Preparativos para el debate de esta noche en el Quicken Loans Arena de Cleveland, el pabellón de los Cleveland Cavaliers de la NBA que albergará la convención republicana dentro de un año. (Foto: @fox8news) |
He recopilado las opiniones de varios expertos sobre el debate recogidas por los diferentes medios en los últimos días:
Charlie Black, veterano estratega republicano que asesoró a John McCain en 2008: "La verdadera competición para la nominación empieza con este debate. Tenemos una gran cantidad de candidatos muy buenos y capaces que ahora tienen una oportunidad de conseguir atraer atención y cobertura informativa, para tal vez desprenderse del síndrome de 'todo Trump todo el tiempo.'
"No vas a ganar la nominación en el primer debate, pero podrías perderla si cometes un error. Puedes perderla cualquier día, pero en especial en un debate - como Rick Perry."
Stuart Stevens, jefe de estrategia (chief strategist) de la campaña de Mitt Romney en 2012: "Recordad el primer debate que tuvieron en 2012. Mitt Romney ni siquiera estuvo en él. No creo que lo que vaya a ocurrir vaya a ser definitivo, pero nunca se sabe. Si alguien hace algo que sea especialmente inteligente o estúpido podría tener un verdadero impacto. Pero no creo que nadie deba estar buscando cerrar la venta en el primer debate. Es una introducción. Se han gastado miles de millones de dólares para convencer a la gente que haga sus compras de Navidades en agosto, y eso no ha tenido mucho éxito. No importa lo que hagan las campañas, los votantes van a tomarse su tiempo para resolver esto. Me sorprendería mucho que Donald Trump fuese candidato cuando lleguemos a Iowa y New Hampshire.
"Ante todo, un candidato tiene que tener confianza en su mensaje y en su capacidad para pronunciar ese mensaje, porque los espectadores verán eso - o verán cuando no la tienes."
Steve Schmidt, director de la campaña de John McCain en 2008: "Jeb Bush no tiene prioridad mayor que la de definirse a sí mismo como un hombre con ideas propias y una fuerza positiva de cambio.
"Las frases más devastadoras de los debates del pasado fueron el resultado de escuchar atentamente y esperar al momento adecuado para atacar - como el "Y dale con lo mismo" de Ronald Reagan a Jimmy Carter en 1980 o el "Tú no eres Jack Kennedy" de Lloyd Bentsen a Dan Quayle. Lo mejor es que los candidatos estén preparados para golpear en los momentos oportunos. Hay muy pocas ocasiones en las que los candidatos se apunten tantos por golpear primero; suele ser más a menudo al contragolpe. Si Trump empieza una pelea con Jeb, Jeb tiene que escuchar y buscar el mejor momento para devolver el golpe, y pegarle duro.
"Cualquiera que critique a Trump en otra parte pero tenga miedo de hacerlo a su cara se perjudicará a sí mismo."
Joseph Bafumi, profesor de gobierno en la Dartmouth College: "Jeb Bush querrá salir del primer debate pareciendo la alternativa más legítima a Donald Trump. Para él, el éxito significa ser elocuente, presidencial, demostrar tener un buen dominio de los asuntos y no ser eclipsado en esas formas por otros candidatos."
Vincent Hutchings, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Michigan: "El estatus de Bush como uno de los tres republicanos principales (junto con Trump y Walker) significa que no tiene que tomar riesgos para causar una impresión. Simplemente quiere mantenerse firme.
"Rondando el 6 por ciento en las encuestas naiconales, Marco Rubio podría estar más inclinado a desafiar a Trump en un intento por sobresalir entre los candidatos que buscan unirse a los favoritos. Pero ir detrás de Trump agresivamente podría enemistarlo con los votantes del Tea Party que apoyan al actual favorito y son clave para ganar la nominación. [Rubio] Tiene que generar agitación sin generar una reacción negativa."
Susan MacManus, profesora de ciencias políticas de la Universidad del Sur de Florida, descarta un enfrentamiento entre Jeb Bush y Marco Rubio: "Se respetan y se gustan mutuamente, y habrá ocho candidatos más en el escenario, cada uno de los cuales es una diana más tentadora. Si uno de ellos lo hace [atacar al otro], el otro responderá. Pero sería difícil imaginar el premio que obtendría cualquiera de los dos floridanos por ir con agresividad contra el otro."
