pero es normal que el chico no esté acostumbrado a ver a un candidato presidencial republicano en el Bronx, el barrio de la ciudad de Nueva York que se sitúa más al norte y uno de los más demócratas.
El legislador estatal demócrata de Nueva York Ruben Díaz animó a los candidatos republicanos a visitar el barrio, y Cruz le ha hecho caso porque hay un montón de negros e hispanos evangélicos muy devotos poco representados por los políticos a los que puede intentar llegar a través del discurso sobre libertad religiosa y valores familiares.
En cualquier caso, Nueva York en su conjunto no es terreno amigo para Cruz después de haberse referido despectivamente a "los valores de Nueva York" para atacar a Donald Trump en uno de los debates presidenciales. Además, en la Gran Manzana no encontrará el apoyo de la maquinaria republicana, como encontró en Wisconsin. David Weigel nos cuenta en The Washington Post lo que le espera a Cruz en Nueva York, el mejor estado de Trump.
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