George Stephanopoulos se careó ayer This Week (ABC) con Peter Schweizer, el autor del libro que acusa a Hillary Clinton (D) de haber vendido favores del Departamento de Estado a cambio de donaciones a la fundación de su marido.
Stephanopoulos justificó que la compra de unas minas de uranio por una compañía rusa que había donado 2.3 millones de dólares a la Fundación Clinton fue aprobada por ocho agencias más del gobierno aparte del Departamento de Estado. "No hay evidencias de que Hillary Clinton estuviera directamente implicada en esta decisión," dijo Stephanopoulos.
"No tenemos una evidencia directa," respondió Schweizer, quien trabajó para el Presidente George W. Bush. "Pero justifica una investigación más profunda porque es una parte de un patrón más amplio. O llegas a la conclusión de que son todo coincidencias o de que hay algo más en marcha."
"Hemos hecho trabajo de investigación aquí en ABC News y no encontramos pruebas de ningún tipo de acción directa," dijo Stephanopoulos. "Y un experto en ética gubernamental, Bill Allison de la 'Sunline Foundation,' escribió esto: 'No hay prueba del delito, no hay evidencia de que cambiase la política basándose en las donaciones de la fundación.' ¿Hay prueba del delito?"
"Sí," le respondió Schweizer. "La prueba del delito está en el patrón de comportamiento."
Chris Wallace también le sacó el mismo argumento en Fox News Sunday. "No es solo el Departamento de Estado. Son nueve agencias separadas," le dijo el hijo de Mike Wallace acusándole de no tener ninguna evidencia.
"La pregunta fundamental es," le respondió Schweizer, "si con este trato y con otros que citamos en el libro, es una coincidencia en un patrón que hemos visto repetirse docenas de veces en las que grandes patrocinadores de Clinton que tienen negocios ante el Departamento de Estado hacen grandes pagos y se toman acciones favorables. No creo que las coincidencias ocurran tan frecuentemente."
Lanny Davis, en calidad de portavoz y defensor de Hillary, dijo en Fox News Sunday que todo es "una cortina de humor" y que la donación de la compañía rusa fue a una organización separada de la Clinton Global Initiative. Pero Wallace le recordó que la organización separada era solo un canal hasta la Clinton Global Initiative.
Entonces, Davis defendió que la contribución de 2.3 millones no era nada dentro de los casi 2,000 millones que había recaudado la fundación de los Clinton en la última década.
"No es lo que Chris Wallace llamaría una gran contribución," dijo Davis.
"Es lo que yo llamaría grande," le respondió Wallace. "Puede que no sea lo que Lanny Davis llama grande."
Y mientras los escándalos amenazan a Hillary, Joe Biden (D) lo observa todo desde la barrera.
Julie Hirschfeld Davis (The New York Times) dijo en Inside Politics (CNN) que el Vicepresidente seguirá durante un tiempo con su actitud de "esperar y observar."
"Se piensa que si la campaña de Hillary Clinton verdaderamente colapsa en algún momento, los demócratas van a necesitar a alguien que pueda saltar rápidamente, recaudar mucho dinero y tener mucha experiencia," dijo Davis. "Y a Joe Biden no le molestaría ser la persona de la que hablen como esa persona. Así que mientras estemos hablando de ello, estaremos todavía hablando de Joe Biden, y es así como él quiere que sea."
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