El Donald (R) saluda a su gente el 5 de diciembre en Davenport, Iowa. (Foto: Charlie Neibergall/AP) |
En Team Trump confían en que el éxito de público de sus mítines/monólogos/conciertos/fiestas se traduzca en éxito de votos en el caucus de Iowa. Sam Clovis, co-presidente de la campaña de Donald Trump en Iowa, ilustra a The Washington Post con un mitin que celebraron en el condado de Clay hace unas semanas; solo 16,500 personas viven en ese condado del noroeste de Iowa, y más de 1,500 asistieron al mitin de El Donald. Clovis preguntó a la multitud cuántos de ellos no habían participado nunca en un caucus, y "el veinte por ciento levantó la mano."
¿Cuántos piensan participar en el caucus de 2016?, preguntó Clovis a continuación. "El mismo veinte por ciento levantó la mano." Hay gente nueva dispuesta a participar en un caucus solo para ayudar a Trump, sugiere Clovis. "Esto es algo que no se ha reflejado en las encuestas."
Sin embargo, según un estudio del Post, muchas de esas personas ni siquiera saben lo que es un caucus, no saben que participar en un caucus no es solo votar; es registrarse, reunirse en asamblea para escuchar a los representantes de los diferentes candidatos defender sus candidaturas, y, al final, votar. Es estar por lo menos un par de horas fuera de casa cuando ya ha caído la noche. Y no es tan estimulante como un mitin, porque allí no vas a ver a Trump.
"Al final, puede que nada de lo que está diciendo ocurra si es elegido, pero estoy dispuesto a darle una oportunidad," dice Randy Reynolds, un iowano de 49 años que votaba siempre a los demócratas antes de pasarse a los republicanos en 2004 y que este año se siente seducido por Trump. "Le daré el 100 por cien. Sería increíble si la mayoría de las cosas que ha dicho ocurrieran realmente. Eso sería increíble."
Randy y su mujer Bonnie nunca habían asistido a un mitin electoral hasta que fueron a ver a Trump a principios de este mes. ¿Pero tienen pensado participar en el caucus del 1 de febrero?
"Vamos a ver lo que hacemos," responde Randy. "Con los hijos y los nietos y todo esto, es todo muy frenético. Veremos. Si tenemos tiempo disponible, entonces sí, tal vez lo hagamos. Tal vez. Tendremos que verlo."
Su mujer Bonnie, a pesar de ser de Iowa de toda la vida, no tenía ni idea de lo que era un caucus hasta que una compañera de trabajo se lo explicó hace unas semanas y le animó a participar. Cuando asistió a un mitin de Trump el 11 de diciembre, rellenó una hoja con sus datos comprometiéndose a participar y votar por el magnate neoyorquino, lo que significa que el día D no pararán de llamarla para recordarle que tiene que ir, pero al igual que su marido, todavía no sabe si finalmente acudirá a la cita la noche del 1 de febrero.
Linda Stuver, una iowana de 61 años, acudió a su primer mitin electoral cuando fue a ver una vez a Mitt Romney en la recta final de las elecciones de 2012, pero no participó en el caucus de aquel año ni de ningún otro. Este año ha asistido al segundo mitin de su vida, uno de Donald Trump, y por primera vez lo ha hecho antes del caucus. Trump es su primera opción, seguido de Ted Cruz y Ben Carson.
"Esta es solo la segunda vez que estoy en una cosa de estas. Así de enfadada estoy con lo que está ocurriendo en nuestro país," dice esta mujer que crió a cuatro hijos trabajando como limpiadora y apaga el televisor cada vez que sale Obama hablando, aunque lo de votar nunca le ha motivado demasiado. "Ya ni siquiera puedo ver a Obama en la televisión. Tengo que apagarla, así de irritada estoy. Nosotros los viejos hemos visto muchas cosas, y lo que está pasando en nuestro país no está bien."
¿Pero está lo suficientemente enfadada como para ir al caucus a apoyar a Trump el 1 de febrero?
"No lo sé. Nunca lo he hecho," dice la señora Stuver.
Si bien es cierto que el electorado natural de Trump es menos políticamente activo en condiciones normales que el electorado de otros candidatos más clásicos, y en especial en los procesos internos del partido, Craig Robinson, editor del blog The Iowa Republican, cree que la desmotivación para salir de casa la noche del caucus puede afectar más a otros candidatos que no generan tanta pasión.
"Es una dificultad para todos los candidatos, porque un caucus es diferente a una votación. Un caucus es muy intempestivo," dice Robinson. "Requiere un compromiso de tiempo." Pero Robinson advierte: "También requiere un compromiso de tiempo asistir a un mitin de Trump, y miles de iowanos ya lo han hecho, mientras que otras campañas tienen dificultades para atraer a doscientas personas."
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