jueves, 7 de abril de 2016

Campaña vintage: la última esperanza de los moderados (1964)

Un cartel con el retrato del Gobernador de Pennsylvania Bill Scranton dice "Buscado por la convención republicana" o "Deseado por la convención republicana." La imagen está tomada durante la convención republicana estatal de Maryland en junio de 1964, cuando los republicanos moderados buscaban a alguien que pudiera parar a Barry Goldwater el mes siguiente en la convención nacional.


Retrocedemos hasta finales de la primavera de 1964. Tras su derrota en la primaria de California, quedó claro que el Gobernador de Nueva York Nelson Rockefeller no tenía los votos suficientes para derrotar al Senador por Arizona Barry Goldwater en la convención republicana que ese verano se celebraría en San Francisco.


Empezaron los movimientos de las
fuerzas anti-Goldwater dentro del Partido Republicano en busca de un hombre que pudiera arrebatarle la nominación a Goldwater, un candidato demasiado conservador y demasiado outsider para el gusto de las élites del partido.


El ex Vicepresidente y nominado presidencial republicano de 1960
Richard Nixon no era candidato pero siempre estaba abierto a sugerencias. El hombre de negocios y Gobernador de Michigan George Romney (el padre de Mitt Romney) podía ser un actor a tener en cuenta. El Gobernador de Pennsylvania William "Bill" Scranton solo había competido indirectamente en la primaria de Oregon, a modo de globo sonda, y había recibido un miserable 2 por ciento de los votos. Pero a principios de junio, con un puñado de delegados todavía por definirse y a solo un mes de la convención, los tres volvieron a escena.


Scranton buscó el endorsement del ex Presidente
Dwight Eisenhower, con el que mantenía una buena relación. El 6 de junio tuvieron una reunión en la granja que Eisenhower tenía en Gettysburg, no muy lejos de la mansión del gobernador en Harrisburg. Enseguida, Scranton difundió un comunicado afirmando que el ex Presidente le había animado a mostrarse "más disponible" (un eufemismo que escucharemos mucho si este año vamos a una convención abierta) a ser candidato a la nominación.


Al día siguiente, fue el turno de Romney. En la conferencia anual de gobernadores celebrada en Cleveland, el gobernador de Michigan hizo una declaración (una representación teatral) retando a Goldwater a explicar mejor sus ideas. "Si sus ideas se desvían de la herencia de nuestro partido," dijo Romney, "haré todo lo que esté en mi mano para evitar que se convierta en el candidato presidencial del partido."


Ese mismo día, domingo, Scranton, pensando que contaba con el apoyo de Eisenhower, tenía la intención de anunciar su candidatura durante una entrevista que iba a conceder a Face The Nation (CBS). Pero justo antes de salir hacia el plató de televisión, recibió una llamada de Eisenhower en la que éste le aclaró que no iba a apoyar a ningún candidato hasta después de la convención y no estaba dispuesto a posicionarse públicamente en contra de Goldwater. Su benefactor y ex Secretario del Tesoro George Humphrey le había aconsejado prudencia.


Así que Scranton cambió de marcha y optó por seguir la ambigua táctica de Romney y retar a Goldwater a que aclarase sus ideas, como si no lo hubiera hecho ya en sus once años en el Senado, en su libro La conciencia de un conservador o en sus frecuentes columnas de opinión en los periódicos.


El 8 de junio fue Nixon quien se unión a la conversación. En un desayuno con Romney, el ex Vicepresidente animó al padre de Mitt a declarar su candidatura, probablemente esperando que eso produjera un bloqueo en la convención que hiciera que los delegados se volvieran hacia él como salvador. Simultáneamente, dos respetados gobernadores republicanos, John Chafee (el padre de Lincoln Chafee), de Rhode Island, y John Anderson, de Kansas, instaron públicamente a Scranton a que entrara en la competición, y el Senador Hugh Scott y el Congresista Robert Corbett, ambos de Pennsylvania, anunciaron la creación de un grupo llamado Comité del Congreso por Scranton para Presidente, que contaba con el apoyo de muchos congresistas temerosos de que la nominación de Goldwater pudiera perjudicar al Partido Republicano en las elecciones a la Cámara de Representantes de ese año.


Romney no dio el paso, pero Scranton se aferró al ansia de los moderados (y liberales) por encontrar un candidato como un perro que muerde y entierra un hueso, su hueso. Era un hombre con ambición, pero una ambición entendida desde la óptica de la responsabilidad, decía la prensa afín. Toma ya. El 12 de junio, en la convención republicana estatal de Maryland, el gobernador de Pennsylvania se ofreció oficialmente como candidato a la nominación presidencial republicana. Sin mencionar a Goldwater, Scranton advirtió a los republicanos que no permitieran que "una minoría con una mentalidad de exclusión domine nuestro programa electoral y elija a nuestro candidato."


Tres días después del anuncio, Rockefeller se retiró de la competición y respaldó a Scranton.


Con el apoyo de la prensa nacional, Scranton empezó a subir en las encuestas mientras los partidarios de Rockefeller y Henry Cabot Lodge (quien dimitió como Embajador de EEUU en Vietnam del Sur para unirse a la operación electoral de Scranton) lo veían como la última esperanza de los moderados. Nada de eso le sirvió. Scranton asistió a la convención republicana estatal de Illinois el 30 de junio, pero 48 de los 58 delegados del estado declararon su apoyo a Goldwater y los 10 restantes se negaron a apoyar a nadie. Unos días después, en el caucus de Utah, Scranton descubrió que los Young Republicans, que apoyaban a Goldwater, habían convencido a los delegados casi un año antes. Se encontró con una respuesta similar en el estado de Washington, donde 22 de los 24 delegados estaban comprometidos desde hacía meses. En Delaware, Scranton hizo una audición ante los republicanos locales, pero el hijo favorito que controlaba la delegación decidió apoyar a Goldwater.


Lo que pasó después en la convención nacional ya se conoce.


En los vídeos, la evolución de Scranton de no ser candidato a sí ser candidato






Volviendo a 2016, el ejemplo de Team Goldwater y la operación anti-Goldwater no es aplicable al caso de Trump en 2016, por una sencilla razón: Goldwater llevaba cuatro años montando una estructura electoral nacional con la ayuda de F. Clifton White y otros estrategas con talento que conocían las entrañas del partido y del proceso -como ha hecho Ted Cruz en los últimos cuatro años.


Este año el escenario parece más complejo y abierto, con un front-runner de perfil populista-ego-outsider poco organizado y, por lo tanto, más fácil de parar, y un conservador-muy-conservador bien organizado y apoyado por el partido solo por conveniencia para después intentar enfrentarlo en la convención. Y no es descartable que, en caso de que nadie alcance los delegados suficientes en las primarias, entre el 8 de junio y el 18 de julioalguien más (que no se haya presentado a las elecciones, por ejemplo Mitt Romney o Paul Ryan, o que se haya presentado y se haya retirado, por ejemplo Scott Walker) haga oficial su candidatura o su "disponibilidad" a ser considerado como alternativa de consenso por si suena la flauta.

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