Ted Cruz con su estratega electoral Jason Johnson (a la derecha) en una foto de su campaña al Senado en 2012. Johnson ayudó a Cruz a pasar de ser un candidato que llevaba las de perder a convertirse en senador. Ahora pretende hacer lo mismo en las elecciones presidenciales. (Foto: Bob Daemmrich) |
Ted Cruz (R) "podría ser el 'candidato durmiente,' el depredador emboscado y la famosa tortuga de estas elecciones," escribe Emma Margolin para NBC News. "En otras palabras, el candidato que, a pesar de su regular actuación hasta ahora, no debería ser descartado de ningún modo. Con una operación electoral impresionante, una estrategia a largo plazo y una entregada red de donantes, pequeños y grandes, Cruz es probablemente el candidato más infravalorado del pelotón republicano."
Uno de los elementos más sólidos de la campaña de Cruz es su operación sobre el terreno que "está en continuo crecimiento."
"Está haciendo nuevas incorporaciones a sus equipos de liderazgo casi a diario, prestando atención incluso a los lugares más remotos como las Islas Vírgenes, que envía delegados a las convenciones republicana y demócrata aunque no pueda participar en las elecciones generales. Un poco más cerca de casa, la campaña de Cruz anunció a principios de esta semana que había nombrado presidentes en todos los 171 condados que componen los cuatro primeros estados de las primarias: Iowa, New Hampshire, Carolina del Sur y Nevada."
Además, sabe recaudar dinero. "La semana pasada, la campaña lanzó una plataforma de 'crowdfunding' (financiamiento colectivo) inspirada en la Revolución Americana y llamada CruzCrowd, que debería ayudarle a sacar aún más provecho a su red de pequeños donantes," cuenta Margolin.
"Creo que está infravalorado ahora mismo," dice el estratega republicano Matt Mackowiak. "En el segundo cuarto recaudó más dinero directamente para su campaña que ningún otro, lo cual es algo sorprendente. Y gasta poco. Ha sido muy eficaz."
"Te guste o no Cruz, pertenece claramente al primer nivel" de candidatos, añade Mackowiak. "Desde el punto de vista intelectual hasta su habilidad para no cometer muchos errores, su ética de trabajo, todo suma para hacer de él un talento político de primer nivel."
Incluso en el lado demócrata se han dado cuenta de algo en lo que la prensa aún no ha reparado.
Cruz continues to run the best campaign on the other side https://t.co/hKxh5hFKTX
— Dan Pfeiffer (@danpfeiffer) October 9, 2015
"Cruz sigue haciendo la mejor campaña en el otro lado," escribía en Twitter hace dos días Dan Pfeiffer, el que fue director de comunicaciones del Presidente Obama.
Su principal obstáculo, dice Mackowiak, es el aparato del partido. "El establishment es como un escorpión levantando su cola. Creo que el partido no se detendrá ante casi nada para evitar que Cruz sea el nominado."
Pero, a diferencia de casi todos sus rivales, Cruz tiene un plan coherente.
El senador por Texas tiene "una inteligente estrategia de no dar por perdido ningún delegado que se extiende más allá de Iowa, una probada habilidad para heredar partidarios de campañas muertas, y un mensaje conservador consistente del que raramente se aparta," destaca Margolian.
"Aunque esa constancia puede hacerle parecer demasiado guionizado, también evita que deambule por las mismas dificultades que han confundido a algunos de sus rivales. Sería improbable, por ejemplo, escuchar a Cruz argumentar que el término "bebés ancla" estaba "más relacionado con la gente asiática," como cuando el ex Gobernador de Florida Jeb Bush metió la pata recientemente, porque Cruz se mantiene apegado como con pegamento a sus cuidadosamente manufacturados argumentos principales en asuntos como la libertad religiosa, la Segunda Enmienda y Ronald Reagan."
