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Scott Walker causa una muy buena primera impresión
En su debut en Iowa, el gobernador de Wisconsin saltó al escenario con la camisa remangada y unas pulseras de colores que resaltaban su apariencia juvenil, y optó por hablar sin apuntes.
Lo de prescindir de la chaqueta parece estar más vigente que nunca en los manuales electorales - hasta alguien tan formal como Romney cayó en ello en 2012 -, incluso hay caraduras que hoy cobran un dineral por aconsejar a los candidatos que se despojen de su americana cuando lo cierto es que es una argucia muy vieja y manida - ahora me viene a la mente Bill Clinton posando en la estación de ferrocarril de Hope hace veintitrés años.
Walker empezó agradeciendo a los activistas de Iowa la ayuda que le prestaron en sus tres campañas ganadas en Wisconsin, y de forma especial en la elección revocatoria de 2012.
Se presentó como un reformista conservador con resultados, asegurando que el país podría beneficiarse si el gobierno federal tomase las mismas acciones que él ha tomado en Wisconsin.
"No tuvimos miedo de hacerlo a lo grande y ser valientes" en Wisconsin, dijo. "Puede que por eso ganase las elecciones a gobernador tres veces en los últimos cuatro años. Tres veces, eso sí, en un estado que no ha votado a un republicano para Presidente desde que yo estaba en el instituto hace más de treinta años. Si no tienes miedo de hacerlo a lo grande y de ser valiente, puedes obtener resultados de verdad. Y si obtienes resultados, los votantes te apoyan."
Recordó las amenazas de muerte que recibió cuando se disponía a recortar el poder de los sindicatos de funcionarios y cómo a pesar de ello siguió adelante porque se sentía obligado a hacer lo que prometió que iba a hacer.
"En un momento dado, las amenazas fueron contundentes," evocó. "Algunas de las peores fueron dirigidas contra mi familia. Literalmente, alguien me envió una amenaza diciéndome que iban a destripar a mi mujer como a un ciervo."
En otra ocasión, "un detractor envió una amenaza directamente a mi mujer que decía que si ella no hacía algo para pararme, yo sería el primer gobernador de Wisconsin asesinado," dijo.
Resaltó sus políticas de reforma educativa, la reforma del impuesto sobre el patrimonio, la eliminación del déficit y la eliminación de las ayudas públicas a organizaciones abortistas; todas bien recibidas por los activistas conservadores.
Dejó varias pinceladas biográficas, recordando que vivió en Iowa parte de su infancia antes de trasladarse a Wisconsin, que trabajó preparando hamburguesas en el McDonald's para pagarse los estudios, y que tiene por costumbre hacer la compra en Kohl's con vales de descuento.
"Apuesto a que ni siquiera tiene un ascensor para coches" como el de Mitt Romney, bromeó Dave Weigel en Twitter tras escuchar a Walker, y es que eso es precisamente lo que buscaba Walker en esa parte de su discurso; demostrar que procede de la clase media.
Al final de su intervención, casi confirmó que se presenta a las presidenciales. "Voy a volver muchas más veces en el futuro," les dijo a los iowanos.
Cameron Joseph, reportero de The Hill presente en el Iowa Freedom Summit, considera a Walker uno de los ganadores de la velada. "La mayor interrogante para Walker mientras se prepara para una carrera [presidencial] es si tiene la pasión y el talento electoral para enfrentarse sobre el escenario a otros candidatos. Y puede que en su primer discurso importante en Iowa haya hecho mucho por disipar la idea de que carece de carisma," escribe Joseph.
"Para ser alguien que ha entrado hace poco en la discusión del 2016 y no ha pasado mucho tiempo en Iowa, el Gobernador Scott Walker causó una impresión positiva el sábado," puede leerse en el Des Moines Register.
Craig Robinson, editor de The Iowa Republican, declaró al Sioux City Journal que Walker le pareció "el ganador" del evento, en gran medida porque dejó "una excelente primera impresión" y las primeras impresiones cuentan mucho en el desarrollo posterior de las opiniones sobre un candidato.
Chris Christie: sabéis quién soy
El gobernador de New Jersey impugnó algunas opiniones que sostienen que el electorado de Iowa no está hecho a su medida.
