La gente reclamó un futuro mejor a Trump ayer en Mobile, Alabama. (Fotos: @DanScavino) |
"La escena de la noche del viernes pone un punto de exclamación en una extraordinaria carrera en la que el ostentoso magnate ha perturbado completamente la campaña presidencial y ha despertado un debate nacional no solo sobre la política sino sobre la propia cultura americana," escriben Robert Costa y Dave Weigel en The Washington Post tras presenciar en primera persona el mitin de Donald Trump (R) en Mobile, Alabama.
"La noche del viernes pareció un cruce entre un concierto de Lynyrd Skynyrd y el Daytona 500. La gente vino a ver a una celebridad, Trump, pero también para escuchar su fogoso llamamiento a revolucionar la política de la nación. Muchos asistentes dijeron que nunca habían asistido a un evento de una campaña presidencial," escriben Costa y Weigel. "Los seguidores de Trump vinieron por miles, conduciendo desde el 'panhandle' de Florida, desde Missisippi, desde Tennessee y desde Texas. Hubo atascos de tráfico de más de una milla."
"En las calles, Olaf Childress, un activista neo-confederado, repartió copias del periódico 'The First Freedom,' que tenían titulares sobre "crímenes de negros sobre blancos," "medios de comunicación ocupados" y "detalles censurados del Holocausto,"" describen.
Cheryl Burns, una mujer de 60 años, viajó en su coche desde California solo para ver a Trump.
"California ya no existe," dijo Burns. "Es un territorio internacional sin leyes. Todo es pa' quien lo quiera. Los inmigrantes ilegales están asesinando a la gente allí. La gente está siendo violada. Trump no está mintiendo sobre nada. El resto del país todavía no lo ha descubierto."
"Todos los que trabajan en nuestra tienda están entusiasmados con Trump," dijo Keith Quackenbush, un tendero de 54 años con un típico apellido sureño. "No importa la raza, el género o la edad. Adoran a Trump. Esto es un movimiento."
"Es la historia que está ocurriendo ante nuestros ojos," declaró Laura Teague, una de las pocas afroamericanas que asistió al mitin. "Voy a ayudar a Trump a hacer historia."
"Dice las cosas como son," declaró a POLITICO Bob House, de 57 años. "Nada de corrección política."
Amanda Mancini, de 33 años, voló desde Los Angeles. "Quería ser parte de esto. Al principio creía que sería pequeño, pensé que Trump no vendría hasta mí a California, así que tenía que venir a donde él estaba," declaró Mancini a CNN.
Brent Fritz y Jacob Murray, dos estudiantes de 19 años de la Universidad de Tennessee, salieron el viernes por la mañana desde Chattanooga.
"La corrección política es exagerada la mayoría de las veces. No puedes complacer a todos todo el tiempo. Él es directo," declaró Renee Shipley, una mujer de Satsuma, Alabama a USA Today.
"Aunque sea mega rico, piensa como un hombre corriente," destacó Shipley.
"Quiere hacer de este país un país mejor," declaró Cade McEwan, un crío de 12 años de Grand Bay, Alabama, que ya sueña con poder decir algún día que el Donald es su Presidente. "En el proceso no le importa lastimar los sentimientos de nadie," dijo Cade de Trump.
Carolyn Brown, una jubilada de 75 años de Silver Hill, Alabama, confiesa que siempre ha votado a los demócratas, pero Trump la ha convencido para votar a un republicano por primera vez en su vida.
"Creo que él es el hombre que Dios ha elegido para relanzar a América," dice Brown. "Parece capaz de aunar esfuerzos. Tiene el carisma. Todo el mundo quiere prestar atención a lo que dice."
Karl Mildenberger llegó en coche desde Nueva Orlenas porque cree que la experiencia de Trump en los negocios lo convertiría en un mejor Presidente que un político profesional.
"Si quieres cortarte el pelo vas a un peluquero. Si necesitas limpiar tus dientes vas a un dentista," argumentó Mildenberger. "Este tío sabe cómo hacerlo. Lo ha hecho antes. Y creo que puede echar una mano a América."
"Hemos reorganizado completamente nuestra agenda," confesó a The New York Times Bill Hart, un hombre de Pensacola, Florida. "Era como: 'Oh, no. Tengo que estar allí si Trump está tan cerca.'"
Hart añadió: "Nunca he hecho cola por un teléfono. Nunca he hecho cola un viernes de compras de Acción de Gracias. Ha habido cosas que he querido, pero nada por lo que valiera la pena esperar. Pero veo que se acerca un gran cambio en el país y quiero formar parte del cambio."
Quizás no fue un hecho aislado que el último debate republicano lo vieran 24 millones de personas, cuando la media de esos debates solía ser de 4 millones.
Quizás estemos subestimando la fascinación de EEUU por las celebridades - al fin y al cabo, California, un estado que se resiste a los republicanos en las últimas dos décadas, eligió al republicano Schwarzenegger solo porque era una celebridad.
Quizás todavía no somos del todo conscientes del cansancio de los votantes, muchos de ellos de clases medias bajas, con las promesas de los políticos profesionales (y los nombres habituales), y de la rebelión de un sector cada vez mayor de la población frente a Presidentes que ejercen como títeres de una élite mundial secreta entre cuyos planes se sospecha que se incluye el menoscabo de la soberanía y el poder de los Estados Unidos.
Entre unas cosas y otras, quizás era inevitable la eclosión de un movimiento nacionalista. Y si ese movimiento lo encabeza una celebridad con dinero y un historial personal ganador que fascina/interesa al público/consumidor...
Es posible que - no sabemos todavía si para bien o para mal dado el dudoso perfil moral de Trump - estemos presenciando algo único, así que, como observadores, disfrutadlo.
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