martes, 15 de marzo de 2016

Hoy es Súper Mega Martes


Miami, Florida.

Hoy, idus de marzo, votan cinco estados ricos en delegados (Florida, Ohio, Illinois, Caorlina del Norte y Missouri) en las primarias demócratas y republicanas, y las Islas Marianas del Norte celebran su caucus republicano.


Carolina del Norte


Formato: primaria mixta.

Horario: las urnas cierran a las 7:30 p.m. (hora de la Costa Este).

Delegados: 72 delegados republicanos y 121 delegados demócratas.


Florida


Formato: primaria cerrada.

Horario: las urnas cierran a las 7 p.m. (hora de la Costa Este) salvo en el Panhandle, donde cierran una hora más tarde.

Delegados: 99 delegados republicanos y 246 delegados demócratas.


Illinois


Formato: primaria abierta.

Horario: las urnas cierran a las 8 p.m. (hora de la Costa Este).

Delegados: 69 delegados republicanos y 182 delegados demócratas.


Missouri


Formato: primaria abierta.

Horario: las urnas cierran a las 8 p.m. (hora de la Costa Este).

Delegados: 52 delegados republicanos y 84 delegados demócratas.


Ohio


Formato: primaria mixta.

Horario: las urnas cierran a las 7:30 p.m. (hora de la Costa Este).

Delegados: 66 delegados republicanos y 159 delegados demócratas.


En el lado republicano, Florida, Ohio y Missouri entregarán todos sus delegados al ganador.



¿Qué podemos esperar?


Florida



El estado soleado votará por Hillary Clinton en la primaria demócrata. Es uno de los estados más suburbanos, diversos, pudientes y anti-socialistas de la Unión, y encima la primaria es cerrada (solo pueden votar los registrados como votantes de cada partido). Todo está en contra de Bernie Sanders en Florida.


En cuanto a Donald Trump y Marco Rubio, cada uno tiene un gran bastión electoral en el estado: Trump tiene el Panhandle en el noroeste, que incluye más de una docena de condados socioculturalmente más cercanos a Alabama y Georgia que al resto de Florida; Rubio tiene el sureste del estado, en especial el condado de Miami-Dade, territorio de supervotantes cubanoamericanos y votantes urbanos.


Partiendo de ahí, Trump se siente capaz de formar una gran coalición que incluya además de los tea partiers en el noroeste, a los veteranos de guerra y votantes militaristas en Sarasota, los aislacionistas en Gainesville, los demócratas de Reagan en Brooksville (condado de Hernando) y los republicanos de Reagan en Jacksonville (condado de Duval), donde la competición parece estar muy igualada.


Trump está siguiendo el modelo que al actual Gobernador de Florida Rick Scott le permitió derrotar por sorpresa al favorito del establishment Bill McCollum en la primaria republicana a gobernador en 2010. Y como Scott, Trump también lo está haciendo bien en los bastiones blancos del suroeste de la península.


"Durante décadas, el suroeste de Florida ha sido un bastión de los republicanos de la corriente principal gracias al constante flujo de jubilados de clase media-alta procedentes del Medio Oeste. Sin embargo, Lee (Fort Myers) y Collier fueron dos de los condados que votaron más sólidamente en contra de McCollum en 2010, y esa tendencia parece estar repitiéndose ahora," destaca el National Journal.


"He votado a Trump," declara al Journal Bill Lonkhart, un ex concejal de la zona de Fort Myers. "Toda mi familia ha votado por él."


La campaña estatal del megaempresario neoyorquino está dirigida por Joe Gruters, presidente del Partido Republicano del condado de Sarasota. Si Trump gana, Gruters, que fue uno de los primeros aliados del outsider Scott cuando nadie en círculos políticos apostaba por él hace seis años, se habrá convertido en el mayor hacedor de reyes de la política republicana de Florida.


Para evitar que Trump arme esa coalición, Rubio necesitará hacerlo bien en los condados de la bahía de Tampa y el pasillo de la Interestatal-4, donde destacan ocho condados: Hillsborough (Tampa), Pinellas (St. Petersburg), Sarasota, Manatee, Orange (Orlando), Sumter (The Villages), Lake y Polk. En 2012, Romney derrotó en todos ellos a Newt Gingrich. Y en la primaria republicana de 2008, McCain ganó en cinco de esos ocho condados, perdió en dos y empató en uno. Normalmente el que gana Sarasota, Hillsborough y Pinellas gana la primaria republicana.


