miércoles, 27 de abril de 2016

Donald Trump: "América primero"

Por segunda vez en su campaña, Donald Trump (R) ha recurrido a un teleprompter grande y precioso (el teletrumprompter) para dar un discurso solemne sobre política exterior en la capital de la nación.


La alocución ha tenido lugar en el histórico hotel Mayflower de Washington, DC, que se estrenó en los años veinte del siglo pasado con la gala inaugural del Presidente Calvin Coolidge, un aislacionista (salvo en interacciones comerciales). Toda una declaración de intenciones. O una casualidad.


"Es hora de librarse del óxido de la política exterior americana," ha dicho Trump. "Mi política exterior siempre pone el interés del pueblo americano y la seguridad americana por encima de todo lo demás. Tiene que ser lo primero. Tiene que serlo. Esa será la base de cada decisión que tome. 'América primero' será el tema principal y predominante de mi administración."


El emblema "América primero" ha sido utilizado con diferente significado por varias campañas a lo largo de la historia, pero su origen se sitúa en el comité America First que entre 1940 y 1941 hizo una campaña de relaciones públicas, con el aviador Charles Lindbergh como gran cara visible, para evitar la entrada de EEUU en la Segunda Guerra Mundial.


Para Trump, "América primero" significa que desarrollará una política exterior basada en el interés de EEUU. Y eso incluye el envío de tropas solo cuando sea estrictamente necesario (cuando haya 
un plan de victoria "con V mayúscula"), una restauración de la fuerza disuasoria de las armas nucleares, un aumento del tamaño del ejército para tenerlo como instrumento disuasorio ("Un gran país se preocupa por sus guerreros. Nuestro compromiso con ellos es absoluto") y el despliegue de las herramientas económicas de EEUU para castigar a otros países "si no nos tratan justamente." Y si traza una línea en la arena para decir, hasta aquí hemos llegado, "protegeré esa línea en la arena."


El hombre de negocios neoyorquino y candidato presidencial republicano ha prometido
luchar contra el Estado Islámico siendo menos previsible que los actuales responsables de la política exterior estadounidense. Los días del ISIS "están contados," ha afirmado. "No les diré a ellos cuándo, no les diré a ellos cómo. Como nación, debemos ser más impredecibles."


EEUU tiene que
entenderse con Rusia y China para combatir al ISIS, ha argumentado. "Yo creo en rebajar tensiones con Rusia," ha dicho. "Desde una posición de fuerza, es posible, es totalmente posible."


"China respeta la fuerza," pero EEUU ha perdido todo el respeto de esos países "permitiendo que se aprovechen de nosotros."


No podía faltar alguna referencia a las políticas migratorias, el origen de su enorme éxito electoral. "Debemos dejar de importar el extremismo a través de políticas migratorias sin sentido," ha dicho. "No tenemos ni idea de de dónde procede esta gente. Todo lo que tenemos que hacer es mirar al World Trade Center y al 11 de septiembre."


El Donald ha terminado el discurso con su consigna electoral: "América seguirá jugando siempre el papel de pacificador. Pero para jugar ese papel, debemos hacer América fuerte otra vez, debemos hacer América respetada otra vez, debemos hacer América verdaderamente rica otra vez. Y debemos, tenemos que, haremos América grande otra vez. Si hacemos eso, tal vez este siglo puede ser el más pacífico y próspero que el mundo haya visto nunca, nunca."


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