Martin O'Malley en las calles de Baltimore. (Foto: @wjhenn) |
Martin O'Malley (D), quien tiene previsto hacer de las mejoras de Baltimore en su periodo como alcalde un tema central de su campaña, visitó ayer el escenario de algunos de los actos más violentos de la noche anterior en el norte de Baltimore.
Jason Horowitz nos relata en The New York Times la aventura del ex gobernador y ex alcalde en la intersección de las avenidas Pennsylvania y North:
"¿Ha visto todos esas casas abandonadas en su salida?," le gritó un hombre que le saludó delante del 'Arch Social Club', donde voluntarios hacían sándwiches de pavo, distribuían agua y veían 'Bonanza.'
"De hecho las he visto," dijo O'Malley.
"¿Planea hacer algo sobre eso?"
"He sido elevado al mismo rango que usted, ahora soy un ciudadano," dijo O'Malley con una sonrisa que a menudo usa para protegerse.
"Usted hizo muchas promesas," le gritó el hombre.
"Y lo hice lo mejor que pude," le dijo el ex alcalde.
"¿En qué comunidad? ¡No en la comunidad negra!"
Pocos segundos más tarde y un par de metros más cerca de la intersección, un hombre joven llamado Chris Dickens le leyó a O'Malley una lista de jóvenes negros que dijo que habían sido víctimas de la brutalidad policial.
"He oído de todos ellos," dijo O'Malley. "Creo que es trágico y creo que todos necesitamos encontrar un mejor entendimiento. Las cámaras me están aplastando."
Más miembros de los medios de comunicación se dieron cuenta de la presencia de O'Malley, y medios internacionales clavaron micrófonos azules de 'Europe 1' debajo de su mentón.
"Sigamos caminando y hablando," dijo.
Mientras avanzaban muy lentamente, Dickens dijo que de hecho había trabajado para O'Malley, cuyo humor se iluminó.
"¿Lo hizo? ¿Qué hizo? ¿De dónde es? Dígame su nombre." Luego se volvió a poner serio.
"¿Cuando trabajó para mí, estuvo en alguno de esos funerales de policías que también tuvimos? También enterré a 10 agentes de policía, la mitad de ellos eran negros y la otra mitad eran blancos."
O'Malley dijo que tenía que seguir moviéndose, y Dickens se despidió contento con un "Tómeselo con calma."
Después vino Ernest Taylor, quien dio las gracias a O'Malley por sacarle de las drogas con un programa gubernamental de prisiones. "Ah, buen hombre," dijo O'Malley. "Dígalo de nuevo. Deme un gran abrazo."
Se abrazaron.
Mientras O'Malley se acercaba a la intersección, defendió a la Alcaldesa Stephanie Rawlings-Blake de las acusaciones de no preocuparse ("Lo hace, he hablado con ella hoy") y presumió de la política de su administración de "tolerancia cero con la mala conducta de la policía." El sonido de la orquesta que tocaba junto al muro de los oficiales de la policía se volvió más ruidoso y la multitud más densa y aumentó el potencial para el desastre político.
"No creo que debamos ir por allí," dijo O'Malley dándose media vuelta. En el camino de vuelta al coche, posó para 'selfies', habló de sus intentos por ser un buen alcalde ("cada día, de todas las maneras") y reconoció a un anciano que le preguntó si se presentaba "al gran asiento."
"Permanezca atento," le dijo O'Malley.
Cuando un reportero le preguntó sobre algunas de las críticas con las que se encontró en la calle, el potencial candidato presidencial dijo: "La mayoría de la gente ha sido muy amable conmigo. Tienes que estar presente en medio del dolor. Todos somos necesarios ahora mismo en nuestra ciudad."
Preguntado sobre asuntos como la criminalidad urbana y la efervescencia racial en la carrera presidencial, O'Malley, con la sonrisa intacta, se volvió a meter en el vehículo.
"Voy a hablar sobre eso otro día," dijo. "Ahora mismo simplemente quería estar presente."
Los incidentes de Baltimore pueden ser tanto una oportunidad como una ruina para las ambiciones presidenciales de O'Malley - pensad en el potencial beneficio o desastre de un anuncio de candidatura en un punto simbólico de la ciudad en estas circunstancias.
El historial de O'Malley en Baltimore está bajo la lupa después de los disturbios, titula CNN.
De regreso a Baltimore, Martin O'Malley es acosado y podría sufrir efectos políticos secundarios, titula The Washington Post.
Para O'Malley, los disturbios de Baltimore complican su campaña contra Hillary, titula Newsweek.
Martin O'Malley vuelve a casa a responder preguntas difíciles, titula POLITICO.
(Foto: @Lis_Smith) |
(Foto: @WJZMarcus) |
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