domingo, 7 de agosto de 2016

Donald Trump: al ISIS "se le cae la baba" con Hillary Clinton

Donald Trump hizo un mitin de sábado noche en el gimnasio de un instituto de Windham, un pueblo grande o una ciudad pequeña del condado de Rockingham, en New Hampshire, un estado donde hasta hace un par de semanas los sondeos pronosticaban una carrera muy igualada, pero ahora (después de la convención demócrata y la polémica con Khzir Khan) otorgan una cómoda ventaja a Hillary Clinton.


No obstante, Trump cree que puede ganar en el estado de granito. "La última vez que estuve aquí ganamos," dijo. "Y vamos a ganar otra vez."


Puede que este año, en unas elecciones tan raras, si la cosa llega igualada a la última semana, los votos de madrugada de Dixville Notch y Hart's Location nos sirvan de guía para lo que venga después a nivel estatal, especialmente si vemos una desbandada general en una misma dirección, cosa que con dos candidatos tan definidos es posible, o un apoyo destacado a algún independiente que pueda desestabilizar el mapa (Ross Perot sacó 8 votos en Dixville).


En cualquier caso, de regreso en el estado en el que obtuvo la primera victoria electoral de su vida a los 69 años, Trump habló de todo un poco. Mencionó a
George Washington y Abraham Lincoln para reafirmar su postura contra los malos acuerdos comerciales. Y entre otras cosas, recordó a los votantes que él se opuso a la guerra de Iraq hace más de una década.


"No lo olvidéis. Yo no quería ir a Iraq. Yo dije que iba a desestabilizar Oriente Medio. Y yo no quería ir y luché contra ello," dijo. "Bueno, da igual. Era un civil. Era un empresario. Estaba haciendo muchas cosas. Me encantaban. Forjar una gran compañía, una gran compañía, algunos de los mejores bienes inmuebles del mundo."


Si los demócratas dicen que él es la apuesta de los rusos en estas elecciones por sus posiciones de política exterior, él dice que
Hillary Clinton es la candidata de ensueño de los terroristas islámicos.


"Recordad, el ISIS está mirando, tíos. Sueñan con Hillary Clinton. La ven y dicen, "Esto no nos puede estar pasando. ¿Cuán genial es esto?" Ahora me dirás que parece presidencial. Tíos, yo parezco presidencial," dijo. "Ellos están mirando y se les cae la baba. Se les cae la baba. Están diciendo, "Eso es lo que queremos. Oh, eso es lo que queremos." Ya sabéis las cosas que ha hecho y las mentiras que ha dicho. Una y otra vez... Todas las cosas que ha tocado se han vuelto malas. Todas las cosas."


"Ella carece de buen juicio. Ella carece de carácter. Hablan de carácter. Los guionistas le dan la palabra," siguió diciendo de su adversaria demócrata. "Yo siempre he tenido un gran carácter. Y ya sabéis, yo gano. Tengo un carácter ganador. Vamos a ganar. Vamos a empezar a ganar otra vez. Pero ya he ganado. Mi vida ha consistido en ganar. Yo gano. Ella no puede ganar. Ella no es una ganadora. Ella no puede ganar.


"Pero alguien dice, "Oh, vamos al ataque." Porque el foco no puede estar en ella. Porque ella es un tremendo fracaso. Así que salen con la palabra "carácter.""


Pero el mayor Trumpismo de la noche llegó cuando promocionó sus mítines como una excelente manera de perder calorías: si quieres perder peso, ve a un mitin de El Donald.


"¿Alguien está fresquito en esta sala?," preguntó un sudoroso Trump en una sala abarrotada.


"¡No!," respondió el público.


"Todos esta noche perderemos una media de 28 kilos," dijo el candidato. "Hace mucho calor aquí. Esta sala no se diseñó para albergar a tanta gente. Hace tanto calor aquí que considero que esto es como hacer ejercicio, ¿verdad? ¡Tío! ¡Este cabrón está caliente! Esto puede ser un récord y ya habíamos tenido algunas salas calientes, con algunas personas calientes."


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