El Gobernador Scott Walker (R), de Wisconsin, inició ayer una visita de tres días a Washington, DC. que incluye una charla en un foro público, una cena en un exclusivo club social de la capital, reuniones privadas con consultores y lobistas para dotarse de personal de cara a una posible campaña, y una entrevista en un talk-show dominical.
Walker llegó apadrinado por el financiero Fred Malek, ex presidente de Northwest Airlines y de Marriott Hotels. Malek, que ha sido un importante recaudador de fondos para candidatos republicanos en el pasado, no está apoyando oficialmente a Walker pero ha querido hacerle de cicerone porque es el político con el que se metería en una madriguera en mitad de un tiroteo, según Time. "Es un líder espectacular," dice Malek de Walker.
La primera escala del gobernador de Wisconsin en Washington fue ayer en la sede de American Action Forum, un instituto de política pública de centro-derecha que utilizó como tribuna para dar pistas sobre cuál será su mensaje electoral si decide presentarse a Presidente.
Repasó sus políticas económicas y educativas en Wisconsin y describió sus orígenes en una familia corriente del Medio Oeste - "Aprendí pronto el valor del trabajo duro," dijo -, y, sobre todo, criticó los modos y los usos de Washington, algo que ya dio resultado en el pasado a varios gobernadores que llegaron a la Casa Blanca.
"La mejor manera de hacer avanzar a este país es transfiriendo el poder de Washington a la gente que trabaja duro en este país," dijo Walker, quien nació en Colorado, pasó su infancia en Iowa y se hizo un hombre en Wisconsin.
"Washington es una especie de bóveda. A mí me gusta llamarlo 68 millas cuadradas rodeadas de realidad," bromeó, parafraseando al ex gobernador de Wisconsin Lee Dreyfus, quien describía del mismo modo la capital administrativa de Wisconsin, Madison.
"Es bonito ver la Catedral Nacional de noche, caminar junto al río Potomac y ver el Centro Kennedy. Ver la Explanada Nacional y los monumentos a Lincoln, Washington y Jefferson. Hay algo maravilloso en ser un recién llegado a la capital de nuestra nación. Y a lo largo de los años nunca he perdido eso, mirar esos grandes monumentos y pensar en esos grandes líderes... Pero tengo que decir que por mucho que me encante venir aquí, me encanta mucho más volver a casa," dijo.
Señaló que lo que menos le gusta de Washington es "este enfoque de un gobierno vertical, que gobierna de arriba a abajo, que sabe más que nadie," un planteamiento que "no ha funcionado en el pasado y no funcionará en el futuro."
"Seis de los diez condados más ricos de América están aquí," dijo refiriéndose a los suburbios de la capital federal. "Para mí eso sugiere que existe una desconexión entre aquellos que en Washington quieren ampliar el gobierno, y el resto de nosotros que queremos hacer crecer la economía con personas reales, en ciudades, pueblos y villas de todo este gran país."
Dijo que quiere "hablar de ese contraste" que existe entre el centro del poder político nacional y el resto del país, donde ve "ansias de algo nuevo, de algo fresco, de algo dinámico que diga, 'en lugar del gobierno de arriba a abajo que lo sabe todo que hemos visto durante demasiado tiempo en Washington, queremos algo que esté forjado por ideas grandes y valientes, no solo procedentes de los estados, sino de comunidades locales de todo este país.'"
Pero el Gobernador Walker sabe que si quiere llegar a la Casa Blanca, necesita washingtonear. Y eso es lo que está haciendo este fin de semana: mañana aparecerá en This Week (ABC), y esta noche participará en una cena del Club Alfalfa, que se llama así por la planta herbácea - ¿o es por Alfa Alfa? -, un círculo social que el último sábado del mes de enero de cada año suele celebrar una exclusiva cena para conmemorar el nacimiento del general confederado Robert Lee y la entrada de nuevos miembros en el club - esta noche se iniciará a Mitt Romney como miembro.
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