Mitchell McKinney, profesor de comunicación en la Universidad de Missouri: "Será una discusión, un debate sobre, '¿Qué tipo de partido somos, qué vamos a defender?' ¿Emergerá alguno de los llamados republicanos moderados como el favorito? Creo que hay un montón de ellos, un montón de candidatos que tienden a inclinarse más hacia la derecha en su posición frente a los asuntos.
"Si miramos la media de las encuestas tienen a Donald Trump en el 18, 19, 20 por ciento. Eso deja muchos votantes indecisos o ligeramente comprometidos... o que simplemente toman una decisión basándose en el reconocimiento del nombre. Una vez que empezamos a ver a estos candidatos actuar en los debates, a menudo vemos grandes cambios y movimientos en los compromisos de los votantes, y creo que una de las cosas que señalamos en los debates de primarias [en comparación con los debates de las elecciones generales] es que tienden a tener mucho mayor efecto a la hora de ayudar a la gente a tomar decisiones.
"Una vez que Donald Trump esté en el escenario del debate y tenga que compartirlo con múltiples candidatos, porque esa es una de las características de estos debates... compartir el micrófono, compartir el tiempo, lo veremos interactuar no solo en sus propias entrevistas particulares o en sus mitines, sino estando ahí junto a esas otras personas... ¿Cómo interactuará con ellos? ¿Cómo los tratará? ¿Cómo los abordará? ¿Cómo contragolpeará cuando alguno de ellos vaya tras él? Toda esa dinámica está todavía por ver."
Aaron Kall, director de debates de la Universidad de Michigan: "Cualquiera estaría mintiendo si dijera que no conectará la televisión para ver a Trump. ¿Qué va a hacer? ¿Qué va a decir? Sin duda, va a ser la estrella del espectáculo."
"En especial para los candidatos que están muy rezagados tendría mucho sentido enfrentarse directamente a Trump, para asegurarse tener suficiente cantidad de tiempo en pantalla. Para los candidatos que ya están en los puestos de arriba es mejor jugar pensando a largo plazo. No implicarse demasiado.
"Para Trump, estar en un debate no tiene precedentes. Estamos en un periodo de descanso en las competiciones deportivas - no hay fútbol profesional ni universitario. Pero Trump ha despertado la curiosidad de mucha gente. Sin duda, ha pulsado algo entre los votantes de las primarias republicanas. La gente está ansiosa por ver cómo se traslada eso a un debate.
"Ignorar a Trump sería un gran error. Él es la razón por la que mucha gente va a encender la televisión. Meterse con él permitirá a los candidatos tener tiempo adicional y atención adicional. Después pueden pivotar hacia sus puntos destacados y sus mensajes. No quieres atascarte y hacer que el debate trate sobre él.
"Jeb Bush debe esperar estar también en el punto de mira de sus oponentes. Si Bush presume de que le llamaban 'Veto Corleone' como gobernador, un rival podría responderle con otra referencia a 'El Padrino': ¿Veto Corleone? En realidad Jeb Bush a mí me recuerda a Fredo [hermano de Michael Corleone]."
Robert Watson, profesor de estudios americanos de la Universidad Lynn de Boca Raton: "Trump es el amo de las citas jugosas. Será citado. Suyo será el segmento principal en los noticieros. Alguien más debe decir algo ingenioso y golpear a Trump. La mejor manera de tratar con Trump es reirse a su costa. Pero no demasiado fuerte, o Trump amenazará con presentarse como candidato independiente y desviar votos del nominado republicano. Es el niño consentido que cogerá su pala y se irá del arenero de juegos."
John Weaver, jefe de estrategia (chief strategist) de John Kasich: "Imaginemos la mentalidad de un piloto de NASCAR preparándose para una carrera, sabiendo que uno de los pilotos irá borracho. Prepararse para este debate es algo así."
Rick Wilson, consultor republicano de Florida: los rivales de Trump "deberían ser muy directos reconociendo la indignación que hay ahí fuera, pero al mismo tiempo no ser pillados tratando de ser más 'trumpistas' que Trump. Eso va en particular para Bush, quien está segundo después de Trump en muchas encuestas y en cualquier caso lo tendría difícil para atraer a los partidarios de Trump. Si Jeb entrara en una sala y dijera, 'A propósito, yo curé el cáncer, yo curé el SIDA. yo desarrollé una fórmula para la inmortalidad y creé una energía nuclear no contaminante, y le daré a todo el mundo un cachorro gratis,' los votantes de Trump todavía le dirían 'Que te jodan,' y todavía lo odiarían. Tienen un nivel de animosidad irracional hacia Jeb.
