"A la gente de Washington le gusta ese enfoque vertical que es viejo y artificial y pasado de moda que dice, 'El gobierno es el que más sabe.' Nosotros creemos que vosotros deberíais construir la economía desde abajo," declaró el Scott Walker (R) en su discurso de agradecimiento y celebración.
El Gobernador de Wisconsin ganó la reelección con el 52.3% de los votos, un margen cercano al de la elección revocatoria que ganó hace dos años y medio.
Betsy Woodruff, de Slate, señalaba en la víspera electoral que las de Wisconsin eran "las elecciones más importantes de América," por sus conversaciones con oficiales republicanos y activistas conservadores de toda la nación.
Importaban tanto a algunos republicanos, que si las hubieran perdido, ganar la mayoría en el Senado hubiera sido un simple premio de consolación.
"Para mí, si Scott Walker pierde, sería una mala temporada electoral aunque haya grandes victorias en todos los demás sitios," decía Phil Kerpen, líder de la organización conservadora American Commitment, "porque el impacto en la política pública sería más negativo que ningún aspecto positivo en otro lugar."
Gobernar Wisconsin como un conservador no es fácil, y Walker lo está haciendo. Aunque cinco de los ocho representantes del estado en la Cámara de Representantes sean republicanos y la Asamblea estatal tenga mayoría republicana, Wisconsin ha sido siempre un feudo sindical en el que el estado subvencionaba la recaudación de fondos de los sindicatos cobrando cuotas a través del sistema de pago de sueldos y despedía a los empleados públicos que se negaban a pagar las cuotas sindicales.
Una derrota de Walker hubiera tenido repercusiones nacionales. "Hubiera enviado a otros gobernadores republicanos de todo el país el mensaje de que si se enfrentan a los sindicatos y presionan a favor de duras reformas políticas conservadoras, serán castigados," escribe Woodruff.
"Eso hubiera enviado un mensaje: No hagáis esto, porque podríais no sobrevivir," dice Patrick Gleason, de Americans for Tax Reform. Por contra, la victoria de Walker "va a incentivar a muchos gobernadores y legisladores de todo el país. Vamos a ver que muchos gobernadores y legisladores de otros estados tienen una columna vertebral más fuerte de la que tenían antes de la reelección de Walker."
Los republicanos "deberían nominarlo por aclamación, en ese mismo momento y allí mismo, para que sea su candidato presidencial de 2016," escribe Aaron Goldstein en The American Spectator. "El GOP necesita a un luchador que pueda entrar en el cuadrilátero y repartir tanto como pueda recibir."
Recuerda que "en el espacio de cuatro años, ha sobrevivido a la ocupación de la legislatura estatal por los sindicatos y otros activistas de extrema izquierda, ha sobrevivido a una elección revocatoria - el primer gobernador en la historia de EEUU que lo hace - y se ha ganado un segundo mandato por méritos propios, y todo gobernando como un conservador en uno de los estados más azules de la nación. Las organizaciones liberales han dedicado más tiempo y dinero a derrotar a Walker que a cualquier otro republicano, y Walker ha soportado todo lo que esos grupos liberales han lanzado en su camino y ha salido triunfante."
La opinión de Goldstein refleja la admiración que Walker produce en las bases conservadoras, que le reconocen el mérito de no renunciar a una filosofía de gobierno y ahora le otorgan la vitola de salvador de la causa conservadora.
"¡Wisconsin va a salvar a América!" repetía una y otra vez el Congresista Sean Duffy en los mítines de apoyo a Walker en los últimos días.
"Nadie en el país ha ganado más batallas relevantes para el conservadurismo," dice a The Hill el estratega republicano Matt McKowiak. "Creo que va a tener unos argumentos tremendos" para reclamar la nominación presidencial republicana, opina Mackowiak.
"No está claro el empujón que conseguirá," comenta más prudente Kenneth Mayer, politólogo de la Universidad de Wisconsin. "Por un lado, sí, estas son las terceras elecciones consecutivas que gana, pero no está claro que sea un candidato que puede atraer a la gente que está en el centro."
