Eso significa que Carly Fiorina, Lindsey Graham y George Pataki podrán debatir con Bobby Jindal, John Kasich y Rick Santorum en el debate de la tarde, aunque no alcancen el mínimo de un 1% que se exigía.
En prime time, a las 9 de la noche, participarán los 10 candidatos con mejor promedio, que son, según el New York Times, Donald Trump, Jeb Bush, Scott Walker, Marco Rubio, Rand Paul, Ted Cruz, Mike Huckabee, Ben Carson, Chris Christie y Rick Perry.
Los 10 del debate de las 9 de la noche:
Los 6 del debate de las 5 de la tarde:
Bret Baier, Megyn Kelly y Chris Wallace serán los moderadores.
¿Cómo ganar el debate republicano de 10 candidatos?
Karl Rove nos lo explica en The Wall Street Journal:
"Aunque el debate esté siendo anunciado como un debate de dos horas, el gran número de candidatos garantiza que parezcan más 10 conferencias de prensa simultáneas. Tras las presentaciones, las preguntas y los anuncios, cada candidato tendrá aproximadamente 10 minutos de tiempo para hablar, divididos en respuestas de un minuto y rebatimientos de 30 segundos, mas un breve alegato final. Esto se traduce en unas siete preguntas por candidato.
"En un debate como este, los candidatos deben expresar - en palabras, tono y apariencia - dos o tres cosas que quieran que recordemos. Si no tienen un relato o fracasan a la hora de compartirlo... es su culpa, no de los espectadores.
"Los candidatos necesitan contraargumentos sólidos a sus debilidades percibidas. El humor, en especial si es crítico con uno mismo, es una de las herramientas más poderosas. La mayoría de los candidatos estarán preparados para desplegar frases divertidas si el momento es apropiado.
"¿Recordáis al Presidente Ronald Reagan en su debate de octubre de 1984 con Walter Mondale? Los críticos habían hecho de la edad de Reagan - tenía 73 años - un asunto de campaña a favor de Mondale, que tenía unos briosos 56 años. Reagan despachó el asunto con una broma: "No voy a explotar por electoralismo la juventud e inexperiencia de mi oponente." El público y Mondale se rieron. Pareció fácil. No lo era.
"En una aglomeración de varios candidatos como la del debate de la semana que viene, alguien que agreda sin una provocación previa puede perjudicar a quien se dirige pero es probable que se perjudique más a sí mismo en el proceso. Eso se debe a que el contragolpe es a menudo más poderoso que el golpe. Corregir informaciones equivocadas puede ser una respuesta sólida, en especial si no se hace defensivamente sino con confianza, brío e ingenio.
"Vigilad el tono arrogante o condescendiente. ¿Recordáis los comentarios del entonces Senador Barack Obama en el debate de la primaria de New Hampshire en enero de 2008? A Hillary Clinton se le pidió que respondiera a los votantes que no la encontraban simpática. La pregunta iba dirigida a Clinton, pero Obama interrumpió: "Eres lo suficientemente simpática, Hillary." Eso nos dijo más sobre él que sobre ella.
"Luego están los comentarios que pueden perseguir a un candidato hasta las elecciones generales. En el debate republicano de enero de 2012 en Tampa, Mitt Romney sugirió que la inmigración ilegal podría ser resuelta en parte a través de las "auto-deportaciones." Terminó ganando solo el 27% del voto hispano en noviembre.
"Puede que algunos candidatos utilicen su tiempo para saldar cuentas o para desviar la conversación en una dirección diferente. Las dos cosas son aceptables, pero solo si también ofrecen una respuesta directa a la pregunta formulada. No responder degrada la credibilidad.
"La televisión es un medio frío, así que la mayoría de las veces ser caliente en un debate es malo. El enfado no vende, excepto cuando está justificado como defensa propia. En el debate de enero de 2012 en Jacksonville, Romney rebatió los ataques sobre sus finanzas: "Me he ganado el dinero que tengo. No lo heredé." El público lo vitoreó.
"Gran parte de lo que la gente piense sobre los debates viene de los fragmentos que se emiten después. Pero con las redes sociales, hay un debate sobre el debate que tiene lugar durante el debate. Hubo 10.3 millones de tuits durante el debate Romney-Obama de 2012. Imaginad lo que ocurrirá ahora con tantas plataformas disponibles y las campañas explotándolas todas.
"Finalmente, prestad atención a la impresión personal que cada candidato genere. Aparecer confiado, cómodo, tranquilizador y bien informado puede ser tan importante como el decir las cosas apropiadas. Los espectadores buscan una persona real, no un intérprete.
"En 2000, los amigos del entonces Gobernador George W. Bush le dijimos antes de los debates "sé tú mismo." Suena simple, pero no lo es dada la presión y la tendencia al exceso de preparación. Dejar salir tu yo interior puede ser irresistiblemente eficaz. Cuando el Vicepresidente Al Gore intentó intimidar a Bush durante su tercer debate invadiendo el espacio de Bush para amenazarlo, estaba siendo él mismo. Como estaba siendo él mismo el gobernador de Texas cuando se detuvo durante un instante, saludó a Gore y lanzó una mueca cómplice al público."
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