viernes, 11 de marzo de 2016

Donald Trump recibe el apoyo de Phyllis Schlafly en St. Louis, Missouri

Donald Trump (R) ha llenado el Peabody Opera House de St. Louis, Missouri este mediodía. El auditorio por el que pasaron Frank Sinatra o Chuck Berry ha acogido hoy al constructor y candidato presidencial republicano y al icono conservador Phyllis Schlafly, de 92 años de edad. La ama de casa, abogada, activista, escritora y locutora de radio de St. Louis que en los años 60 y 70 organizó un amplio movimiento de base contra la propuesta de Enmienda por la Igualdad de Derechos hasta que logró derrotarla, ha dado su apoyo a la candidatura presidencial de Trump.


El candidato ha presumido de las buenas audiencias de los debates republicanos -el de ayer tuvo cerca de 12 millones de espectadores, menos que el de la semana pasada pero el doble que el debate demócrata del día anterior. "Estos debates solían morir.
 Solían llamarlos la tumba de los índices de audiencia" hasta que llegó él. De todas formas, el magnate cree que ya ha habido debates suficientes. No quiere más debates.


Trump ha elogiado a sus apasionados seguidores y los ha defendido de los continuos ataques de la prensa.


"Hay un gran enfado, una gran hostilidad contra las personas que están dirigiendo este país. Lo están dejando por los suelos," ha dicho Trump. "Hay un gran amor en estos pabellones, en estos sitios a los que voy. Hay mucho amor."


"¿No es genial estar en un mitin de Trump?,"
ha preguntado a sus seguidores.


"Vete a casa con tu mami," le ha dicho a uno de los manifestantes que viven pendientes de Donald Trump, como nosotros. "Para la prensa: los agentes están siendo muy amables. Hoy en día tenemos que decir eso para ser políticamente correctos."


"¿Puedo ser honesto con vosotros? ¡Esto le da sabor!," ha dicho Trump sobre las interrupciones de los manifestantes en sus mítines, que hoy han sido por lo menos ocho. "¿No es esto mejor que escuchar un discurso largo y aburrido?"


Ha repartido críticas contra sus rivales. De Hillary Clinton ha dicho que odia a Obama y que suele leer de "los teleprompters más grandes que he visto." De John Kasich, que ha sido el gobernador que "llevó el Obamacare a Ohio." De Ted Cruz, que ayer no le atacó porque estaba actuando. "No quise hacerlo anoche en el debate porque quise actuar de manera muy presidencial," ha confesado con total tranquilidad.


Una hora antes del mitin, había una cola que alcanzaba las 10 manzanas, con entre 300 y 350 personas en cada manzana. Un viernes al mediodía. En la ultrademócrata ciudad de St. Louis, de mayoría negra. El electorado blanco de este tipo de ciudades racialmente muy divididas, que está bastante harto de permanecer callado, está hecho a la medida del rey de Manhattan.




14 minutos de interrupciones de manifestantes. Un tremendo éxito para Trump.



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