Hillary Clinton mantiene una gran popularidad entre los demócratas de Iowa (88%) y New Hampshire (86%), aunque en intención de voto ha caído 7 puntos y 6 puntos, respectivamente.
La encuesta de Bloomberg Politics otorga a Hillary una mayor ventaja sobre Bernie Sanders que una reciente encuesta de Suffolk University en la primaria de New Hampshire, pero también registra el ascenso del veterano senador por Vermont.
"Las encuestas sugieren un apoyo real y simbólico para el socialista, así como ansias entre algunos demócratas por que surja un rival de Clinton." destaca John McCormick (Bloomberg Politics).
Tanto en Iowa como en New Hampshire, Sanders obtiene "mejores marcas que Clinton en autenticidad y en voluntad de enfrentarse a Wall Street y a las élites financieras."
El candidato izquierdista está consiguiendo cambiar a mejor las opiniones iniciales que los votantes demócratas tenían sobre él: "Su índice desfavorable en Iowa es de solo un 4 por ciento, 8 puntos porcentuales menos que en mayo. Al mismo tiempo, el 57 por ciento lo ve positivamente, 10 puntos más que en la encuesta del mes pasado."
"Puedes argumentar que cierta cantidad del apoyo a Bernie Sanders es un voto de protesta, pero hay más que eso," dice J. Ann Selzer, responsable de la encuesta. "Gusta a la gente. Les gusta lo que defiende. Les gusta ir a sus eventos y escucharle decir cosas en las que creen."
En Team Sanders se declaran muy satisfechos con las conclusiones de las últimas encuestas.
"Está haciendo unos progresos tremendos con los votantes en los dos primeros estados," comenta Tad Devine, el estratega electoral de Sanders que está experimentando con algo nuevo después de haber trabajado para las campañas de demócratas moderados como Dukakis, Kerrey, Gore y Kerry. "Es algo que sentimos sobre el terreno," dice Devine.
El problema está en que probablemente el techo electoral de Sanders, por su aparente radicalidad, su edad avanzada y su imagen poco cuidada, esté más abajo de lo que se requiere para derrotar - y no solo molestar - a Hillary.
Para que Hillary pierda la nominación, alguien más moderado, metódico y elegible - y si fuera una mujer mejor - tendría que coger el testigo de Sanders, y la favorita tendría que dejar de gustar a los votantes demócratas, algo que de momento no parece probable.
"Clinton sigue siendo muy conocida y del gusto [de los votantes demócratas] en New Hampshire, un estado que ya ganó anteriormente," dice Doug Usher, de Purple Strategies. "Se beneficia de una brecha de género en una primaria que será desproporcionadamente femenina, e incluso los votantes de Sanders admiten que Clinton es la probable nominada. Mientras a los demócratas les gusten los dos candidatos simultáneamente, Sanders tendrá una batalla cuesta arriba."
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