"Los puntos débiles de Trump quedarán expuestos cuando sea tratado como un político y no como una personalidad de la televisión. Tienen que empezar a pinchar un poco el globo de celebridad de Donald. Tienen que arrastrarlo al proceso político. Tienen que obligarle a ser más específico. Saben - y francamente él también lo sabe - que Donald se enfriará cuando hable de detalles concretos, cuando tenga que hablar de políticas reales."
Ed Lee, director de debates de la Universidad Emory de Atlanta: "Una de las peores cosas que probablemente Jeb Bush podría hacer es tirarse los trastos a la cabeza con Trump, porque le haría parecer menos presidencial. Trump en realidad es el troll. La tarea de Bush es no ser el troll: 'Soy el diplomático. Soy la persona con experiencia ejecutiva. Soy un Bush. Sé lo que significa estar en la Casa Blanca.' En esa coyuntura, sonríe y disfruta de tu estatus y asume que otros van a atacar a Trump y van a hacer el trabajo sucio por ti.
"Marco Rubio debe ser estratégico y averiguar cuál es su público en el debate. Está en una situación complicada porque compite por los apoyos del Tea Party y tiene que intentar levantarle partidarios a Donald Trump y evitar que Cruz o Paul hagan lo mismo. Si tuviera que darle algún consejo a Rubio, le sugeriría que encuentre una manera de contrastarse con Donald Trump y argumentar por qué es un candidato mejor para la gente que apoya a Trump. Y no preocuparse por el resto del pelotón todavía."
Frank Luntz, encuestador republicano: "Solo atacas al rey si puedes matarlo; si no, lo dejas en paz, porque el rey te matará. Así que más vale que los candidatos tengan algo bueno preparado si van a ir contra Trump. O podrían intentar encontrar un modo, en sus respuestas, de recordarle a Trump algo que otro candidato haya dicho y que le fastidie de verdad."
Matthew Hale, profesor de ciencias políticas de la Universidad Seton Hall: "Sería poco sabio por parte de Chris Christie irse a un mano a mano con Trump. Creo que el objetivo de Christie es darle a la gente un sitio al que ir cuando Trump finalmente implosione. Tiene que emplearse con dureza. Pero también tiene que mostrarse como alguien que tiene la capacidad de hablar de políticas concretas."
Larry Sabato, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Virginia: "Christie necesita estar tranquilo y orientarse hacia los asuntos. No puede dedicar sus siete minutos a ladrarle a Donald. Dejar a Trump en paz es la mejor estrategia para todos los aspirantes. Incluso si Trump casualmente mencionase a un candidato de forma negativa, yo lo ignoraría o diría, 'Necesitamos estar unidos como partido y sencillamente no responderé.'"
Scott Lasley, profesor de ciencas políticas en la Universidad del Oeste de Kentucky: "Un peligro que enfrenta Rand Paul es que cuanto más se diferencie de los republicanos de la corriente principal, tiene que asegurarse de que no se transforma poco a poco en Ron Paul. Podría utilizar la reforma del sistema penal para diferenciarse de los otros republicanos."
Tobe Berkovitz, profesor de comunicación de masas en la Universidad de Boston: "No vas a ser capaz de superar a Donald Trump en el 'showbusiness.' Ni siquiera lo intentes."
Julian Zelizer, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Princeton: "El objetivo de la mayoría de los candidatos será parecer políticos serios. Tratarán de hacer que Trump parezca alguien en quien el votante no pueda confiar. Que puede que sea divertido, pero no es alguien a quien quieras en el poder."
Mark Halperin, periodista de Bloomberg Politics: "Se están subestimando dos factores: permanecer 111 minutos en silencio y/pero estar preparado para hablar bien cuando llegue el momento; algunos estarán nerviosos.
"Algunos de los candidatos no tienen ni idea de que estarán nerviosos esta noche porque creen que han estado en escenarios comparables antes. Pero solo uno de los 10 que estarán en el escenario de Cleveland ha sido antes un intérprete estelar en un debate presidencial: el Gobernador Mike Huckabee.
"El desafío para candidatos de perfil bajo como Marco Rubio y Ben Carson es cómo destacar en especial si los moderadores les dan menos tiempo.
"Los reporteros hemos escuchado muchas veces las frases hechas de todos los candidatos. Pero no olvidemos que millones de personas escucharán esta noche por primera vez sobre 'Kohl's' [la tienda de descuentos donde Scott Walker hace sus compras]."
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