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| Un adelanto del logotipo electoral de 'Scott Walker 2016' que el futuro candidato ha ido enseñando a cachitos en Instagram. Destaca la "E" de Walker convertida en bandera de EEUU. |
Scott Walker (R) anunciará su candidatura presidencial el próximo lunes en el condado de Waukesha, un suburbio de clase media blanca de Milwaukee que es el corazón del electorado republicano de Wisconsin.
Dan Balz (The Washington Post) ha tenido la oportunidad de hablar con los asesores del gobernador de Wisconsin en estos días previos a su entrada en la carrera presidencial, y, a pesar de que ningún gobernador de un estado no gigante - California, Texas, Nueva York, Florida - ha ganado la nominación presidencial de uno de los dos grandes partidos en su primer intento - Romney, gobernador de Massachusetts, la ganó al segundo intento en 2012 - desde Bill Clinton en 1992 - y la republicana desde Alf Landon, gobernador de Kansas, en 1936 -, ha comprobado que los hombres del gobernador son muy optimistas porque creen que "Walker está equipado de manera única entre los candidatos para apelar a todo el arco del Partido Republicano."
"El taburete tiene tres patas," explica su probable director de campaña (campaign manager) Rick Wiley, refiriéndose a los anti-gobierno, las élites gobernantes y los evangélicos, o a los republicanos que dan prioridad a los asuntos del bolsillo, los republicanos que priorizan la seguridad nacional y los republicanos religiosos. "Nosotros jugamos en las tres competiciones. ¿Quién más lo hace?"
"Entre los activistas del Tea Party," dice Wiley, "gusta el estilo combativo de Walker y el hecho de que haya ganado múltiples elecciones mientras estaba siendo asediado. Sus raíces como hijo de un pastor baptista y su fe le permiten llegar al ala de los conservadores sociales."
Por otro lado, "como un gobernador que está en su segundo mandato y que ha recaudado más de 80 millones de dólares para sus campañas de Wisconsin, Walker tiene reclamo en círculos del establishment, incluso aunque no pueda igualar la destreza de Bush en la recaudación de fondos."
En Team Walker consideran que "Iowa es la clave" por su cercanía con Wisconsin. Sus asesores esperan que "gane el caucus de Iowa a comienzos del año que viene" y pueda continuar con "un puesto entre los tres primeros en New Hampshire y Carolina del Sur." También creen que puede "conseguir una victoria en el caucus de Nevada" por el formato de la prueba - caucus en vez de primaria -, aunque no sea imprescindible.
Eso le garantizaría una plaza entre los finalistas que se disputarían de verdad la nominación, porque dudan que "cualquiera que no gane uno de los cuatro primeros estados avance al intenso calendario de competiciones de marzo." También dudan que "alguien tenga suficientes delegados para asegurarse la nominación cuando termine marzo" y creen que "la carrera seguirá dale que dale hasta mayo."
En ese escenario con menos competidores creen que Walker, por su sintonía con el votante republicano estándar, tendrá más opciones de conseguir victorias clave porque el simple hecho de que la carrera se alargue puede ser un síntoma de la debilidad del otro contendiente importante, probablemente alguien con más nombre y apoyo en el establishment pero con más puntos débiles entre los conservadores (aquí se aplica la lógica de que si un candidato como Santorum, sin ninguna aceptación en el establishment, generó los problemas que generó a Romney en las primarias de marzo y abril, imaginad lo que podría llegar a conseguir un candidato más serio como Walker).
Para ello, el primer desafío, nada sencillo, será manetenerse en cabeza en las encuestas en Iowa hasta febrero, con lo que eso supone; entre otras cosas, superar los debates, donde habrá otros candidatos - los senadores y Huckabee - con más experiencia en oratoria y más tablas en televisión.
La gran incógnita es si Walker dará la talla a la hora de abordar asuntos que no ha tenido que tratar hasta ahora como gobernador de Wisconsin, como la inmigración, el terrorismo y, sobre todo, la política exterior, el campo en el que normalmente se pilla a los candidatos que llegan poco preparados.
Dicen en Team Walker que llegan preparados. El precandidato está estudiando y su equipo ha trabajado con dos grupos de enfoque en Iowa para identificar lo que los votantes quieren de él.
"Aunque no es muy conocido, el gobernador tiene una oportunidad significativa de expandir su atractivo. Se han mostrado varios vídeos sobre Walker a los grupos de enfoque y han sido receptivos a la narración de su historial en Wisconsin," cuenta Balz.
"Tenemos mucho con lo que trabajar," comenta Wiley.
El otro reto será el financiero. En ese terreno los asesores de Walker tampoco tienen dudas. Gracias a que sus campañas en Wisconsin recibieron atención nacional, el gobernador de Wisconsin tiene una lista de correos electrónicos de más de 700,000 potenciales pequeños donantes - más que Mitt Romney cuando montó su campaña de 2012 - y "ha mantenido 30 reuniones con potenciales grandes donantes" en los últimos tres meses. Espera que sus dos comités - un comité 527 y un súper PAC que todavía no han dado a conocer sus cifras recaudatorias - hayan recaudado más de 20 millones de dólares antes del 30 de junio, y recauden al menos otros 20 millones de dólares antes de que termine el año. Un total de unos 40 millones de dolares, aparte de lo que recaude la campaña, que le permitiría competir sin problemas en la primera fase del proceso electoral.
¿Quién creen que será su principal rival en las primarias republicanas? Identifican a dos rivales: Jeb Bush y Marco Rubio.
"Durante meses, el equipo de Walker se ha estado preparando para competir contra el dinero de Bush y la persuasiva historia personal de Rubio," dice Balz. "Sus asesores dicen que el currículum de Walker como gobernador es más actual que el de Bush y provoca un mayor contraste con el Presidente Obama. Rubio tiene cualidades de las que Walker ha hablado favorablemente en privado, pero los asesores de campaña del gobernador consideran que el senador de un solo mandato está mucho menos probado."
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