domingo, 17 de agosto de 2014

Presidenciables en los talk-shows domingueros (En esta edición, dos gobernadores en apuros)

Gobernador Rick Perry (R-Texas) en Fox News Sunday



Rick Perry se ha defendido de la acusación por abuso de poder presentada contra él por un gran jurado por amenazar con retener fondos a la Unidad de Integridad Pública si su titular no dimitía después de haber sido detenida por conducir borracha.

"No es el modo en que resolvemos diferencias, diferencias políticas, en este país," ha dicho Perry, que ve motivaciones políticas en la acusación. "No lo haces a través de acusaciones. Resolvemos nuestras diferencias políticas en las urnas."

Cree que lo que hizo es lo que hacen continuamente los gobernadores.

"Dije muy claramente y públicamente que mientras esa persona estuviera dirigiendo esa agencia, había perdido la confianza en ella, el público había perdido la confianza en ella," ha dicho. "Mirad el vídeo de cuando estaba siendo registrada en la prisión del condado... Estaba pateando la puerta, estaba abusando de los oficiales de la ley. Tenía que ser contenida."

Y ha añadido: "Si tuviera que hacerlo otra vez, tomaría exactamente la misma decisión."

Los juristas dicen que la acusación es cuestionable y podría no pasar a mayores - incluso el gurú electoral de Obama, David Axelrod, escribió en su Twitter: "Salvo que se demuestre que estaba intentando eliminar la unidad de ética por una razón diferente a la expresada, la acusación contra Perry es muy exigua." - pero es un embarazoso episodio en su expediente al convertirse en el primer gobernador de Texas contra el que se han presentado cargos desde el demócrata James "Pa" Ferguson en 1917.

Posibles rivales de 2016 como Bobby Jindal, Jeb Bush o su paisano Ted Cruz han salido en su defensa. Cruz incluso creó el hashtag #StandWithRickPerry (Respaldar a Rick Perry).

¿Cómo puede afectar el caso a las ambiciones presidenciales de Perry?

"La pregunta que enfrentamos es si esto es un claro ejemplo de un oficial público utilizando sus poderes para cometer abusos e ilegalidades o es la criminalización de una actividad política legítima," escribe Dan Balz en The Washington Post.

"Los fiscales tendrán que probar su caso en los tribunales. Incluso aunque tengan éxito, tendrán que superar probables apelaciones. Mientras tanto, la acusación podría fortalecer al gobernador con las bases de su partido, al menos a corto plazo. La acusación es por ahora una mancha en su historial, pero el desenlace legal y político está todavía por escribirse. Las aspiraciones de Perry en 2016 y su legado político están en la cuerda floja," añade Balz.

Ross Ramsey escribe en The Texas Tribune: "El gobernador está en la fase inicial de su nueva candidatura a Presidente, y la acusación es una noticia nacional, como el puente de Chris Christie. Los partidarios del gobernador culpan a los demócratas - el condado de Travis es liberal, y los fiscales son severos con los republicanos, dicen - pero esto es nébeda para otros republicanos. Perry no está compitiendo con los demócratas, sino con otros republicanos por la oportunidad de competir contra los demócratas.

"Puede que sus abogados consigan apagar la acusación antes de que haya un juicio. Puede que haya un juicio y un jurado no encuentre nada delictivo.

"Mientras tanto, el gobernador y otros ya están cazando en Iowa, la base de la primera votación presidencial dentro de casi dos años. Esta acusación podría ser para la campaña presidencial de Perry lo que un escape en el alcantarillado en la inauguración de un nuevo restaurante: la comida podría no ser lo más recordado por los comensales."

Harry Enten y Walt Hickey, de FiveThirtyEight, creen que hay que ver y esperar para saber el impacto que puede tener esto en una campaña presidencial de Perry:

"La táctica más probable de Perry hubiera sido intentar reunir a las bases conservadoras, un bloque de votantes que ha estado dispuesto a apoyar a un candidato atacado por la prensa establecida. Tal vez los votantes conservadores se reunirán en torno a Perry, especialmente si el caso contra Perry parece tener motivaciones políticas. Es difícil de predecir. Los escándalos a veces hunden a un político y otras veces apenas tienen impacto electoral.