Andrew Cuomo reelegido
El Gobernador de Nueva York Andrew Cuomo (D) ha derrotado a su rival republicano, Rob Astorino, pero no lo ha aplastado como esperaba. La presencia de un candidato verde, que se ha llevado el 5%, ha impedido al gobernador cumplir su sueño de superar el 64% que alcanzó su padre en su reelección en 1986; Andrew se ha quedado en el 54%.
En las últimas semanas tuvo que pelear por cada voto porque tenía miedo de no superar el 50% si el candidato verde le robaba tantos votos demócratas como auguraban las encuestas. La experiencia le habrá servido a Cuomo para confirmar su sospecha de que no podría competir contra Hillary ni siquiera entre los demócratas de Nueva York.
The New York Post ha podido saber que la estrategia de Cuomo es "presentarse a Presidente en 2020, no en 2016."
"Es una estrategia de seis años basada en la irónica asunción de que Hillary Rodham Clinton, la casi segura candidata demócrata a Presidente en 2016, sea derrotada ese año por el candidato republicano, quienquiera que termine siendo, dicen fuentes del Partido Demócrata," escribe Frederick Dicker en el Post.
"Cuomo, que en privado ha descartado desafiar a Clinton porque sabe que no puede derrotarla, está concentrado en la posibilidad de que Hillary pueda perder fácilmente las elecciones y en lo que eso significaría para su futuro político," escribe Dicker, citando a un oficial demócrata neoyorkino relacionado con el gobernador.
"Si Hillary cae y un republicano gana, entonces el pelotón demócrata estará despejado para el 2020 y Andrew puede dar pasos," comenta el oficial demócrata. "Pero si Hillary gana en 2016, Cuomo sabe que puede olvidarse de una candidatura presidencial porque Hillary se presentaría a la reelección en 2020 y nadie podría evitar eso, aplazando su próxima y única oportunidad a 2024," añade.
Otra fuente demócrata cita el programa poco detallado que Cuomo ha presentado en estas elecciones como una señal de que está pensando más en Washington, DC que en Nueva York.
"Obviamente, Andrew no está mirando a pasar más tiempo ocupándose de las relaciones con los líderes legislativos y los problemas de Nueva York," dice la fuente. "Su atención está cada vez más en asuntos nacionales e internacionales."
Todavía no está claro si en esa estrategia de seis años se incluye volver a presentarse a la reelección en 2018.
"Dependiendo de lo popular que sea dentro de cuatro años, podría presentarse otra vez o sencillamente retirarse, convirtiéndose en un generador de negocios en una firma de abogados, y viajar dando discursos remunerados mientras explora una candidatura presidencial," comenta un consultor demócrata.
John "Sesenta y cuatro por ciento" Kasich
El Gobernador de Ohio John Kasich (R) se ha hecho con el 64% de los votos en Ohio, superando en casi un millón de votos al demócrata Ed Fitzgerald, que desde que se supo que había sido supuestamente pillado con una mujer que no era la suya, no ha levantado cabeza.
Kasich ha ganado 86 de los 88 condados de Ohio, incluidos Lucas (Toledo), Franklin (Columbus) y Cuyahoga (Cleveland). No tengo el dato, pero habría que remontarse muy atrás en el tiempo para encontrar a un gobernador republicano ganando el condado de Cuyahoga. Sí sé que en elecciones presidenciales, Nixon en 1972 ha sido el único republicano que lo ha ganado en los últimos 50 años.
Karl Rove tuiteaba anoche: "Obama ganó el condado de Mahoning (Youngstown) por 26 puntos en 2008 y por 28 puntos en 2012. Kasich gana el condado de Mahoning por 11 puntos."
"Su recuperación electoral, después de los polémicos esfuerzos para reformar las leyes de negociación colectiva del estado y la expansión del Medicaid bajo la ley sanitaria, hace que el margen de su victoria sea mucho más increíble. La victoria de Kasich prenderá seguro llamamientos para que considere en serio una candidatura a la Casa Blanca en 2016," escribe Zeke J. Miller en Time.
¿Pero apoyarán los activistas conservadores esos llamamientos?
"Muchos conservadores encontrarán la respuesta a "¿por qué no John Kasich?" más que obvia: en su opinión, el que antes fuera un recortador de presupuestos se ha vuelto blando," escribe W. James Antle III en The Daily Beast.
