El plan de Hillary: hacer campaña al por menor y cortejar a los donantes a lo grande

Hillary's Iowa game plan: Start small with voters, go big with donors http://t.co/Fzodjbli30 with @ZekeJMiller
— Sam Frizell (@Sam_Frizell) April 10, 2015

"Hillary Clinton (D) planea hacer una campaña peleada e íntima, cortejando a los votantes no como la abrumadora favorita que es, sino como una intrusa con sombras," escriben Sam Frizell y Zeke J. Miller en Time.

"Los asesores de Clinton buscan rebajar las expectativas sobre cómo se verá a la candidata Clinton en campaña después de que lance su candidatura el domingo. Recelosos de que aparezca como la favorita que es, los asesores dicen que Clinton está planeando un lanzamiento lento y a pequeña escala empezando la semana que viene en Iowa y New Hampshire," añaden.

Los asesores, que a veces tienen más peligro que una piraña en una bañera, quieren "una interacción íntima con los votantes para comunicarles su interés" por los asuntos de Iowa y New Hampshire.

Parece que han tomado esta decisión después de conducir varios grupos de enfoque con votantes demócratas en los primeros estados de las primarias. "En Iowa, el estado en el que Obama hizo sus primeros avances decisivos y hundió la operación de Clinton, los votantes esperan charlas íntimas con los candidatos en sus salas de estar y corrillos en los restaurantes. Su desafío será tranquilizar a los frustrados votantes de Iowa que la ven como displicente" después de que apenas haya pisado el estado en los últimos siete años, y la última vez que lo hizo fue un auténtico circo mediático.

David Axelrod - tiene a varios de sus antiguos subordinados en el equipo de Hillary - ha elogiado la estrategia.

Learning the lessons of 2008: HRC rollout plans stress humility. No Clinton Inc., the "inevitable" juggernaut that left voters behind.
— David Axelrod (@davidaxelrod) April 10, 2015

"Aprendiendo de las lecciones de 2008: el plan de lanzamiento de Hillary Rodham Clinton pone el acento en la humildad. No es más Clinton Inc., el gigante inevitable que se olvida de los votantes," escribió ayer el antiguo responsable de estrategia de las campañas de Obama.

"¿Pero puede un evento de Clinton ser pequeño alguna vez?," se preguntan Frizell y Miller. "Un asesor reflexionaba sobre que en algunos de los primeros eventos puede que haya más miembros de la prensa que votantes."

"Se puede entender por qué esta vez la estrategia de "ser pequeño" tiene sentido para los Clinton," escribe Chris Cillizza en The Fix. "Pero es casi imposible para Clinton y su campaña ser verdaderamente pequeños - por razones que están casi por completo fuera de su control." Debido a su condición de celebridad y al interés que genera en la prensa, intentar ser una candidata modesta es algo tan díficil de realizar para Hillary "como lo sería para Taylor Swift," dice Cillizza.

Resumiendo, el peligro es: las previsiones se desbordan, hay que improvisar, hablando uno a uno con los votantes no hay tiempo para hablar con todos, la gente que se queda fuera se cabrea y la frustración llega a las redes sociales, pero si dejas de controlar quién asiste a los eventos se te cuelan pancarteros o republicanos que te desafían con preguntas incómodas (es lo que tiene el ser su único rival), y entonces tienes que correr otra vez a esconderte detrás de un atril y a dar discursos controlados y preparados, la prensa empieza a hablar de caos, contradicciones etc.

Donde no tiene intenciones de parecer modesta, según Frizell y Miller, es en la recaudación de fondos. Planea hacer grandes eventos recaudatorios tanto con sus seguidores a través de Internet como con millonarios en veladas a puerta cerrada. "Los grandes donantes están esperando en los márgenes al anuncio de Clinton, y las antiguas conexiones de su familia en Wall Street y en las grandes empresas ayudarán a ponerle combustible durante el proceso de nominación."

Yo apuesto a que en esta primera fase, y mientras los rivales demócratas no la fuercen a otra cosa, hará muchas recaudaciones y contados eventos electorales. Los eventos electorales que haga serán pequeños e íntimos, sí, pero apuesto a que serán poquitos, para evitar perder el control y terminar hablando de lo que no tiene previsto hablar. Para entendernos, seguirá la hoja de ruta que Jeb Bush ha seguido en estas últimas semanas. El problema es que la prensa querrá más que eso después de haber estado oculta todo este tiempo.