"Hay una creencia popular en Washington, DC. de que no somos amigos, de que posiblemente un republicano conservador de New Jersey no puede compartir los mismos valores que un republicano conservador de aquí de Iowa. Han estado equivocados cada vez que han dicho eso en los últimos cinco años y están equivocados hoy," exclamó Christie.
"He escuchado y leído la creencia popular de que de alguna manera un tipo de New Jersey no sería bienvenido o comprendido en el Iowa Freedom Summit. Que de algún modo yo soy demasiado ruidoso, demasiado cortante y demasiado directo. Pero dejad que os diga que he estado en Iowa once veces en los últimos cinco años. Dejad que os pregunte: si fuera demasiado cortante, demasiado directo, demasiado ruidoso y demasiado New Jersey para Iowa, entonces ¿por qué me seguís invitando? Si los valores por los que lucho cada día en New Jersey y alrededor de todo el país no son congruentes con vuestros valores, entonces ¿por qué he seguido volviendo?" preguntó para a continuación responderse: "Lo hago porque nuestros valores son acordes y estamos luchando juntos para mejorar este país."
Un grupo de activistas proinmigración interrumpió su discurso. "¿No saben que soy de Jersey?" reaccionó Christie con humor.
El gobernador pidió una oportunidad a los elementos más conservadores del electorado republicano de Iowa, delatando que está decidido a presentarse a las próximas elecciones.
"Estoy seguro de que no estaréis de acuerdo conmigo o con ningún otro candidato en cada asunto. Si queréis un candidato que esté de acuerdo con vosotros en un 100 por cien del tiempo, dejad que os dé un consejo: Vete a casa y mírate al espejo," dijo. "Puedo deciros que siempre sabréis quién soy, siempre sabréis en qué creo y siempre sabréis qué defiendo."
Les recordó su historial provida y su oposición al matrimonio homosexual en contra de la corriente mayoritaria de su estado. "La noción de que nuestro partido debe abandonar nuestra creencia en la santidad de la vida para ser competitivo en los estados azules es sencillamente falsa y yo soy una prueba viviente de ello," dijo. "Ser honesto sobre tus sentimientos más profundos con la gente que esperas representar no es nunca un lastre político, y nunca dejaré de hacerlo exactamente de ese modo."
Vendió sin disimulo su fórmula para ganar las elecciones presidenciales de 2016. Repasó su éxito en New Jersey con los votantes independientes y con las minorías y cuestionó la presunción de que hay estados rojos y azules adjudicados de antemano a candidatos de uno y otro partido. Dijo que no cree que las elecciones de 2016 deban ser como las últimas cuatro, en las que cada candidato parte con una base de veinte estados y al final lo que debería ser una campaña nacional en la que viéramos a un republicano haciendo campaña en Connecticut o a un demócrata en Montana, se limite a una pelea en Ohio y algún estado más.
Steve Deace, el influyente locutor de radio conservador de Iowa, declaró al National Journal que no cree que Christie hiciera nuevos partidarios entre los activistas más conservadores pero sí considera que el gobernador de New Jersey acertó asistiendo al evento porque "es el único de los que están compitiendo por ser el candidato del establishment que está hoy aquí."
Todo el mundo adora a Ben Carson
Ben Carson demostró por qué es el postulante perfecto para una audiencia conservadora como la que ayer se dio cita en Des Moines. No hay nadie que combine como él el humor, la crítica a las creencias y las imágenes idealizadas por la izquierda, y una historia vital de película.
Empezó hablando de la educación que considera que es "la gran divisoria en nuestro país," y de cómo la insistencia de su madre para que estudiase cambió su vida.
Pronto pasó a cuestiones más polémicas, exponiendo sus severos y a veces inflexibles puntos de vista con un estilo suave y sencillo.
"Creo que quienquiera que gane en 2016, y estoy seguro de que va a ser un republicano, su primer objetivo debería ser sellar la frontera en menos de un año," dijo el neurocirujano provocando el aplauso general.
Defendió un enfoque que describió como "de sentido común" frente a la crisis migratoria que incluye una modernización del programa de trabajadores temporales siempre y cuando los inmigrantes ilegales estén dispuestos a asumir puestos de trabajo que no se pueden cubrir con ciudadanos estadounidenses.