"El informe anual del libertario Instituto Cato tiene a Kasich empatado como el peor gobernador republicano, con ocho demócratas superándole cuando se trata de controlar los impuestos y el gasto," añade Antle.
¿Conclusión? Kasich puede emerger como un candidato avalado por el establishment, incluso puede ganarse la aceptación de los conservadores sociales, pero le será más difícil vencer el escepticismo de los conservadores fiscales.
Optar a la nominación con el respaldo del gran estado de Ohio es algo muy serio - ahí está la historia -, pero es mucho más útil el fervor de un ejército de activistas de los 50 estados dispuestos a defenderte casa por casa; y Kasich, a diferencia de Walker, carece de esto último.
Una gran noche para Chris Christie
Chris Christie (R) está contento y lo demuestra. Esta mañana se ha paseado por todos los platós - ha estado en Good Morning America (ABC), This Morning (CBS), Today (NBC), Fox & Friends y en la CNN - presumiendo de haber ampliado el número de gobernadores republicanos cuando todos los expertos pronosticaban lo contrario.
"Esta ha sido una gran noche para Chris Christie," comentó anoche la consultora republicana Ana Navarro en la CNN. "Escogió candidatos ganadores."
"Chris Christie ha ganado a lo grande esta noche," dijo Bob Schieffer en CBS.
Suya fue, como presidente de la Asociación de Gobernadores Republicanos (RGA), la decisión de gastar 1.2 millones de dólares en Maryland en la última semana de la campaña. A todo el mundo le pareció una idea descabellada. Ahora no lo parece.
Acertó dejando caer a Tom Corbett en Pennsylvania para apostar fuerte - con 14 millones de dólares - por Rick Snyder en Michigan.
Dedicó 19 millones de dólares a defender Florida, el estado que más veces ha visitado. Y le ha dado resultado. Igual que los 9.4 millones de dólares que destinó a apoyar la candidatura de Bruce Rauner, un empresario sin experiencia electoral, en Illinois.
También se tomó como algo personal hacer avances en Nueva Inglaterra, enviando ayuda a Rhode Island, Connecticut, New Hampshire, Maine y Massachusetts. Ha conseguido una victoria sorpresa en Massachusetts y que Paul LePage se salve en Maine, cuando hace un año parecía perdido. Seguro que la derrota en Connecticut es la que más le ha frustrado, dada la convulsa relación que mantiene con el Gobernador demócrata Dan Malloy.
Pero no todos están contentos con el gobernador de New Jersey. En el entorno de Scott Walker están dolidos con Christie. Al menos lo estaban antes de que les enviara un millón de dólares adicional en la última semana de campaña.
El Weekly Standard revelaba hace unos días que varios republicanos de alto nivel de Wisconsin creen que Christie se ha abstenido intencionadamente de dar más dinero a Walker para disminuir las posibilidades del gobernador de Wisconsin de cara a 2016.
El Standard señalaba que el Gobernador Rick Snyder, de Michigan, ha recibido bastantes más fondos de la RGA que Walker, a pesar de que Snyder enfrentaba menos dificultades electorales que Walker en los últimos meses.
Tampoco ha gustado que visitase Iowa cuatro veces para hacer campaña por el Gobernador Terry Branstad, que tenía la reelección asegurada. "Iowa y New Hampshire no tienen sentido desde la perspectiva de 2014, pero sí tienen sentido para Christie en 2016," explica Larry Sabato, politólogo de la Universidad de Virginia.
Son detalles que ponen en evidencia que Christie piensa ante todo en sí mismo, y traen a la memoria el polémico abrazo a Obama para provocar la derrota de Romney, dicen.
Los viajes que ha hecho como presidente de la RGA deberían serle de utilidad a partir del año que viene. Ha podido viajar a 37 estados con todos los gastos pagados, mientras sus potenciales rivales pagaban sus giras de sus bolsillos. Por ejemplo, a Rand Paul le costó 75,000 dólares visitar una docena de estados en la primera mitad del año, y Marco Rubio ha pagado 22,000 dólares a través de su comité de acción política, Reclaim America, para estar presente en unos cuarenta eventos republicanos.
