martes, 29 de marzo de 2016

En Wisconsin, Hillary Clinton pone el foco en el Tribunal Supremo y en Donald Trump

Hillary Clinton (D) pronunció un discurso en Madison, Wisconsin en el que animó a los potenciales votantes demócratas a que hagan del futuro del Tribunal Supremo una razón por la que ir a votar.


Señalando que en cuatro años un Presidente puede tener la posibilidad de nominar a varios jueces para el Tribunal Supremo, Clinton advirtió de que "en resumen, en un solo mandato, el Tribunal Supremo podría demoler los pilares del movimiento progresista y como alguien que ha trabajado en todos y cada uno de estos asuntos durante décadas, veo este como un momento decisivo."


"Si somos serios impulsando causas progresistas," dijo Clinton, "necesitamos concentrarnos en los tribunales."


Al margen del Tribunal Supremo, la ex secretaria de Estado utilizó el discurso para criticar a los republicanos, y en especial a
Donald Trump.


"Donald Trump no ha salido de la nada. Lo que los republicanos han sembrado con sus tácticas extremistas es lo que ahora están cosechando con la candidatura de Donald Trump," dijo. "No fue mucho después de que el Senador McConnell dijera que su ojetivo número uno era evitar la reelección del Presidente cuando Donald Trump empezó su campaña racista para desacreditar la ciudadanía del Presidente."


"Estas cosas están conectadas," dijo Clinton. "Cuando tienes líderes dispuestos a detener todo el gobierno para conseguir titulares, puede que des origen a candidatos que prometen hacer cosas incluso más radicales y peligrosas. Porque una vez que conviertes el extremismo en normal, abres la puerta a algo peor."


La candidata demócrata
alertó de lo que supondría que el futuro del Tribunal Supremo quede en manos de Trump. "Comos sabéis, él cree que habría que prohibir la entrada en el país a los musulmanes por su fe. ¿Qué diría eso sobre una nación fundada en la libertad religiosa? Quiere juntar a 11 millones de inmigrantes y echarlos. ¿Qué diría eso sobre una nación forjada por inmigrantes?"


La idea de Clinton es meter miedo a los votantes demócratas de Wisconsin para que, ante la supuesta urgencia de la situación, sean prácticos el 5 de abril y descarten a Bernie Sanders para unirse a ella, que es la nominada inevitable. El típico,
'es el momento de ponernos serios.'


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