"No podemos permitir que los progresistas nos callen mediante la corrección política," se quejó. "Si quieren actuar como chicos de tercer curso e insultarnos, dejadles."
Todo el mundo adora a Ben Carson, titulaba ayer el Des Moines Register, destacando que electrizó al público y abandonó el escenario en medio de una ovación de pie.
Incluso el magnate Rupert Murdoch, quien siguió el evento desde su casa, tuiteó después de escuchar al doctor: "La campaña del 16 está empezando. Es muy pronto, pero observad a Ben Carson. Leí su autobiografía hace años. Es un valiente triunfador con principios. Una gran historia americana."
Pero Carson tendrá que traducir su visión general en propuestas concretas si quiere convertirse en un candidato de primer nivel, porque Cameron Joseph cuenta en The Hill que "a ratos se movió con dificultad en una rueda de prensa posterior al discurso, ofreciendo respuestas vagas en una serie de asuntos y negándose a contestar si creee que el aborto debería ser criminalizado."
Otros
Rick Perry (ver vídeo) fue interrumpido por 13 activistas de organizaciones favorables a la legalización de inmigrantes ilegales que esperaron al turno del ex gobernador de Texas para hacerse escuchar. El incidente convirtió automáticamente a Perry en un héroe para los activistas conservadores ya que las ganas que le tienen las asociaciones de inmigrantes ilegales se deben a que en el último año Perry se ha convertido en la cara visible de la oposición a las acciones del gobierno federal ante a la crisis fronteriza.
Mike Huckabee (ver vídeo), que puede presumir de haber recibido el 34 por ciento del voto en el caucus republicano de Iowa en 2008, combinó críticas a la gestión de Obama con argumentos a favor de su hipotética candidatura presidencial. Ratificó su oposición a la intervención federal en la legalización del matrimonio homosexual y aclaró que se opone a una subida del salario mínimo y al Common Core, del que dijo que se ha transformado en algo diferente a lo que era cuando él era gobernador de Arkansas.
Ted Cruz (ver vídeo) y Rick Santorum (ver vídeo), dos de los representantes más conservadores del programa de oradores, hablaron de la necesidad de ampliar la coalición de los republicanos pero no con los conocidos agrumentos de los analistas y los expertos electorales, sino con una vuelta a los principios.
"Buscamos forjar un ejército de base," dijo Cruz, animando al público a que se registre para recibir actualizaciones de su oficina. "Juntos, necesitamos armar de nuevo la coalición de Reagan," dijo.
Santorum dijo que los republicanos tienen que ofrecer algo más que críticas a Obama si quieren ganar. "Señalar con el dedo y culpar a alguien no hace que impongamos nuestro punto de vista," dijo.
Al igual que en su campaña de 2012, Santorum hizo de la inmigraicón un tema central de sus argumentos, llegando a decir algo que podría haber firmado Pat Buchanan en su día: "También tenemos un problema con la inmigración legal. La inmigración legal está en su nivel más alto de siempre... Hay más gente no nacida en este país de la que nunca ha habido en la historia de este país... Y está afectando a los trabajadores americanos. Necesitamos una política migratoria que dé prioridad a los trabajadores americanos."
Carly Fiorina (ver vídeo), ex presidenta de Hewlett-Packard, aprovechó para dar a conocer detalles personales, como su batalla contra el cáncer de mama, y sus opiniones acerca de asuntos desvinculados de su trayectoria profesional. Puso mucho empeño en explicar que se opone al aborto y lanzó críticas a la gestión de Hillary Clinton como secretaria de Estado, refrescando el episodio de Benghazi.
Con su chulería habitual, Donald Trump (ver vídeo) no defraudó y dio titulares. Lo que más nos interesa son sus dardos contra Mitt Romney y Jeb Bush, ausentes ayer.
"No puede ser Mitt. Ya se presentó y fracasó. Fracasó," dijo sobre el ex gobernador de Massachusetts.
"La última cosa que necesitamos es otro Bush," dijo refiriéndose al otro favorito y se quejó de que Obama fue elegido por culpa del hermano mayor de Jeb Bush.
Más discursos: John Bolton (ver vídeo), Jim Gilmore (ver vídeo), Sarah Palin (ver vídeo) y Marsha Blackburn (ver vídeo).
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