"¿De qué otra forma podría haber hecho Chris Christie un mejor uso de su tiempo en 2014?" pregunta en The Wall Street Journal Bill Whalen, investigador de la Institución Hoover y consultor mediático de candidatos republicanos. Cree que el mandato de Christie al frente de la RGA ha sido como "una campaña [presidencial] dos años antes."
Un tapado
"Para los demócratas, Brian Sandoval (R) es un hombre peligroso," escribe Ric Anderson en Las Vegas Sun. "El GOP tiene una nueva estrella al acecho y los demócratas tienen el tipo de reto que los mantiene despiertos por la noche," añade.
Apoyado por los dólares del magnate de los casinos Sheldon Adelson y del empresario de bienes raíces Steve Wynn, el Gobernador de Nevada se ha hecho con el 70% de los votos y su popularidad, que hizo cundir el desánimo entre los demócratas desde el comienzo de la campaña, ha ayudado a los republicanos en otras contiendas dentro del estado. Ha facilitado la elección del vasco-americano Adam Laxalt como fiscal general - el puesto que Sandoval ocupó antes de ser gobernador -, se ha llevado por delante al Congresista demócrata negro Steven Horsford en el 4º distrito (norte de Las Vegas), y ha ganado mayorías republicanas en las dos cámaras de la legislatura estatal - será la primera vez desde la Gran Depresión que el Partido Republicano de Nevada controle al mismo tiempo la mansión del gobernador y toda la legislatura.
"Si se mantiene libre de controversias y si la recuperación económica en Nevada sigue su curso, podría convertirse muy bien en una figura nacional," escribe Anderson.
"En 2016, Sandoval tendrá 53 años con experiencia como fiscal general, juez federal y seis años como gobernador - una trayectoria que apunta directamente a un cargo nacional. No toma posiciones extremas, raramente mete la pata, no ha tenido ningún escándalo personal significativo y, por momentos, se sale, como muchos creen que hizo cuando orquestó el acuerdo de 1,250 millones de dólares para traer la fábrica de Tesla Motors a Nevada," apunta Anderson, que añade: "Y tiene buen aspecto, lo cual no es poco en el gran escenario de la política nacional en el siglo XXI. El pelo de Hollywood, ojos oscuros y un sólido submaxilar se ven bien en vídeo."
Hasta ahora, Sandoval, de origen mexicano, no ha tenido el seguimiento nacional de otros colegas porque se le considera un moderado dentro del GOP en asuntos como la inmigración, el Medicaid o el aborto, y porque los jefes del partido quieren que se enfrente a Harry Reid en las elecciones al Senado de 2016.
Otra posibilidad sería verlo como candidato a Vicepresidente. "Para un candidato presidencial republicano, en especial uno blanco con tendencias conservadoras que apele a las bases tradicionales del partido, Sandoval sería perfecto para compensar," escribe Anderson.
Fuentes cercanas al gobernador dicen que "no tiene hambre de un cargo nacional, al menos no del modo 'vena palpitante en la frente' que los políticos estadounidenses más importantes suelen tener. Es un animador, dicen los que le rodean, más que un jugador."
Otro tapado podría ser el nuevo Gobernador de Texas Greg Abbott (R), aunque más a largo plazo. Anoche, Abbott, que usa silla de ruedas, reunió en su fiesta electoral en Austin a Jeb Bush, Ted Cruz y Rick Perry. "Figuras del establishment, tea partiers, evangélicos y libertarios" celebraron juntos la victoria de Abbott, destaca Tim Mak en The Daily Beast.
"Si los demócratas mantienen la Casa Blanca en 2016, un gobernador republicano de Texas podría encontrarse idealmente posicionado para competir por la siguiente nominación presidencial republicana," avisó hace poco Reid Wilson en The Washington Post, destacando la tenacidad de Abbott como campaigner y su intenso cortejo del voto hispano.
Abbott se ha hecho con el 42% del voto hispano y ha ganado el voto femenino (52%-47%) contra una candidata demócrata que basó su ascenso en el aborto.