El voto por adelantado y el voto por correo han dado buenas señales para Rubio. En el condado de Miami-Dade ha votado por adelantado un 65 por ciento más que en 2008 y un 131 por ciento más que en 2012. En el vecino condado de Broward ha votado por adelantado un 86 por ciento más que en 2008 y un 168 por ciento más que en 2012. En voto por correo, Broward ha experimentado una subida del 297 por ciento desde 2008 y 57 por ciento desde 2012, y Miami-Dade un 83 por ciento desde 2008 y un 40 por ciento desde 2012.


En el norte del estado, en teoría territorio más afín a Trump, no se ha detectado de momento una variación tan pronunciada. Podría detectarse hoy en las colas para votar in situ.


Ohio



El voto republicano de Ohio está por un lado en los suburbios de las grandes ciudades: los condados de Cuyahoga (Cleveland), Summitt (Akron) y Stark (Canton), en el noreste; el condado de Franklin (Columbus) en la zona central; y los condados de Hamilton, Butler, Warren y Clermont en el área de Cincinnati, en el suroeste. Luego están las amplias áreas rurales en todo el sur, y también en el oeste, alrededor de la Interestatal-75 que va desde Dayton hasta Toledo.


Si John Kasich es más fuerte en las urbes y en los suburbios moderados, y Trump en el Ohio rural y los exurbios habitados por protestantes fundamentalistas y católicos conservadores de clase media-baja, la clave puede estar en aquellos suburbios que sean más conservadores, y esos son los de Cincinnati (atentos a Hamilton, Butler, Warren y Clermont), de donde salieron cinco Presidentes republicanos de EEUU (William Henry Harrison, Ulysses Grant, Rutherford Hayes, Benjamin Harrison y William Howard Taft).


De todos modos, hay al menos tres factores que dificultan determinar cuál será el mapa electoral republicano de Ohio esta noche: 1) Kasich es el gobernador de Ohio, 2) Trump ha ganado el voto de los republicanos moderados en otros estados grandes que han votado anteriormente, y 3) La presencia de Cruz llevándose una porción importante del voto rural y evangélico.


En cuanto al partido del burro... recordemos lo que pasó hace ocho años. En la primaria demócrata de 2008, Clinton perdió los condados que albergan las grandes ciudades, Cuyahoga (Cleveland), Hamilton (Cincinnati), Franklin (Columbus) y Montgomery (Dayton), que son también los condados, algunos más que otros, con la mayor concentración de voto negro. Lo contrarrestó ganando en 83 de los 88 condados del estado. En Cuyahoga, Clinton no ganó ni un solo distrito electoral negro entonces. Paradójicamente, este año su suerte depende totalmente del voto negro de las grandes ciudades, mientras que no las tiene todas consigo en esos 83 condados que ganó en 2008.


Sanders necesita a la clase trabajadora del oeste y sur de Cleveland, en los condados de Lorain o Stark, donde se sitúa la ciudad de Canton. Se calcula que un tercio del electorado de Canton está compuesto por blue-collar workers. Sanders también confía en el condado de Summit, donde destaca la ciudad de Akron, legendaria sede de la compañía Firestone, el condado de Lucas, donde está la ciudad de Toledo, o los condados de Trumbull y Mahoning, que son suburbios de Youngstown.


Illinois y Missouri, dos estados vecinos


  


Sanders espera repetir en Illinois lo que le funcionó en Michigan. Si para los demócratas Michigan era Detroit (afroamericanos) y el resto, Illinois es Chicago (afroamericanos) y el resto. Y lo de Sanders es el resto, pero también ha llenado los televisores de anuncios en Chicago, intentando convertir la ventaja institucional de Clinton en una desventaja para ella. El senador por Vermont se congratuló de no haber recibido el endorsement del Alcalde de Chicago Rahm Emanuel, que controla una de las mejores operaciones electorales de la ciudad pero se ha vuelto muy impopular entre la comunidad afroamericana después de algunos casos de abusos policiales.


