Como marido de una mexicana, Jeb Bush dijo sentirse personalmente ofendido por lo que Donald Trump había dicho el día de su lanzamiento como candidato presidencial - que muchos inmigrantes mexicanos "están trayendo drogas y crimen. Son violadores. Y algunos, asumo, son buenas personas."
"Este es un tipo que fue un demócrata durante la mayor parte de la década pasada," declaró ayer Bush sobre Trump a los reporteros, recoge The New York Times. "No creo que represente al Partido Republicano, y sus opiniones están lejos de lo que la mayoría de los republicanos de la corriente dominante piensan."
"Trump está equivocado," agregó Bush. "No es un tipo estúpido. No penséis que piensa que cada mexicano que cruza la frontera es un violador. Hace esto para inflamar y atraer la atención, que parece ser el principio organizativo de su campaña."
Trump no tardó en responder al ex gobernador de Florida.
"Hoy, una vez más, Jeb Bush demuestra que ha perdido el contacto con el pueblo americano," declaró el multimillonario neoyorkino a través de un comunicado. "No entiende nada sobre la frontera o la seguridad fronteriza. De hecho, Jeb cree que los inmigrantes ilegales que quebrantan nuestras leyes cuando cruzan nuestra frontera vienen "por amor.""
Pero Bush no está solo en el lado republicano en sus críticas a Trump. A la pregunta de la CNN de si los comentarios de Trump sobre los mexicanos perjudican al Partido Republicano, Mitt Romney, que lleva tiempo admitiendo que se equivocó al ignorar a los votantes hispanos en 2012, respondió ayer: "Sí, creo que ha cometido un error serio diciendo lo que dijo sobre los mexicanos-americanos."
George Pataki fue el primer presidenciable republicano que hace unos días hizo un llamamiento a sus colegas para que denunciaran a Trump por sus comentarios.
Uno de los primeros en reaccionar fue Marco Rubio, quien emitió un comunicado en el que decía que "los comentarios de Trump no son solo ofensivos y erróneos, sino también divisivos. Nuestro próximo Presidente necesita ser alguien que una a los americanos, no alguien que siga dividiéndolos. Nuestro inservible sistema migratorio necesita ser solucionado, y comentarios como esos nos alejan más - no nos acercan - de una solución. Necesitamos líderes que ofrezcan soluciones serias para proteger la frontera y arreglar nuestro inservible sistema migratorio."
Trump respondió afirmando que Rubio tiene "cero credibilidad en seguridad fronteriza" después de haber trabajado a favor de la reforma migratoria en 2013, y escribió un tuit en el que lanzaba una pregunta al senador por Florida: "¿Marco Rubio, qué le dices a la familia de Kathryn Steinle que fue brutalmente asesinada en California porque no podemos proteger la frontera? Defiende a los Estados Unidos."
Rick Perry, más prudente, ha dicho que es "un gran error" generalizar como hizo Trump.
Chris Christie escurrió el bulto al ser preguntado. "Me gusta Donald Trump. Es un buen tío. Y como he dicho desde el principio, será un candidato tan serio como él quiera ser. Esa es su elección."
Otros como Scott Walker y Rand Paul han evitado pronunciarse.
El asunto es a la vez una oportunidad y un peligro para los presidenciables republicanos serios que entren al trapo. Un momento Sister Souljah (reprender públicamente a un elemento extremista de tu partido para ganar estatura como líder y credibilidad entre los votantes independientes y moderados) puede ayudarte a ganar las elecciones generales, pero te puede condenar en las primarias del partido porque una parte muy activa de las bases conservadoras coincide con Trump en que personas y organizaciones con intenciones criminales aprovechan la debilidad y la inseguridad de la frontera para entrar ilegalmente en EEUU.
Puede ser especialmente peligroso para Bush y Rubio por sus antecedentes en la reforma migratoria. Y una gran oportunidad para Rick Perry, ex gobernador fronterizo, para sobresalir si supiera aprovechar la coyuntura.
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