Estados indecisos
No hay que hacer demasiadas lecturas en clave 2016 en los estados indecisos porque seguirán siendo igual de indecisos.
Por si hubiera dudas, "aunque pueda parecer que pone en evidencia una tendencia, la [esperada] victoria de Mark Warner no es una señal de que Virginia se esté convirtiendo en un estado azul sólido," dice Sam Sanders en la National Public Radio.
"Warner ha capitalziado su popularidad como moderado, haciendo de los empleos el mensaje central de su campaña," recuerda Sanders.
"Warner ha sido un claro, claro favorito. Virginia va a ser un estado muy disputado en 2016," dice Pete Snyder, un consultor republicano de Virginia.
El rival de Warner, el republicano Ed Gillespie sufrió fuertes ataques por su carrera como lobbyista que lo convirtieron en un candidato deficiente, y aún así ha estado a punto de ganar porque Warner no ha logrado la participación que esperaba en el condado de Fairfax.
Aunque Warner gane, probablemente ha perdido opciones de ser el compañero de fórmula de Hillary Clinton en favor del otro senador de Virginia, Tim Kaine.
Tampoco conviene extrapolar la victoria por aplastamiento de Kasich en Ohio a unas elecciones presidenciales de las que no sabemos ni siquiera quiénes serán los candidatos.
"Sería un error empezar a contar votos basándose en el éxito de Kasich," porque Ohio es siempre un estado indeciso, independientemente de quién ocupe en cada momento la mansión del gobernador, recuerda Sanders.
"En 2016 va a haber que pelear con martillo y pinzas por cada voto" en Ohio, dice el consultor Pete Snyder.
La victoria de Rick Scott en Florida será decisiva en 2016 si se produce un escenario como el de 2000. Es la única conclusión a la que puede llegarse.
"Los puntos álgidos de la campaña han incluido una disputa por el uso de un ventilador portátil por parte de Charlie Crist durante un debate y otra disputa sobre si estaba recibiendo dinero de propietarios de clubes de streaptease. Estos no son asuntos que inspiren movimientos políticos nacionales," escribe Sanders.
Y añade que los consultores republicanos y demócratas coincidían en su análisis antes de las elecciones: "A los votantes les disgustan los dos candidatos y votarán por quienquiera que vean como la opción menos mala. No hay nada más que extraer de aquí."
En cuanto a Nevada, "el estado tiene un historial de saltar de un partido a otros, y un encuestador demócrata dice que no hay razón para pensar que ese no será el caso de nuevo en 2016."
La cómoda victoria de Cory Gardner en Colorado no significa necesariamente "que el estado vaya a ser más amigable para los republicanos en 2016."
"Los votantes de Colorado mantienen cierta "independencia de cowboys" que requiere que los políticos de los dos partidos les pidan, y no esperen, sus votos en todos los ciclos electorales," comenta Joe Brettell, un consultor republicano con experiencia en las campañas de Colorado. "No es prudente para ningún partido asumir que pueden extrapolar su éxito en unas elecciones a otras, porque [a los coloradinos] les gusta normalmente fraccionar el voto sin importarles el partido."
Pero permitidme que señale un punto que sí considero significativo en la elección al Senado en Colorado: que Cory Gardner ha desactivado con éxito uno de los argumentos más infectos del Obamismo - ese que dice que los que se oponen al aborto están en guerra contra las mujeres.
"Colorado es la zona cero de una nueva era en política en la que las mujeres son las votantes más codiciadas," habían proclamado los demócratas cuando empezó la campaña, recordando que en 2010, el otro senador demócrata de Colorado, Michael Bennett, logró conservar su escaño a base de acusar a su oponente republicano de perpetrar una guerra contra las mujeres.
Aconsejado por el comité de campaña de los demócratas del Senado, casualmente dirigido por Bennett, el Senador Udall concentró su campaña de reelección en atacar las posiciones pro-vida de Cory Gardner - una campaña "abortocéntrica" -, con el mismo argumento de que está en guerra contra las mujeres - como si la cabeza de una mujer diera solo para pensar en los asuntos del útero.
