sábado, 20 de agosto de 2016

Donald Trump en el norte de Virginia: "Quiero que el GOP sea otra vez la casa del votante afroamericano"


Mientras nuestro Neymar ganaba el oro olímpico y descubríamos que la época rubia de nuestro Messi puede ser incluso mejor que la anterior época castaña, Donald Trump leía, por tercer día consecutivo, un discurso preparado. Oh Dios, El Donald leyendo el teleprompter un sábado por la noche. Nunca pensé que lo veríamos (recordad lo que solían ser los sábados Trumpianos). Algo está cambiando en Team Trump.


"Me presento para representar a aquellos que no ven que nadie hable por ellos: yo soy vuestra voz."


"Una administración Trump terminará con la corrupción en el gobierno. Nadie estará por encima de la ley."


"Vamos a poner a nuestros grandes mineros y obreros siderúrgicos a trabajar otra vez."


"Los granjeros son la columna vertebral de América. Una administración Trump será 100 por cien pro-agricultura."


"No habrá más acuerdos comerciales leoninos donde nosotros abrimos nuestros mercados y ellos cierran los suyos. Nunca más."


"Salvaremos la Segunda Enmienda y nombraremos jueces que protegerán vuestras libertades."


"Uniremos América otra vez como un solo país, unidos como americanos en un propósito común y sueños comunes."


"Reconozco plenamente que el compromiso con la comunidad afroamericana es un área en el que el Partido Republicano debe hacerlo mejor. Y lo hará mejor. El Partido Republicano es el partido de Abraham Lincoln. Y yo quiero que nuestro partido sea otra vez la casa del votante afroamericano."


"Hillary Clinton es un retroceso al ayer" que "carece de fortaleza y vigor,"
que "ve a la gente de color como votos, no como seres humanos," y además "hará América pobre."


El plan de la ex secretaria de Estado para aceptar más refugiados sirios "podría ser el gran Caballo de Troya de todos los tiempos. Estad preparados. Estad preparados." (Eso no estaba en el teleprompter.)


"Vamos a construir un muro, no os preocupéis. Vamos a construir un muro... y México va a pagar el muro... Creedme, eso será fácil." (Lo de "Creedme, será fácil" creo que tampoco estaba.)


El mitin ha tenido lugar en
Fredericksburg, una ciudad pequeña o un pueblo grande del norte de Virginia, a una hora y cuarto aproximadamente de Washington, DC. Virginia es el estado indeciso más complicado para Trump por la fuerte presencia de afroamericanos y por ser el sexto estado de la Unión con más titulados universitarios, sobre todo en los suburbios de DC (el 34 por ciento de la población de Virginia, aproximadamente, tiene título universitario, bastante por encima de la media nacional).


No obstante, en el caso de que tenga opciones, la clave podría estar en plazas como Fredericksburg, donde cerca de un 24 por ciento de sus habitantes vive por debajo del nivel de pobreza, un nivel de pobreza muy superior a la media del estado. Con un 73 por ciento de población blanca (con una buena porción de irlandeses y alemanes) y un 20 por ciento de población afroamericana, Obama ganó la ciudad con el 64 por ciento de los votos en su primera elección (2008), mejorando en unos 10 puntos el rendimiento de un candidato demócrata normal. Solo en Arlington, Alexandria y Falls Church obtuvo mejores resultados que en Fredericksburg en toda la región del norte de Virginia. Así que la selección de ese lugar para la aparición de hoy por parte de Trump (en lugar de una plaza más republicana pero sofisticada o rica, que las hay en el norte de Virginia) es significativa.


El Bristol Herald Courier ha recogido opiniones en Fredericksburg:


"Me gustan sus ideas y cómo va a transformar América para que vuelva a ser lo que es," dice Pat Reilly, un pequeño empresario que ha asistido al mitin. "Necesitamos desacelerar la inmigración, necesitamos reconstruir nuestro ejército, y nuestra economía está horrible. Las empresas están decreciendo. La gente no está gastando dinero, no tienen confianza."


"Él no es parte del establishment,"
destaca Shane Cory, un antiguo trabajador del Partido Libertario que piensa votar a Trump a pesar de no estar de acuerdo con él en muchas cosas.


Sonia Woolf, una joven madre, dice que
ha seguido a Trump desde los primeros capítulos de El Aprendiz. Hay muchos como ella en los mítines de Trump (estamos hablando de que la final de la primera temporada del programa fue vista hasta por 40 millones de personas). Woolf votó a Ted Cruz en las primarias, pero ahora cita la inmigración y los impuestos para votar a Trump en noviembre.


¿Les molesta el lenguaje provocador del candidato? "Lo que ha dicho sobre los demás no creo que haya sido tan duro," dice Reilly. "Y no sé por qué todos dicen que es vulgar. No ha utilizado palabrotas ni nada."


Sus detractores no opinan lo mismo. "Creo que es peligroso para este país y para esta democracia," dice Annette Lowery, una enemiga mortal que tiene Trump en Fredericksburg. Lowery y su marido, abogados, se declaran "intensamente anti-Trump." "Creo que es racista e intolerante," dice ella. "Me suena mucho a un dictador." Han ido a verle por curiosidad y para protestar.


Luego están los que están inclinados a votar a Trump, pero todavía tienen dudas. Por ejemplo, Jennifer Wineinger, una maestra que ha acudido al mitin con su marido y su hijo adolescente para escuchar a Trump en persona antes de tomar una decisión.


"No creo que los medios retraten a los candidatos de manera equitativa," dice Wineinger, quien considera a Clinton "completamente deshonesta," pero todavía necesita "ver a Trump en persona para evaluar mejor su carácter."

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