En Missouri, Clinton tiene el apoyo de todo el establishment político. La Senadora Claire McCaskill e importantes líderes afroamericanos como los Congresistas Lucy Clay y Emanuel Cleaver, la Tesorera del estado Tishaura Jones y la Auditora del estado Darlene Green apoyan a la ex secretaria de Estado. En teoría, Clinton también tiene una ventaja geográfica: cuando se presentó por primera vez hace ocho años, se llevó la mayoría de los condados rurales de Missouri. Si consigue repetirlo o acercarse y añadir el voto afroamericano que entonces se llevó Obama, conseguirá la victoria en Missouri. El problema es que lo mismo podíamos decir de otros estados que no ha ganado.


Sanders cerró ayer la jornada de campaña en St. Charles, un condado suburbano de St. Louis muy blanco y muy republicano, toda una declaración de intenciones: quiere repetir la fórmula de Michigan. Además, se ha afianzado con los votantes jóvenes y ha conseguido el apoyo de algunos activistas que han acumulado cierto poder después de los acontecimientos de Ferguson. Entre ellos Bruce Franks, un demócrata que se presenta a la Legislatura estatal por un distrito de St. Louis y que tiene una organización política bastante sofisticada.


Pasemos al Partido Republicano. La clave para la victoria en una primaria republicana en Illinois suele estar en aquellos barrios residenciales de clase media blanca acomodada de los suburbios de Chicago, que veíamos en algunas de las películas que os recomendé el pasado viernes, en especial las de John Hughes como Solo en casa (1990), Dieciséis velas (1984) o Todo en un día (1986). También en Risky Business (1983), donde el adolescente Joel (Tom Cruise) se quedaba solo en su casa de Deerfield, un pudiente suburbio de Chicago situado en el condado de Lake, y aprovechaba para llamar a una puta y, como ejemplar joven americano de su época, veía una oportunidad de negocio y montaba un prostíbulo en casa; o en Gente corriente (1980), donde Robert Redford radiografió a una familia burguesa de Lake Forest, uno de esos suburbios típicamente republicanos como Northbrook, Glencoe y otros que esta noche debéis observar atentamente: familias blancas, independientes y de ingresos altos. ¿Votarán a Trump o dividirán su voto?


Marco Rubio tiene los endorsements importantes en Illinois y Missouri, como el del periódico The Chicago Tribune en Illinois y el del Speaker de la Asamblea estatal Todd Richardson en Missouri, pero con su campaña tambaleándose, la figura anti-Trump más potente en los dos estados es Ted Cruz. El senador por Texas, una vez más, está haciendo una campaña inteligente, concentrándose en el centro y sur de Illinois, donde viven muchos de los votantes más conservadores del Medio Oeste (si le quitas Chicago, en concreto el condado de Cook, Illinois sería un estado muy republicano) y que conecta directamente con el este de Missouri.


La campaña de Trump no parece estar tomando las mejores decisiones estratégicas en el estado incrédulo (así llaman a Missouri), según el libro de estrategia convencional. Por ejemplo, el viernes estuvo en el downtown de St. Louis, que no es precisamente a donde un republicano suele dirigirse en busca de votos republicanos. Por contra, Cruz hizo eventos en el condado de St. Louis, que está en los suburbios de St. Louis pero no incluye la ciudad de St. Louis a pesar de su nombre. En ese condado vive un gran número de votantes republicanos.


Cruz cuenta con un arma secreta en Missouri: su campaign manager Jeff Roe es de Missouri, donde ha dirigido un sinfín de campañas locales y estatales y donde hace ocho años ayudó a Mike Huckabee a empatar con John McCain en la primaria del estado.


Carolina del Norte



Clinton se dispone a repetir las victorias que ha cosechado en otros estados sureños gracias al apoyo casi unánime del voto afroamericano en el Sur Profundo. Por si fuera poco, su nieta se llama Charlotte, como la primera ciudad de Carolina del Norte, una curiosidad que se ha encargado de repetir en todos sus mítines en el estado de los alquitraneros.


Trump reunió a más de 14,000 seguidores la semana pasada en Fayetteville, el mitin más concurrido del año en Carolina del Norte. Si Carolina del Norte se sitúa política, cultural y geográficamente a medio camino entre Carolina del Sur y Virginia, basta con decir que el megaempresario ganó tanto en Carolina del Sur como en Virginia. En realidad ha ganado en todos los estados sureños salvo Texas, que es el hogar de Cruz. Así que de los cinco estados que votan hoy puede decirse que Carolina del Norte le es el más favorable.

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