El periódico demócrata Denver Post sorprendió a todos dando su respaldo a Gardner y describiendo la campaña demócrata como "repulsiva y monotemática." Y ayer fueron los electores de Colorado los que dieron la espalda a Udall, un senador interesante, miembro del comité de asuntos exteriores, que podía haber hablado de mil cosas pero se dejó llevar por malos consejeros electorales.
La lección de Colorado para los demócratas es que llega un momento en que los clichés no son suficiente para ganar elecciones.
El joven Cory Gardner, de 40 años, ha ofrecido un modelo de triangulación que otros candidatos republicanos, incluidos presidenciales, pueden seguir. Pasó de estar a favor de suprimir toda forma de método anticonceptivo, a proponer una solución intermedia consistente en que se vendan anticonceptivos sin receta que no los cubra el seguro; la propuesta es coherente con la posición conservadora - y libertaria - de no obligar a los empleadores a cubrir los costes de los anticonceptivos si sus creencias religiosas se lo impiden.
Los demócratas meten prisa a Hillary Clinton
Para Hillary Clinton (D), la consecuencia más inmediata de estas elecciones será que los demócratas, deseosos de pasar página cuanto antes, le harán llegar sus súplicas para que adelante el anuncio de su candidatura presidencial.
"Incluso antes de que las cadenas declararan oficialmente una mayoría republicana en el Senado, los demócratas estaban diciendo abiertamente que esperan que Clinton declare una candidatura para 2016 inmediatamente después del día de las elecciones," escribe Maggie Haberman esta mañana en POLITICO.
"Ese sentimiento está a punto de convertirse en incontenible, mientras el partido intenta recuperarse de la resaca de una noche electoral que ha sido peor de lo que la mayoría de operarios de los dos partidos había anticipado. La noche, falta de puntos positivos para los demócratas, fue una rastriza para el Presidente Barack Obama. Solo acelerará la mirada al frente del partido en busca de su próximo líder, en especial entre los donantes, que quieren algo en torno a lo que reunirse," según Haberman.
La ex secretaria de Estado ha intentado emular en estas midterms la pre-estrategia de Richard Nixon en el periodo de 1966-1968, que no es diferente a la de Romney en 2010 o este mismo año.
En aquellas elecciones de medio mandato, "en lugar de lamerse sus heridas de sus derrota de 1960 contra John Kennedy y de otra derrota en las elecciones a gobernador de California en 1962, Nixon se puso en marcha para ayudar a candidatos republicanos en 86 distritos al Congreso en 35 estados, negando tener planes de hacer otra carrera a la Presidencia," escribe Jules Witcover en The Baltimore Sun.
Aquello permitió a Nixon "coleccionar valores políticos por su esfuerzo y lealtad y preparar el terreno para un regreso entonces todavía imperceptible."
Como Nixon en el 66, Hillary se ha esforzado en la recta final de esta campaña "como una demócrata leal, mientras retiene lo que parece cada vez más una ficción: que no es una candidata presidencial."
La diferencia es que en el 66 ganaron 59 de los candidatos por los que Nixon hizo campaña, y la imagen del ex Vicepresidente recibió un inesperado estímulo cuando el Presidente Lyndon Johnson le acusó de poner en peligro la paz en Vietnam "en la esperanza de capturar uno o dos distritos electorales."
En 2014, Hillary Clinton milita en el mismo partido que el impopular Presidente y el rendimiento de los candidatos a los que ha apoyado ha sido desigual. Han ganado los que se esperaba que ganasen: Tom Wolf en Pennsylvania, Gina Raimondo en Rhode Island o Maggie Hassan y Jeanne Shaheen en New Hampshire. Aquellos que esperaban recibir un empujón con sus visitas no lo han recibido: Alison Lundergan Grimes en Kentucky, Bruce Braley en Iowa, Mark Udall en Colorado, Pat Quinn en Illinois, Martha Coakley en Massachusetts, Charlie Crist en Florida, Mike Michaud en Maine y Anthony Brown en Maryland recibieron la visita de Hillary y todos han perdido - no han perdido por su culpa pero tampoco han podido ganar gracias a ella.
