Cada vez más personas piden pegatinas de 'Bernie 2016' para ponerlas en sus coches. (Foto: @emmaderubeis) |
"Bernie Sanders (D) está expandiendo rápidamente su personal electoral, confeccionando una estrategia para ganar delegados y cultivando un amplio cuerpo de voluntarios y una red digital de recaudación de fondos que cree que puede suponer un desafío serio para Hillary Rodham Clinton por la nominación presidencial demócrata," escriben Philip Rucker y John Wagner en The Washington Post, el mismo día que al otro lado del charco su álter ego Jeremy Corbyn ha consumado su sorprendente ascenso en el Partido Laborista británico.
"Desestimado hace solo un par de meses como un candidato periférico, el senador por Vermont autodenominado demócrata socialista ha demostrado en las últimas semanas que aspira a ganar el caucus de Iowa y la primaria de New Hampshire. Ahora Sanders está planificando su ruta a la nominación en lo que anticipa que será una larga competición por los delegados," escriben Rucker y Wagner.
"La creciente operación de Sanders en los primeros estados ahora casi rivaliza con la campaña de Clinton. Tiene 54 empleados en Iowa y 38 en New Hampshire y docenas que vienen en otros lugares, en comparación con los 78 empleados en Iowa y 50 en New Hampshire de Clinton. Las dos campañas son más grandes que ninguna campaña republicana.
"Sanders también se está moviendo rápidamente para ampliar su presencia en Carolina del Sur y Nevada e impulsar su fama entre los votantes negros e hispanos. Se está organizando en cuatro estados - Colorado, Massachusetts, Minnesota y Vermont - con primarias o caucuses el 1 de marzo, que su equipo considera oportunidades de victoria. También tiene en su objetivo a Illinois, Michigan y Ohio, que votan más adelante en marzo y donde sus asesores piensan que su gancho con la clase trabajadora blanca puede ser decisiva."
El candidato del ala izquierda del partido "también está empezando a plantear a los líderes demócratas el caso de que él, y no Clinton, sería el nominado más fuerte debido al entusiasmo que genera su mensaje populista. Sus asesores están animados por las recientes encuestas que muestran a Sanders aplastando a Clinton entre los votantes menores de 30 años o aquellos con familias de ingresos inferiores a 30,000 dólares, dos grupos demográficos que tradicionalmente votan poco."
"Él es el que amplía las bases," argumenta el campaign manager de Sanders Jeff Weaver, un hombre que empezó a trabajar para Sanders en los años ochenta y que desde entonces ha estado en todas sus campañas en Vermont.
"Empieza a comuniar su mensaje a gente que todavía no lo ha oído, y resonará. Tenemos mucho espacio vacío," comenta el jefe de estrategia de la campaña de Sanders Tad Devine, un veterano consultor demócrata que tras trabajar en las campañas presidenciales de demócratas del establishment como Michael Dukakis (1988), Al Gore (2000) y John Kerry (2004), está viviendo su mejor momento con el candidato del que seguramente menos esperaba.
Weaver y Devine han explicado la estrategia de Team Sanders al Post.
En primer lugar, es evidente que "la candidatura de Sanders está hecha para ser alimentada por el 'momentum.' Sin ello, podría marchitarse; Weaver y Devine reconocen que probablemente debe ganar Iowa o New Hampshire o ambas."
"Por el contrario," señala el Post, "Clinton tiene unos cimientos más fuertes para resistir el alboroto precoz. Su campaña ve un cortafuegos en una serie de estados sureños entre las competiciones de marzo, una idea de la que el equipo de Sanders se burla."
"Si tienes un cortafuegos, eso significa que necesitas un cortafuegos," dice Devine.
"Vamos a demostrar que el fuego de la pradera supera al cortafuegos," dice Weaver.
Siguiendo el ejemplo de Obama en 2008 de pelear delegado a delegado, Devine y Weaver adelantan que tienen mucho interés en "amasar delegados en estados populosos como Texas, incluso aunque Clinton lo gane."
En el campo de la recaudación de fondos, Weaver y Devine presumen de que su hombre cuenta con más de 400,000 contribuyentes, y en aumento, con una media de 31 dólares donados por persona.
"La campaña de Clinton está intentando exprimir a la gente," dice Devine, refiriéndose a que la favorita se está apoyando en donaciones máximas de 2,700 dólares por persona. "Nuestra estrategia recaudatoria es justo la contraria. El dinero tiene que llegar de abajo a arriba, no de arriba a abajo. La estructura de abajo a arriba, si se explota apropiadamente, puede proveer una completa nueva oleada de recursos."
También su enfoque es diferente a la hora de gastar el dinero que recaudan. Mientras Hillary Clinton ya se está anunciando en las televisiones de Iowa y New Hampshire, Sanders está destinando sus recursos a lo que Devine define como "una agresiva compra de publicidad digital en los mismos mercados - Manchester, Des Moines, Cedar Rapids y otros. La operación incluye un anuncio que si pinchas te lleva a un vídeo biográfico de Sanders."
"La gente no está viendo 5 segundos y medio de ello; están viendo 5 minutos y medio, desde el principio hasta el final, completo," dice Devine orgulloso. "Si pago unos pocos centavos por eso mientras nuestra adversaria está pagando varios millones de dólares por anuncios de televisión, estamos consiguiendo una importante ventaja táctica."
Uno de los mayores obstáculos, probablemente el principal, que enfrenta Sanders en su camino a la nominación es "su poco prestigio con las minorías, en especial los afroamericanos, en comparación con Clinton. Ella y su marido, el ex Presidente Bill Clinton, han pasado décadas cultivando relaciones con los negros y otros grupos demócratas clave."
"Bernie no es conocido en la comunidad afroamericana - punto," dice Weaver, que explica que están intentando acercarse a los pastores negros y a personajes famosos de la comunidad negra, y aumentar la presencia del candidato en los estados del Sur. Ayer mismo, el senador por Vermont arrancó en Atlanta (ver vídeo) una gira sureña de cuatro días.
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