"Los partidarios de Trump están más asegurados que los de su competidor más cercano, con el 51 por ciento de los partidarios del multimillonario diciendo que ya lo tienen decidido, en comparación con el 30 por ciento de los partidarios de Carson," dice la encuesta.
Trump también gana en autenticidad con el 41 por ciento frente al 18 por ciento de Carson. La cosa cambia cuando se pregunta qué candidato se preocupa más por los asuntos de los votantes: Carson, 22 por ciento; Trump, 18 por ciento.
Carson es el candidato más popular (74 por ciento) entre los votantes republicanos de New Hampshire, seguido de Rubio (68 por ciento) y Fiorina (67 por ciento). Los demás están por debajo del 60 por ciento, con Trump como el mejor situado.
Carson, Rubio y Fiorina también son los candidatos más mencionados como segundas opciones.
Bush destaca como el candidato "más preparado" para el 22 por ciento. Sin embargo, Trump le supera ampliamente (31-13) cuando se pregunta a los votantes quién sería mejor para lidiar con el Presidente ruso Vladimir Putin.
El apoyo a Bush es muy desigual entre republicanos conservadores y no conservadores. Entre los conservadores, el ex gobernador de Florida solo atrae el 6 por ciento de los apoyos; entre los no conservadores, alcanza el 16 por ciento.
El súper PAC de Bush, Right to Rise, ha emitido más de 1,800 anuncios de televisión en la última semana en varios estados, y en especial en New Hampshire. De momento, no vemos un efecto claro.
Trump lo hace mejor entre los conservadores (29 por ciento) que entre los no conservadores (18 por ciento). Carson lo hace igual de bien entre conservadores y no conservadores.
Trump no cae; se mantiene o sube
Mike Murphy, estratega del súper PAC de Bush, dijo ayer que Trump está bajando, pero las últimas encuestas lo desmienten. Un sondeo nacional de ABC News/The Washington Post que saldrá próximamente, tiene a Trump con una ventaja de 10 puntos (32-22) sobre Ben Carson. Otra encuesta nacional de Emerson College otorga a Trump una ventaja de 9 puntos (32-23) sobre Ben Carson, y lo sitúa incluso derrotando por 2 puntos (46-44) a Hillary Clinton en un hipotético enfrentamiento en las elecciones generales.
Otro dato que debería inquietar al establishment republicano: según Emerson College, Trump alcanza el 48% en la primaria de Massachusetts, que vota el 1 de marzo, superando ampliamente a sus más inmediatos perseguidores, Carson (14 por ciento) y Rubio (12 por ciento).
Cuando otros candidatos insurgentes ganaban en el pasado en Iowa, los expertos decían que no podían llegar lejos porque el abanderado del establishment ganaría fácilmente en los estados del Noreste, además de en los grandes estados. Esa lógica no parece aplicarse a Trump, quien da señales de ser muy competitivo en las primarias de estados de Nueva Inglaterra como Massachusetts y Vermont, los dos estados no sureños que votan en el primer Súper Martes.
Ronald Brownstein (National Journal) explica que la solidez de Trump sondeo tras sondeo se debe, ojo, a su increíble éxito en las clases más modestas del electorado republicano en todo el país por igual. Un fenómeno similar al de Ross Perot (multimillonario populista con seguidores pobres tanto en Michigan como en Texas), pero dentro del Partido Republicano.
Escribe Brownstein:
"El ala de cuello azul (obreros, trabajadores sin estudios superiores) del electorado de las primarias republicanas se ha consolidado alrededor de un candidato. El ala de cuello blanco (empleados de oficina y profesionales liberales) del partido sigue fragmentada.
"Esa puede ser la explicación más concisa de la dinámica que ha impulsado a Donald Trump a tener una ventaja consistente y a veces imponente en las primeras fases de la competición por la nominación presidencial republicana.
"Tanto las encuestas nacionales como estatales muestran a Trump abriendo una importante ventaja entre los votantes republicanos sin estudios universitarios casi en todas partes. Y en casi todos los casos, Trump está ganando más apoyo entre esos republicanos que no han ido a la universidad que cualquier otros candidato entre los votantes con al menos cuatro años de educación universitaria.
"En otras palabras, Trump está cimentando una sólida base de cuello azul, mientras que los votantes de cuello blanco que se resisten algo más a su candidatura todavía no se han unido alrededor de una sola alternativa. Esa disparidad es crítica porque tanto en la pelea por la nominación republicana de 2008 como en la de 2012, los votantes con y sin una licenciatura universitaria de cuatro años emitieron casi la mitad del total del voto de las primarias, según el análisis de las encuestas a pie de urna por parte del encuestador de ABC News Gary Langer. Con las dos alas con un tamaño casi similar, el mayor éxito de Trump en la consolidación de su franja explica en gran medida su ventaja en las encuestas."
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