Si miramos a Arkansas, no entontramos argumentos que sostengan que Hillary podría ser competitiva allí - muchos demócratas lo creen - como lo fue su marido en los años 90. Con la derrota de Mark Pryor, Arkansas - ¡Si J. William Fulbright levantara la cabeza! - pasa a tener por primera vez una delegación 100% republicana en el Capitolio. Además, los republicanos se han hecho con la mansión del gobernador y han incrementado sus mayorías en las dos cámaras estatales. Hillary no visitó el estado en estas midterms, pero sí lo hizo su marido, sin consecuencias.
Otros
- Martin O'Malley (D) se ha desplomado en el mercado electoral. Las elecciones a gobernador de Maryland eran su primera primaria de 2016 y la ha perdido. "Si no puede conseguir que su sucesor escogido por él sea elegido en un estado consistentemente demócrata, ¿cuánto querrá alguien escucharle en el escenario nacional?" escribía ayer Justin Snow en POLITICO Magazine. Ahora, una fuente cercana a O'Malley dice que "el gobernador había hecho sonar la alarma sobre la estrategia de campaña de [Anthony] Brown hace varias semanas." Dicen que hizo "una campaña pobre que se desvió de las estrategias ganadoras de O'Malley en las dos elecciones pasadas," según POLITICO. Señalan que O'Malley nunca se centró en temas socio-culturales en sus campañas, y Brown sí lo ha hecho. Ahora ha pasado de ser un potencial aliado a un problema para O'Malley '16.
- "Joni Ernst ha recibido ayuda de un amplio listado de aspirantes presidenciales republicanos en meses recientes, desde el Gobernador de Texas Rick Perry hasta el Senador Ted Cruz. Pero el gran beneficiario de su victoria puede ser el Senador Marco Rubio (R). Rubio respaldó a Ernst cuando estaba trabada en una igualada batalla de primarias en mayo, una jugada que ayudó a llevarle atención nacional y donantes," destaca Zeke J. Miller en Time. "El secretario de prensa de Rubio, Alex Conant, ha estado fuera de la oficina de Rubio durante más de un mes colaborando en la campaña de Ernst en Iowa."
- Burgess Everett (POLITICO) cree que los Senadores Rand Paul (R), Marco Rubio (R) y Ted Cruz (R) deben estar contentos porque "un Senado republicano permitiría al trío de aspirantes presidenciales ayudar a fijar la agenda. Si los republicanos del Congreso pueden enviar leyes a la Casa Blanca solo para que sean bloqueadas por el veto del Presidente Obama, se vuelve mucho más fácil para Rubio, Paul y Cruz defender sus argumentos en 2016."
- Después del resultado de las elecciones de medio mandato "la carrera presidencial de 2016 parecerá más tentadora para los aspirantes republicanos y mucho menos para sus colegas demócratas. Más aspirantes republicanos podrían emerger de la carpintería y los llamados favoritos podrían sentirse inspirados - y con fuerzas - para presentarse con programas más dinámicos, tal vez extremos," escribe Alicia Lu en Bustle.
- El Gobernador de Massachusetts Deval Patrick (D) ha visto cómo los demócratas perdían el cargo que él ha ocupado en los últimos ocho años, pero sus posibilidades de aspirar a la Presidencia probablemente se vean reforzadas. Me explico: descuidando el voto blanco, Obama ha hecho al Partido Demócrata tan dependiente de la movilización de las minorías - la casi-derrota de Mark Warner en Virginia es un ejemplo claro -, que los demócratas podrían concluir que necesitan sustituir a Obama con otro afroamericano. Hace cuatro años, Patrick derrotó por 6 puntos al mismo Charlie Baker que hoy ha derrotado a Martha Coakley. Patrick es el único afroamericano que se ha mostrado abierto a presentarse, y no olvidemos que ha sido cliente habitual de David Axelrod.
- Las Gobernadoras Susana Martínez (R), de New Mexico, y Nikki Haley (R), de Carolina del Sur han tenido una comoda reelección, al igual que el Senador por New Jersey Cory Booker (D). Ninguno de ellos ha mostrado, de momento, interés en la Presidencia, aunque aparecen en algunas listas de posibles tapados.
Fantástica crónica Antxon.
ResponderEliminarQuisiera hacer un par de puntualizaciones.
