Hillary Clinton (D) repitió ayer su advertencia de que ante todo hay que evitar que un republicano salga elegido Presidente en 2016. "Ahora mismo, nuestro país se merece seguir avanzando, no dar un giro de 180 grados para volver de donde venimos," dijo en un pequeño evento en la biblioteca pública de Iowa City. "Eso no funcionó antes y no funcionará otra vez."
Lo más destacado de su intervención, en la que aceptó preguntas de los votantes, es que habló más abiertamente del control de armas de fuego. Parece una táctica para conpararse con el historial de Bernie Sanders, quien en el pasado se opuso a algunas medidas de control en el Senado.
Sin citar al senador por Vermont, Hillary dijo que ella pensaba hablar "sobre el uso descontrolado de armas en nuestro país" y defendió la aprobación de medidas que obliguen a la comprobación de los antecedentes de los compradores de armas. "No tengamos miedo del lobby de las armas, que ni siquiera representa a la mayoría de los propietarios de armas en América," dijo.
Al término del acto vimos otro cambio posiblemente provocado por el ascenso de Bernie Sanders: Hillary atendió a los reporetos durante ocho minutos.
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