miércoles, 24 de junio de 2015

Bobby Jindal se presenta como un 'outsider' y hacedor que cree en la singularidad de América



"Me presento a Presidente sin el permiso del cuartel general de Washington, DC," ha declarado desafiante Bobby Jindal (R) en el lanzamiento de su candidatura presidencial en las afueras de Nueva Orleans.

"No me presento a Presidente para ser alguien, me presento a Presidente para hacer algo," ha asegurado el gobernador.

Tiene cuatro objetivos principales: proteger la frontera, reemplazar el Obamacare con un plan enfocado a reducir costes, hacer crecer el sector privado reduciendo el ámbito de actuación del gobierno, y reconstruir la defensa - para destruir al ISIS - y la posición de EEUU en el mundo.

Otros candidatos republicanos hablan de lo mismo, "pero hablar no cuesta nada... yo he hecho esas cosas."

En Louisiana ha demostrado que puede hacerlo, ha dicho. Controló el gasto, reformó el sistema educativo creando una red de escuelas 'charter', privatizó el "obsoleto" sistema de hospitales gubernamentales y favoreció el clima para hacer negocios. Su versión es que su impopularidad actual en Louisiana se debe a que ha tenido el valor de tomar decisiones impopulares. El resultado, ha dicho, es que Louisiana tiene hoy las mayores rentas personales de su historia y el número de habitantes más alto de su historia porque cada vez más gente quiere instalarse allí.

Pero Jindal ha dejado claro que cree que ante todo un Presidente debe comprender y creer en la excepcionalidad del país, y las veces que se ha referido a ello han sido sus mejores momentos.

EEUU no es "un lugar geográfico," sino "una idea." Su padre, que creció en una casa sin electricidad ni agua corriente en la India y emigró a EEUU en busca de una vida mejor, descubrió que lo que decía la leyenda sobre EEUU era cierto. Y esa leyenda hablaba de "oportunidades y libertad para controlar tu propio destino y cumplir tus sueños."

En lugar de eso, los que ahora gobiernan están intentando dividir a los estadounidenses y convertir el Sueño Americano en socialismo, "la pesadilla europea," ha dicho Jindal.

"Los republicanos debemos dejar de tener miedo a perder" y hablar de la verdad con valentía, ha reclamado. "Yo haré las cosas que no se pueden hacer en Washington y diré las cosas que no se pueden decir."

Ha criticado a Jeb Bush, al que ha dicho que "vamos a ayudarle" a que pueda cumplir lo que declaró hace poco, que "tenemos que estar dispuestos a perder las primarias para ganar las elecciones generales."

El que fuera becario Rhodes en Oxford - esto es lo que no me cuadra - ha sido muy claro al referirse a la inmigración desde su condición de americano de primera generación. Apoya la inmigración legal pero "no podemos permitir que la gente emigre a este país y que utilice sus libertades para minar nuestras libertades. Eso es exactamente lo que ha ocurrido en Europa, donde tienen a inmigrantes de segunda y tercera generación que se niegan a aceptar los valores y la cultura de los países a los que se han trasladado. No debemos dejar que eso ocurra aquí." (Los grandes medios que sirven a los que propician precisamente eso en esos países y en EEUU para bajar a los que han subido demasiado y mantener el control malinterpretarán esa parte de su discurso y lo pintarán de anti-inmigrante en tres, dos, uno... ya.)

Se ha quejado de que el papel del político estándar de hoy para intentar ser popular consiste en hacer seguidismo, no liderar, no estorbar (no balancear o mover la barca), no hacer grandes cambios y mantener contentas a las mini élites. "Nunca lideraré desde atrás," ha prometido. "No seré silenciado" para cumplir con "sus" expectativas de corrección política.

Ha hablado de la importancia de la fe en su vida y en sus ideas. Se ha declarado temeroso de un Presidente que no busque la sabiduría en Dios. Y sobre los debates en torno a la libertad religiosa ha rescatado una de las ideas clave por la que estamos hoy aquí en este blog hablando de EEUU y no de un país europeo: "América no creó la libertad religiosa; la libertad religiosa creó a los Estados Unidos de América."

"No os estoy pidiendo que simplemente os unáis a mi campaña," ha dicho Jindal al final. "Os estoy pidiendo que os unáis a una causa. Si buscáis un candidato que dirija cortésmente el descenso de América a la mediocridad, yo no soy vuestro hombre. Pero si estáis persiguiendo un sueño y buscando una tierra donde la gente sea libre y las oportunidades sean reales, os pido que creáis. Mi padre me dijo cuando era niño que los americanos pueden hacer cualquier cosa. Le creí entonces y lo creo ahora. Sé que en vuestro corazón también lo creéis. Os estoy pidiendo que volváis a creer. Creer en lo que podemos hacer. Creer en lo que América puede hacer."


Louisiana ha dado un Presidente


Bobby Jindal es muy diferente al único hijo de Louisiana que ha alcanzado la Presidencia, Zachary Taylor ("Viejo, duro y dispuesto"), un hombre sin ideas políticas, héroe de la guerra EEUU-México, que los Whig nominaron con la intención de manejarlo como un Presidente títere pero que les salió rana. El otro hombre del estado del pelícano que pudo ser Presidente fue el populista y tiránico Gobernador Huey Long ("En cada hombre un Rey"), posiblemente el único hombre que podría haber derrotado a Roosevelt si las balas de Carl Weiss no se hubieran interpuesto.

2 comentarios:

  1. Bdias.
    Yo veo que además de la carrera a la Presidencia también se ha iniciado la carrera a la Vicepresidencia y sin duda que Bobby Jindal podría ser un buen running mate de candidatos como Bush, Walker o incluso Paul.

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  2. Nadie escogerá a Bobby Jindal como running-mate debido a su impopularidad actual en su estado. Tendría que sorprender en las primarias, ganando muchos delegados, para que alguien considere incluirlo en su ticket.

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