"Trump no va a ser el nominado," afirmó hace un par de meses Alex Castellanos, veterano consultor republicano que trabajó para las campañas presidenciales de George W. Bush y Mitt Romney. Pues bien, Castellanos ha cambiado de opinión.
"Las posibilidades de éxito de Trump han aumentado y han sido validadas en las últimas semanas," escribe el consultor ahora en un email en el que valora la situación actual de la carrera presidencial republicana, y al que ha tenido acceso Byron York (Washington Examiner).
"El indicador clave es el hecho de que Trump bajó en las encuestas y ahora parece estar subiendo otra vez," escribe Castellanos.
Y añade: "En mi experiencia, eso nos dice algo importante: los votantes republicanos han atravesado un periodo de duda sobre Trump, un entendible plazo de remordimiento del comprador. Han salido a comprar a alguien más - pero han vuelto, al no haber encontrado una alternativa aceptable que pudiera igualar la fuerza de chico malo de Trump y su capacidad para traer un cambio indispensable. Temiendo que solo les queda una oportunidad de rescatar a su país, no han encontrado a nadie más que sea más grande que su problema."
"En mi experiencia, una vez que los votantes dudan pero vuelven, se vuelve menos probable que vuelvan a dudar," dice Castellanos. "El voto de un candidato se endurece."
Nos dice York que Castellanos en su email "cree que Trump o Ben Carson ganará el caucus de Iowa. Si es Trump, Castellanos lo ve ganando también en New Hampshire y después la nominación. Incluso si Carson gana Iowa, Castellanos ve muchas posibilidades de que Trump gane New Hampshire y después siga hasta conseguir la nominación.
"Si Trump gana Iowa y/o New Hampshire, Castellanos ve a un "establishment republicano desesperado" intentando decidirse por un candidato anti-Trump, tal vez Marco Rubio, para abatir a Trump. Pero esa sería una tarea muy difícil."
Castellanos lo explica invitándonos a que nombremos a un candidato presidencial republicano que en los últimos 40 años haya ganado la nominación sin haber ganado el caucus de Iowa o la primaria de New Hampshire. No hay ninguno.
"La historia no es amable con los candidatos que juegan al juego largo," dice Castellanos. "Ningún nominado republicano en la historia moderna ha fracasado a la hora de ganar Iowa o New Hampshire. Punto."
Las estadísticas están para romperlas, como se rompió en 2012 la que decía que el ganador de la primaria de Carolina del Sur terminaba siempre ganando la nominación. Pero apostando por un candidato que empiece a ganar las primarias de los estados grandes en primavera y negándose a dar su brazo a torcer, el establishment podría abocar al partido a una convención abierta.
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