sábado, 25 de julio de 2015

Donald Trump la toma con Scott Walker en Oskaloosa, Iowa



Ante algo más de 1,000 personas en un instituto de la zona central de Iowa, Donald Trump (R) ha criticado por primera vez a Scott Walker, el favorito para ganar el caucus republicano de Iowa.

"He oído que el único que me gana en Iowa es Scott Walker y no por mucho," ha dicho el Donald. "No puedo creerme que esté en segundo lugar. Por fin estoy segundo en Iowa. Pero él es de ahí al lado. Tíos, ¿me haréis el favor de ponerme en el primer lugar para que me sienta mejor?"

"Creció en la casa de al lado. Una pequeña ventaja, ¿verdad? Salvo porque Wisconsin va pésimamente," ha dicho el propietario de la empresa que organiza el concurso de Miss Universo. "Las carreteras son un desastre porque no tienen ningún dinero para reconstruirlas. Piden dinero prestado como locos. Proyectaron un superávit de 1,000 millones y en lugar de 1,000 millones - apunté todo esto, aunque no lo necesito porque tengo una memoria verdaderamente buena -, pero proyectaron un superávit de 1,000 millones y resulta que es un déficit de 2,2000 millones."

Trump ha acusado a Walker de haber apoyado el Common Core en su primer mandato y de haber cambiado de postura cuando vio que lo podían hacer papilla.

"Estuvo totalmente a favor del Common Core, cosa que yo aborrezco, lo aborrezco," ha dicho Trump.

No está claro si el célebre empresario ataca a Walker por consejo electoral de sus asesores o porque uno de los recaudadores del gobernador de Wisconsin escribió esta semana en un email recaudatorio que Trump es "tonto de remate." Probablemente sea por esto último.

"Y luego hoy he leído esta horrorosa declaración de su recaudador de fondos sobre Trump. Y he dicho, 'Oh, por fin puedo atacarlo. Por fin. Por fin. Nunca hubiera hecho esto,'" ha explicado Trump, quien hasta ahora no había dicho nada de Walker.

Trump ha vetado a The Des Moines Register, el periódico de mayor tirada en Iowa, porque hace unos días publicó un editorial pidiéndole que se retirara de la carrera. Encaja las críticas casi tan mal como Obama.

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