Ayer lo decía el sondeo de Quinnipiac. Hoy lo dice el de Des Moines Register/Bloomberg Politics: Ben Carson es el nuevo favorito republicano en Iowa.
La posición del neurocirujano más famoso de América ha mejorado en todos los aspectos que tradicionalmente se miden en las encuestas, destaca Ann J. Selzer, responsable del sondeo. "Esto podría ser un toque de atención para Donald Trump."
La clave del ascenso de Carson es la misma que propició las victorias de Mike Huckabee en 2008 y Rick Santorum en 2012 en el caucus republicano del estado del ojo de halcón. Los cristianos evangélicos, que conforman el 42 por ciento de los participantes en el caucus, se están reuniendo en torno a la candidatura de Carson. En agosto tenía el apoyo de menos de una cuarta parte de los evangélicos (21 por ciento); ahora tiene el apoyo de un tercio de esa franja de votantes.
Carson ha experimentado un avance similar entre los votantes que se identifican como simpatizantes del Tea Party. En agosto le apoyaba el 21 por ciento de los tea partiers de Iowa; ahora, un tercio.
La encuesta revela que las dudas de Carson sobre la conveniencia de que un musulmán sea Presidente de EEUU, que causaron un gran revuelo en el circuito mediático Washington-Nueva York, le han sido de gran ayuda entre los potenciales votantes del caucus republicano de Iowa. El 69 por ciento de los hombres y mujeres que votarán en el lado republicano el 1 de febrero está de acuerdo con Carson: un Presidente musulmán sería inaceptable.
A Trump le está perjudicando su poca religiosidad. Solo un tercio de los republicanos de Iowa considera al empresario un cristiano comprometido, frente a un 40 por ciento que dice no estar seguro y un 28 por ciento que dice que no cree que Trump sea un cristiano comprometido.
El número de republicanos que dicen que nunca votarían a Trump en el caucus ha subido 5 puntos desde agosto, hasta el 34 por ciento.
Cuando se pregunta a los republicanos de Iowa sobre qué candidato les gustaría que se retirase de la competición, el 25 por ciento escoge a Trump; el 22 por ciento escoge a Jeb Bush; otro 22 por ciento escoge a Lindsey Graham; y el 21 por ciento escoge a George Pataki.
Después de varias semanas emitiendo anuncios de televisión de su súper PAC, el índice de favorabilidad de Bush ha subido 5 puntos, hasta el 50 por ciento. Sin embargo, en intención de voto ha bajado y es, además, la segunda opción de muy pocos.
El apellido del ex gobernador de Florida continúa siendo un lastre: el 47 por ciento lo considera algo malo; el 42 por ciento lo considera algo bueno.
Carson es el más popular (84-12), con Marco Rubio (70-20) y Carly Fiorina (66-22) completando el Top-3.
Otros datos:
Casi la mitad de los encuestados dicen que no les molesta que Trump insulte a sus rivales.
El apoyo de Bush a un camino para que los inmigrantes ilegales obtengan la residencia legal provoca que un 63 por ciento de los republicanos de Iowa se sientan menos inclinados a apoyar al ex gobernador de Florida.
Al 67 por ciento no le molesta que Ted Cruz provoque el cierre del gobierno.
Al 65 por ciento no le preocupa que Fiorina fuese despedida como presidenta de Hewlett-Packard con una indemnización de 21 millones de dólares.
La juventud de Rubio no es un problema: el 93 por ciento de los encuestados declara que no le molesta que el senador por Florida, de 44 años, pueda ser el tercer Presidente más joven de la historia (después de Teddy Roosevelt y John F. Kennedy) y el segundo elegido en unas elecciones (después de John F. Kennedy).
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