Donald J. "El Donald" Trump (R) celebró uno de los días más gloriosos de su campaña, que coincidía con el aniversario del bombardeo japonés de Pearl Harbor, a bordo del portaaviones USS Yorktown en Mount Pleasant, Carolina del Sur.
El candidato ultragaláctico defendió su propuesta de prohibir la entrada al país a los musulmanes.
"Ni siquiera sabemos si nos aman o nos odian," dijo, provocando los aplausos de surcarolineses entregados a su causa.
"Hemos perdido el control. No tenemos ni idea de quién está entrando en nuestro país," denunció.
"El 25 por ciento de los musulmanes encuestados está de acuerdo en que la violencia contra los estadounidenses aquí en los Estados Unidos está justificada como parte de la yihad global," dijo, citando una encuesta.
Trump expresó su indignación con aquellos que no informaron antes de los planes de los terroristas de San Bernardino.
"Vi al vecino de al lado diciendo 'Oh, bueno, no informamos porque no queríamos que nos considerasen sospechosos por pertenecer a un grupo étnico,'" dijo Trump. "¡Vamos, hazme el favor!"
El Donald pidió a las personas del público que denuncien sin miedo. "Cuando vemos violaciones, tienes que informar de esas violaciones y hacerlo rápidamente. No os preocupéis de los controles selectivos. Os prometo que yo os defenderé de los controles selectivos."
Describió el bochorno que pasó escuchando el discurso del Presidente Obama el domingo por la noche. "Él no sabía por qué estaba ahí. Se niega a utilizar el término 'terrorismo islámico radical.' ¡Se niega a utilizar el término! Ni siquiera sé si él sabe qué demonios está pasando."
Por supuesto, no se olvidó de mencionar al senador local y candidato presidencial Lindsey Graham, uno de sus rivales más queridos.
"No entiendo a Lindsey Graham. Está literalmente en el cero por ciento y sigue hablando," dijo Trump asombrado. "Yo soy mucho más militarista que él."
"No entiendo a Lindsey Graham. Está literalmente en el cero por ciento y sigue hablando," dijo Trump asombrado. "Yo soy mucho más militarista que él."
También tuvo palabras para la gran prensa: el 75 por ciento de los medios de comunicación son "absolutamente deshonestos, una absoluta escoria."
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