domingo, 14 de agosto de 2016

El hombre que predijo acertadamente las ocho últimas elecciones: "Estas elecciones son las más difíciles que he tenido que pronosticar"

"Estas elecciones son las más difíciles que he tenido que pronosticar." Son palabras de Allan Lichtman, el historiador que ha pronosticado acertadamente todas las elecciones presidenciales desde 1984 hasta 2012 ("Obama ganará. Ningún factor ha cambiado," pronosticó confiado hace cuatro años), después de haber estudiado a fondo la dinámica del proceso electoral estadounidense desde 1860.


Lichtman y otros expertos participaron esta semana en una conferencia sobre la campaña presidencial de 2016 en la Universidad de California.


"Todas las elecciones presidenciales de EEUU son en realidad un referéndum sobre el partido en el poder, y el resultado depende de un pequeño boletín de calificaciones,"
dijo Lichtman. "no de los altos y bajos del día a día de la campaña, los debates o las encuestas."


Según el modelo de Lichtman, que personalmente se declara progresista, "el partido titular, encabezado este año por Hillary Clinton, ya tiene cinco golpes en contra. Si pasan a ser seis, perderá."


Actualmente, Litchtman le da una probabilidad de victoria
52.9/47.1 a Clinton, pero en una competición a dos (sin contar a los candidatos marginales que no aspiran a ganar pero sí a robar votos a los grandes candidatos).


La clave, según Lichtman, está en
la "competición" dentro del partido gobernante. En otras palabras, si los seguidores de Bernie Sanders irán a votar a Clinton. Lichtman se abstuvo de dar su opinión de momento, y prefirió preguntar al auditorio, donde una mayoría dijo que seguramente el Factor Trump provocará que la mayoría de los partidarios de Sanders terminen votando a Clinton con la nariz tapada.


La politóloga
Lynn Vavreck, que se fija sobre todo en la evolución de la economía para hacer vaticinios electorales, explicó que "los partidos que están gobernando con economías en crecimiento típicamente ganan las elecciones presidenciales. Lo opuesto también es verdad, que los partidos de la oposición ganan las elecciones con economías venidas a menos."


"Pero este año, ninguno de los partidos puede aferrarse a la economía para impulsar sus opciones," dijo Vavreck. "La economía está mejorando, pero no a un ritmo que la campaña de Clinton pueda aprovechar al máximo. Y la economía no está lo suficientemente estancada para que la campaña de Trump pueda mantenerla en alto como un importante fracaso de los demócratas. Así que ambas campañas están buscando otros relatos para persuadir a los votantes."


"La disposición de Trump a emplear un mensaje 'insider' contra 'outsider' en torno a la raza le está haciendo ganar votantes entre los hombres blancos sin educación universitaria que temen perder sus empleos y que creen que debería haber más leyes centradas en proteger los derechos de las personas blancas," dijo Vavreck. "Donald Trump no ha creado estas actitudes. Estas actitudes han estado ahí desde hace mucho tiempo. Esos votantes también empezaron a pasarse a Mitt Romney y John McCain. De hecho, los altos niveles de ansiedad racial pueden ser rastreadas a lo largo de la historia de las encuestas."


La diferencia con Trump es que éste "simplemente, ha optado por darles prioridad de una manera que divida al electorado, y lo hizo con éxito en las primarias republicanas y en gran medida lo está haciendo con éxito ahora en las elecciones generales."


"McCain y Romney escogieron deliberadamente no enredarse en ese tipo de mensaje," agregó Vavreck. "Trump, posicionándose como un 'outsider' político, parece regodearse rompiendo la cortesía racional de los políticos experimentados en cada faceta de su mensaje."


Lichtman señaló cómo "nominados presidenciales pasados que también fueron 'outsiders' políticos, como Wendell Willkie y Dwight Eisenhower, no hicieron campañas impulsadas por una retórica llena de odio." En cambio, "Trump ha revuelto una sensibilidad peligrosa."

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