Dos cosas inquietan especialmente a Team Hillary y a los demócratas de Florida de Marco Rubio: que les quitaría la exclusividad de la candidatura histórica (primer hispano, primera mujer) y que pondría de relieve el principal punto débil de Hillary (el ser vieja en su doble sentido, por edad y por trillada). (Foto: Elise Amendola/AP) |
"Utilizan palabras como "histórico" y "carismático," frases como "un gran potencial" y "una sonrisa de un millón de dólares." Mencionan a miembros del público emocionados hasta las lágrimas por una exitosa historia de sueño americano convertida en realidad. Cuando miran a la fría matemática electoral, se sienten incómodos," escribe Jeremy W. Peters en The New York Times para referirse a lo que sienten algunos estrategas demócratas por Marco Rubio (R).
"Un incipiente sentimiento de ansiedad está atormentando a algunos demócratas," escribe Peters. "Un sentimiento que se resume en cuatro palabras escritas en una entrada de un blog por un experimentado estratega del partido en Florida: "Marco Rubio me asusta.""
Añade: "Los demócratas expresan preocupación no solo sobre si Rubio, de 43 años, hijo de inmigrantes cubanos, conquistará a los votantes hispanos, una porción cada vez más importante del electorado. También les preocupa que podría ofrecer un contraste generacional con Clinton, una presencia habitual en la política americana durante casi un cuarto de siglo que cumplirá 69 años antes de las elecciones. Como recuerdan sus partidarios, Barack Obama derrotó a Clinton para la nominación en 2008 dibujando un contraste similar."
Peters ha pedido a casi una docena de demócratas que evalúen las opciones de Rubio, y éstos coinciden en situarlo "entre los potenciales candidatos que más les preocupan, junto con el ex Gobernador Jeb Bush, otro flloridano que está cortejando a los hipanos, y el Gobernador Scott Walker, de Wisconsin."
"La juventud y el acervo de Rubio pueden ser especialmente peligrosos para Clinton," dicen, porque "cada uno de esos puntos podría ayudar a neutralizar uno de sus principales puntos fuertes: la oportunidad de ayudar a elegir a la primera mujer Presidenta y la experiencia que Clinton ganó como secretaria de Estado."
Team Hillary y sus grupos aliados, así como el Comité Nacional Demócrata, intentarán moldear a Rubio - que todavía es relativamente desconocido para el gran público - antes de que pueda presentarse ante los electores en sus propios términos. Un reciente memorándum del DNC admitía que sí, que es una cara fresca, pero que representa las mismas políticas republicanas de los últimos años.
Pero admiten que el ejercicio sería más difícil que con otros rivales. Patti Solis Doyle, que dirigió la campaña presidencial de Hillary en 2008, dice que Rubio "podría tener la capacidad de dar un mordisco a los números de los demócratas" y llevarse "un porcentaje razonable" del voto hispano.
Incluso Bill Clinton, según Peters, teme que Rubio se convierta en el nominado republicano y pueda "mermar el apoyo de los hispanos a Hillary Clinton y poner en peligro sus posibilidades de llevarse los vitales 29 votos electorales de Florida."
Los demócratas de Florida son los más insistentes en avisar del peligro de subestimar a Rubio.
Steve Schale, el consultor demócrata de Florida que escribió el post en el que decía que Rubio le asusta, lo conoce desde que estaba en la Asamblea Estatal de Florida. Schale recuerda la habilidad de Rubio para dirigirse a las multitudes y parecer sincero. "Embelesaba a las mujeres jóvenes, las mujeres mayores se desmayaban, y el agua de los inodoros bajaba sola."
El ex Gobernador Charlie Crist, cuya prometedora carrera política se fue al traste cuando tuvo que enfrentarse a Rubio, reconoce sentir cierta admiración por cómo su antiguo rival político supo comunicar su mensaje al electorado en 2010. "Es difícil ser más persuasivo," declara al New York Times.
Jim Morgan, un importante donante demócrata de Florida, comenta que tiene pensado advertir sobre Rubio a Hillary Clinton cuando se encuentre con ella la semana que viene en una recaudación de fondos.
"Creo que lo subestiman," dice Morgan. "Tiene energía, es fotogénico, y te dirá lo que sea que quieres que te diga."
Luego está el factor demográfico que comentaban Solis Doyle y Bill Clinton, que podría forzar a los demócratas a tener que buscar un cálculo electoral diferente al que les funcionó en las últimas dos elecciones presidenciales.
"Perder un punto entre los blancos significa que tienes que ganar entre los hispanos por un 5 por ciento más para maquillar esa pérdida," advierte Steve Schale en su memorándum sobre el decisivo estado de Florida. Si los demócratas siguen perdiendo electorado blanco, dice Schale, la presencia de Rubio en las papeletas solo complicaría las cosas.
"Debería ser el candidato al que no quieres enfrentarte," sentencia.
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