La mayoría de observadores piensan que con ello se está autolimitando de cara a las elecciones generales (como un candidato ultraconservador) en caso de ser el nominado republicano. Su equipo, sin embargo, sostiene una opinión diferente, y lo hace después de haber realizado una profunda investigación del electorado con la ayuda de Cambridge Analytica, una firma (auspiciada por el millonario Robert Mercer) que se ha instalado literalmente en el cuartel general del candidato en Houston.
El Senador Cruz rodeado de algunos asesores en su autobús de campaña durante una visita a Mississippi el pasado mes de agosto. En la imagen vemos, entre otros, a Josh Perry (director de operaciones digitales), Jeff Roe (campaign manager) y Jason Miller (director de comunicaciones). (Foto: @jasonjohnson) |
"Estoy trabajando apuntando hacia el día de las elecciones generales," declara Jason Johnson, el jefe de estrategia (chief strategist) de Cruz, en una conversación con George Will en The Washington Post, "porque el plan de Cruz para ganar los 1,236 delegados necesarios es una extrapolación de su estrategia para ganar los 270 votos electorales."
Mientras los expertos subrayan que el porcentaje de población blanca caucásica en edad de votar ha bajado del 79% al 71% en las últimas dos décadas y que el porcentaje de blancos entre los participantes en las elecciones presidenciales ha caído del 82.5% al 73.7% desde las elecciones presidenciales de 1996 (cuando podían votar a Ross Perot), en Team Cruz subrayan otros datos, como que en 2012 solo participó el 64% de todos los blancos caucásicos que podían participar, y, sobre todo, que en las últimas dos elecciones presidenciales, el índice de participación entre la comunidad afroamericana (66%) ha sido mayor que entre los blancos por primera vez en la historia (Factor Obama).
"Los blancos que no votan, en especial aquellos sin experiencia universitaria, están entre los principales objetivos de Cruz," escribe George Will tras conversar con Johnson. "Su cordialidad hacia Donald Trump refleja que la campaña de Cruz calcula que aproximadamente un tercio de los 'Trumpkins' no ha votado en elecciones recientes. Si es así, Trump está haciendo un callejón o hueco para que Cruz corra por él, empezando la expansión del electorado de 2016 mediante la motivación de personas cuyo alejamiento de la política las ha convertido en no votantes."
"Ciclo tras ciclo," explica Johnson, "el procentaje de verdaderos votantes indecisos disminuye. Por lo tanto, también lo hace la porción del electorado influenciable. Cruz aspira a inflar el electorado con personas que, decepcionadas por el estancamiento económico y las tendencias culturales desalentadoras para las que los nominados republicanos no parecen tener respuestas, han estado durmiendo en los ciclos electorales recientes."
Ponen un ejemplo: "Considerad Pennsylvania, que ha votado demócrata en seis elecciones presidenciales consecutivas y que fue descrita por James Carville como 'Pittsburgh en el Oeste, Philadelphia en el Este y Alabama en medio.' Cruz aspira a mejorar los márgenes de Romney en los suburbios de Philadelphia, hacerlo tres puntos mejor que Romney (5.5 por ciento) entre los afroamericanos (con muchos votantes "de solo dos elecciones" quedándose en casa al no estar Obama) y localizar y motivar a muchos que previamente no han votado en la "Alabama" de Pennsylvania."
Obama ha hecho mucho daño a los demócratas entre los blancos, insisten: "En 2012, Obama se convirtió en el primer demócrata desde George McGovern en 1972 en perder en el área metropolitana de Pittsburgh."
La abstención de los blancos sin estudios universitarios tuvo un efecto desproporcionado en la victoria electoral de Obama en 2012, según Market Research Foundation. Y la importante inversión de la campaña de Cruz en expertos en gestión y análisis de datos, como hizo en su momento otro candidato del que pocos lo esperaban, servirá tanto para recabar opiniones como para cambiar comportamientos en el electorado, dice Johnson.
"Si una persona conduce un Ford F-150 y es suscriptora de 'Guns & Ammo,' probablemente sea un conservador. El reto está en hacer de él un votante dirigiendo su atención hacia un paquete de tres o cuatro asuntos atractivos hechos a su medida."
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