martes, 15 de diciembre de 2015

El Donald y Marco hacen campaña en Las Vegas

Donald Trump: todos van a atacarme en el debate




La noche anterior al debate, Donald Trump (R) convocó a sus seguidores en el hotel y casino Westgate de Las Vegas, que conoceréis porque fue donde Leon Spinks derrotó a Muhammad Ali en 1978 y donde Robert Redford hizo Una proposición indecente (1993) a Demi Moore.

"¡Nos espera una gran noche mañana!," dijo El Donald. "Todos van a atacarme. No va a ser una noche en el paraíso para mí. ¿Estamos de acuerdo?"

Trump recordó su anuncio de candidatura de junio, orgulloso de lo lejos que ha llegado.

"¿Recordáis la famosa bajada por la escalera mecánica?," preguntó. Desde entonces, "muchas cosas buenas han ocurrido."

El candidato galáctico repasó sus buenos números en las encuestas nacionales y restó importancia al ascenso de Ted Cruz en Iowa. "Es un periódico horrible," dijo sobre el Des Moines Register, responsable de la encuesta que otorga 10 puntos de ventaja a Cruz en el estado del ojo de halcón.

Trump prometió construir un muro y reforzar el ejército.

"Vamos a hacer un ejército tan fuerte, tan poderoso, tan increíble, que nunca vamos a tener que utilizarlo," dijo. "Juntos seremos los mejores."


Marco Rubio: no quise esperar mi turno




Marco Rubio (R) y su mujer Jeanette (a la que The New York Times dedica una semblanza esta mañana) se encontraron con sus seguidores en el Hotel Renaissance a su llegada a Las Vegas.

El senador repasó los difíciles comienzos de su familia en el sur de Nevada, donde pasó seis años de su infancia mientras su padre trabajaba como camarero y su madre como limpiadora en un hotel.

Entrando en cuestiones políticas, Rubio destacó sus acciones contra el Obamacare en el Senado a través de una legislación para evitar el "rescate" de las compañías aseguradoras que perdieron dinero por participar en el programa.

"Todos los que se presentan a Presidente como republicanos lo hacen contra el Obamacare," dijo. "Pero yo soy el único de los que se presentan que ha logrado una victoria contra el Obamacare."

Rubio se ha convertido en la mejor esperanza del aparato del partido que teme a candidatos como Donald Trump y Ted Cruz, pero él sabe que con el actual estado de ánimo del electorado republicano no es aconsejable abrazar la etiqueta de candidato del establishment, y por eso recordó a la gente sus credenciales de outsider.

"Por eso decidí presentarme a Presidente. Y por eso ignoré las voces del establishment republicano en 2009 cuando me dijeron que no era mi turno para presentarme al Senado. Y por eso las he ignorado ahora cuando han dicho que no era mi turno para presentarme a Presidente. Porque es el turno de los que queremos que esta nación sea mejor de lo que nunca ha sido. El momento de actuar es ahora," dijo.

El último anuncio de televisión de Rubio está recibiendo muy buenas críticas. "El mejor anuncio de la campaña de 2016 hasta ahora," dice Michael Scherer, de TIME. "Rubio habla directamente a las bases negativas con un mensaje positivo."

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