Ilustración de Slate con Jeb Bush y Marco Rubio. Fotos de Jim Young/Reuters y Drew Angerer/Getty. |
"No es el turno de nadie," dijo Jeb Bush (R) el lunes durante su anuncio de candidatura. Pero, curiosamente, la copla que dice 'este año le toca a él' sigue siendo uno de los argumentos más utilizados por sus aliados de Florida cuando se les pregunta, como ha hecho Bloomberg Politics, por qué habría que elegir a Jeb antes que a Marco Rubio (R).
Harriet V. Carter, una asesora de la Congresista cubanoamericana Ileana Ros-Lehtinen que, como su jefa, apoya a Bush, dice: "Me gustan ambos, pero creo que Marco necesita más tiempo. Marco es muy impulsivo. Todavía está aprendiendo. Ha tenido unos pocos tropiezos a lo largo del camino. Creo que este es el momento de Jeb. Marco tiene tiempo de sobra más adelante."
Keith Fernández, otro asesor de Ros-Lehtinen destaca "la trayectoria" y "la agenda positiva" de Bush para justificar su apoyo al ex gobernador frente a Marco Rubio, al que describe como "un gran senador."
El legislador estatal Don Gaetz, que el otro día hizo la introducción al discurso de Bush, comenta: "Espero que algún día Rubio tenga la experiencia de resultados obtenidos de modo que yo sea capaz de apoyarlo para Presidente o Vicepresidente. Este es un momento en la historia de nuestro país en el que no necesitamos a alguien que tenga 100 ideas, sino que pueda determinar, como dijo el Gobernador Bush, esas pocas cosas que el gobierno necesita hacer. Y después hacerlas correctamente."
Randy Espinet, un empresario de Miami, dice: "Marco Rubio es serio, pero creo que es demasiado joven. Lo conozco, es un gran tío, extremadamente atractivo... pero creo que es un poco demasiado joven. No creo que eso vaya a funcionar. Y es un candidato serio a Vicepresidente si Jeb no consigue hacerlo [ganar la nominación]. Jeb tiene las mejores posibilidades de ganar la nominación y también las mejores posibilidades de ganar contra Hillary, que será una pelea ardua. Hay más demócratas que republicanos si vas estado a estado o voto a voto. Ellos tienen una ventaja."
Orlando J. Abella, un promotor inmobiliario de Miami de origen cubano, plantea las mismas dudas: "Marco Rubio es un gran tío, dinámico, un hombre de Dios. ¿Está preparado para la Presidencia? No lo sé. No sé si puede ser elegido."
Matthew O'Brien, un ingeniero de Miami que va a la misma iglesia que Bush, opina. "Marco Rubio es una figura muy carismática. Es un orador dinámico. Mi pregunta sería: ¿tiene la experiencia adecuada para asumir un puesto ejecutivo?"
Si os fijáis, todos hablan bien de Rubio, les encanta, y justifican su apoyo a Bush en el respeto, el momento, la edad o la experiencia. ¿Pero es esa una premisa suficientemente convincente?
Hijos favoritos de un estado decisivo
Las primarias republicanas de 2016 nos permitirán ver dos duelos entre hijos favoritos de dos de los tres estados más grandes de la Unión: Jeb Bush contra Marco Rubio por Florida y Rick Perry contra Ted Cruz por Texas. "Puede que nunca antes dos estados hayan tenido a dos hijos favoritos presentándose a Presidente" al mismo tiempo, escribe David M. Shribman en el Post-Gazette.
"En Florida es casi como un trauma familiar, un pupilo y su entusiasta patrocinador compitiendo por el mismo premio. En Texas es más como una riña familiar, un advenedizo y una figura del establishment luchando por ver quién tiene la ventaja," escribe Shribman.
"La situación en Florida es muy simple. Bush y Rubio dependen en gran medida de la misma base de apoyos, en parte porque Bush compartió generosamente su organización política con Rubio cuando el joven progresaba en la política de Florida, primero ganando una elección especial para la Asamblea Estatal por West Miami convirtiéndose con el tiempo en 'Speaker', y luego presentándose al Senado."
