miércoles, 1 de junio de 2016

¿A quién perjudica más la proliferación de candidatos independientes?

En la nueva encuesta nacional de Quinnipiac, Hillary Clinton aventaja en 4 puntos (con un margen de error de 3.8 puntos) a Donald Trump (45 por ciento - 41 por ciento).


En un hipotético mano a mano entre Clinton y Trump en noviembre, Trump tiene el apoyo del 86 por ciento de los republicanos y Clinton recibe el voto del 90 por ciento de los demócratas. El voto de los independientes está dividido: 40 por ciento para Trump y 37 por ciento para Clinton, con muchos indecisos.


Lo que permite ganar a Clinton, aparte de una mayor cohesión demócrata que republicana, es su ventaja entre las mujeres (54-30). Trump gana entre los hombres (51-35).


Si se incluye a algunos candidatos independientes en la ecuación, la ventaja de Clinton se reduce a 2 puntos: Clinton, 40 por ciento; Trump, 38 por ciento; Gary Johnson (Partido Libertario), 5 por ciento; Jill Stein (Partido Verde), 3 por ciento.


Normalmente los candidato independientes no suelen recibir tanto voto como señalan las encuestas (suelen quedarse en candidatos mucho más residuales), y habría que medir su impacto estado a estado en el mapa electoral, pero este año, con un republicano impopular y una demócrata impopular, ¿es posible que, en contra de la opinión generalizada, una mayor fragmentación del voto beneficie más a Trump porque tiene una base electoral más corta pero más leal y activa? ¿Y si Trump no puede ganar las elecciones con un 51 por ciento pero sí las puede ganar con un 43 por ciento (como Bill Clinton en 1992)? Son preguntas que todavía no tienen respuesta.

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