Todo sabéis mi poco aprecio por Chris Christie, no se me quita de la cabeza aquel comportamiento en el huracán de aquellos primeros días de noviembre de 2012, pero si en la tarde-noche de ayer hay un ganador ese es Chris Christie. Repito que ojalá no sea el candidato GOP pero anoche se apuntó un tanto muy importante, como presidente de la Asociación de Gobernadores Republicanos, para la carrera Presidencial en 2016 tras el triunfo fundamentalmente de Rick Scott en Florida y Rick Snyder en Michigan. Ayer oí la crónica de Bob Schieffer y venía a decir precisamente esto que estoy exponiendo. Su presencia en Iowa, New Hampsey y Carolina del Sur ha sido constante y sin duda alguna que le va a situar en la cabeza de preferencia en estos estados. Se comenta que Nikki Haley es una auténtica fan de Chris Christie.
El resto de los posibles candidatos apenas han tenido relevancia en esta campaña. Quizás Jeb Bush, no me refiero a la elección de su hijo en Texas como Comisionado de Tierras que estaba ganada de antemano, sino a su apoyo en las últimas horas a Rick Scott. No obstante yo a Bush no le veo rival para Christie.
Yo a Scott Walker le veo más como running mate, siempre en función de lo que haga Paul Ryan. Si Paul Ryan se presenta entonces no creo que Walker sea considerado para las elecciones de 2016.
Sandoval y Kasich son los perfectos VP dependiendo de las necesidades del candidato. Con un candidato MarocRubio probablemente Kasich sería el VP ideal y con un candidato como Christie entonces Sandoval ganaría muchísimos enteros.
PERDEDORES
Obama, el eslogan caduco yes we can, y los grandes publicistas de la campaña de reelección del Presidente Obama, es decir el matrimonio Clinton,. Hillary sale muy tocada de esta noche electoral aunque los medios progresistas digan lo contrario. Y sigo apostando que el candidato demócrata será Biden.
Un abrazo para todos
Casto Martín
Además de los elogios, Christie se lleva otra cosa importante de estas elecciones: tanto él como su equipo de asesores han adquirido experiencia manejando una campaña nacional, han recibido un curso práctico de cómo y dónde se ganan y se pierden las elecciones en cada estado y un conocimiento de los diferentes electorados que les vendrá bien en una campaña presidencial.
ResponderEliminarSobre número dos del ticket republicano, hazme caso: el partido quiere colocar a Kelly Ayotte o Susana Martínez.
Coincido con el primer comentario. Uno de los grandes derrotados en estas elecciones han sido los Clinton. ¿De verdad se van a presentar a las presidenciales intentando separarse de Obama? Que lo hubieran pensado mejor en 2012 donde parecía que eran ellos los candidatos y no el Presidente Obama.
ResponderEliminarSobre Sandoval indicar que es un valor en alza. Ha conseguido cerca del ¡70% de los votos! superior a George W Bush en Texas en 1998. No obstante la elección de running mate se hará en función de las necesidades del candidato. Un candidato como Christie, siendo de NJ, no va a elegitr a Kelly Ayotte de NH, si necesitase un hispano sin duda que echaría mano de Martinez, Sandoval o incluso Maro Rubio. Sandoval se ha posicionado muy bien en los puestos de cabeza como running mate.
Yo tengo serias dudas con Kasich. Tiene un pasado no muy claro en Lehman Brothers y eso le podría pasar factura en unas Presidenciales. Ya veremos.
Si observo un menos protagonismo de Senadores pintorescos como Ted Cruz o Rad Paul. Las cosas comienzan a clarificarse en Chris Christie, Jeb Bush, Romney o Ryan y quizás Marco Rubio.
Luis
De Ohio veo más probable que integre el ticket Rob Portman, que cumple el perfil electoral de Cheney. Hombre de cierta edad, con una larga trayectoria en Washington en diferentes puestos, que puede compensar la juventud (si es Rubio) o la inexperiencia en Washington (si es un gobernador) del candidato a Presidente sin hacerle sombra en ningún momento porque es un hombre gris y poco mediático.
ResponderEliminarDentro de un rato actualizo el blog con algunas cosillas.