En Texas "hace tres veranos, el Gobernador Rick Perry apoyó a su vicegobernador en una amarga carrera al Senado contra el ex procurador general Ted Cruz. Hoy los activistas texanos que podrían unirse detrás de un candidato están divididos." La situación en Texas se complica más además "por la presencia de Bush, nacido en Midland. El padre y el hermano del ex gobernador de Florida, ambos Presidentes, viven en Texas y son tremendamente populares allí. Así que Perry y Cruz no solo compiten entre ellos por apoyos y dólares sino que también compiten contra Bush por dominar el lugar. Pero hay más. La ex ejecutiva de Silicon Valley Carly Fiorina nació en Austin y espera atraer el apoyo de los líderes del potente sector de las altas tecnologías del estado."
Pero la lucha entre texanos, de momento, está en un segundo plano. Parece improbable que Perry y Cruz terminen siendo los dos finalistas en la carrera por la nominación. En cambio, la incipiente rivalidad entre los dos floridanos - que además son del mismo condado, Miami-Dade - está ahora en el meollo de las primarias republicanas porque Bush y Rubio "están considerados como dos de los tres aspirantes más importantes para la nominación republicana, generando angustia en los recaudadores y consultores de Florida que por regla general han trabajado para ambos."
Hay tres claros antecedentes en los últimos ochenta años de candidatos importantes procedentes del mismo estado que se enfrentaron por la nominación presidencial de sus partidos: George Bush y John Connally, de Texas, en 1980; Eugene McCarthy y Hubert Humphrey, de Minnesota, en 1968; y Franklin D. Roosevelt y Al Smith, de Nueva York, en 1932.
El Bush vs. Rubio de 2016 puede asemejarse más al Smith vs. Roosevelt de 1932, ya que hubo también una ruptura después de años de alianza. "Franklin Roosevelt pronunció los discursos de nominación a favor del Gobernador Al Smith en 1924 y 1928, pero cuando él, ya convertido en gobernador, buscó la nominación demócrata de 1932, su antecesor en Albany también se unió explícitamente a la competición" acusando a Roosevelt de tener un discurso clasista y demagógico.
Ed J. Pozzuoli, un abogado de Fort Lauderdale amigo de Jeb, opina que era inevitable que tarde o temprano la atención de la política nacional se tornara hacia Florida. El estado soleado "ha usurpado el papel que un día jugó Nueva York cuando produjo candidatos como Al Smith, Franklin Roosevelt, Thomas Dewey y Nelson Rockefeller," subraya encantado Pozzuoli en un artículo para The Daily Caller. "Como una instantánea del futuro cercano de América, Florida es un campo de pruebas natural para la política étnicamente fracturada a la que podemos enfrentarnos. Florida es el tercer estado más populoso de EEUU después de Texas y California, pero a diferencia de esos estados, ningún partido lo tiene en el bolsillo. Los preciados 29 votos electorales de Florida son absolutamente necesarios para cualquier republicano que busque vivir en el 1600 de la Avenida Pennsylvania [en la Casa Blanca]. Y ahora tenemos dos aspirantes presidenciales de Florida compitiendo por el mismo espacio en la carrera."
Hay dos campañas que están en alza y que suponen un cambio en la política estadounidense. Me refiero el Senador Marco Rubio y al Senador Rand Paul. Rubio y Paul son muy muy competitivos. La encuesta de Quinnipiac no ofrece dudas. El Senador Rubio vencería incluso en estados muy importantes y tradicionalmente demócrata como Pennsylvania. En Florida, Ohio y Michigan está a la par y yo no tengo dudas que en estados tan importantes en 2012 como Colorado y Nevada, tanto Paul como Rubio se impondrían a la candidata demócrata.
ResponderEliminarComparto los comentarios que he visto en este foro sobre la campaña de Jeb y Hillary. son pasado y la gente no quiere regresar al pasado.
Marco Rubio tiene un problema respecto a Scott Walker. Y es que es un candidato que gusta mucho en general pero de los tres primeros estados clásicos de las primarias (Iowa, New Hampshire y Carolina del Sur) ninguno es una fortificación o una trinchera de Rubio. En cambio, por ejemplo Scott Walker sí tiene en Iowa SU territorio, al menos de partida.
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