"Por ejemplo: el Gobernador de New Jersey Chris Christie, uno de los potenciales rivales de Perry para la nominación presidencial republicana en 2016. Tras el escándalo del puente George Washington, el apoyo a Christie cayó tanto en su estado como a nivel nacional. Todavía tiene que recuperarse. Todavía está vivo en la contienda por la nominación republicana de 2016 - por encima de Perry en las encuestas - pero el escándalo del puente provocó una considerable abolladura en su apoyo.

"Christie estaba por encima del 15% a nivel nacional en las encuestas para la nominación republicana antes de que el escándalo estallase. Desde entonces, sus números han caído por debajo del 10%. En New Jersey, Christie tenía un índice de aprobación del 65% en diciembre de 2013 y un índice del 50% en junio de 2014.

"Estuvo la candidatura presidencial de Herman Cain en 2012. Cain lideraba el pelotón republicano con el 30% en una encuesta nacional llevada a cabo por Quinnipiac en octubre de 2011, una semana antes de que surgieran las alegaciones de que Cain se comportó inapropiadamente con dos mujeres cuando dirigía la Asociación Nacional de Restaurantes. La siguiente encuesta de Quinnipiac, tomada dos semanas después de que estallara el escándalo, tenía a Cain en el 14%. Se retiró dos semanas después de eso.

"Por otro lado, a veces estas cosas no logran tener un impacto electoral, como en el caso del entonces Gobernador de Arkansas Bill Clinton. Unos días antes de que Gennifer Flowers reprodujese las cintas de audio que supuestamente probaban que había tenido una aventura con Clinton, él encabezaba el pelotón de candidatos presidenciales demócratas con el 22% del voto, según una encuesta de CBS/New York Times. Pocos días después de que se publicasen las cintas de audio, Clinton saltó al 31% en una encuesta de Los Angeles Times. Quedaría en una fuerte segunda posición en la primaria de New Hampshire y ganaría la nominación.

"¿Está Perry jodido para el 2016? Necesitaremos más tiempo para saberlo seguro. Los problemas de Christie fueron rápidamente reconocidos en las encuestas, pero todavía no sabemos si se recuperará para el 2016."

Michael Gerson, columnista de The Washington Post y ex redactor de discursos de George W. Bush, tampoco esperaba mucho de Perry antes de la acusación. "No es una acusación seria, pero tampoco es una candidatura seria," ha dicho esta mañana entre risas en una reunión de cabezas parlantes en la CBS. "Nadie en el partido, ni los donantes, está esperando a ver qué va a hacer Perry porque tuvo una actuación muy pobre la última vez."

Gobernador Jay Nixon (D-Missouri) en Face The Nation (CBS), This Week (ABC)Meet The Press (NBC) y State of the Union (CNN)



Más vídeos: This Week / Meet The Press / State of the Union

El gobernador de Missouri se ha visto desbordado por el caos que se ha apoderado de Ferguson, un suburbio negro de St. Louis, desde que hace una semana un oficial de policía matase a un joven negro. Nixon estuvo 72 horas desaparecido en combate antes de pronunciarse sobre los acontecimientos, mientras la tensión se intensificaba con los graznidos de los activistas negros, la detención de dos periodistas y las imágenes propias de una zona de guerra que la televisión hacía llegar a todas los hogares del país.

No es, ni mucho menos, un habitual de los programas dominicales, pero hoy ha aparecido en cuatro de ellos para decir que se sintió "asombrado" ante la respuesta policial, y ha lamentado "la sobremilitarización" de la zona y las imágenes de "pistolas apuntando a niños en la calle."

Dice que su deber es buscar el equilibrio entre la frustración de los que protestan y la necesidad de garantizar la seguridad en la zona, y que el toque de queda nocturno continuará mientras la comunidad así lo decida.

"Son emociones reales. La gente necesita afligirse y necesitan hablar, pero también necesitamos mantener el imperio de la ley y la paz, y creo que necesitamos armonizar las tres cosas," ha dicho.

Ha aclarado que su oficina se opuso a la decisión de la policía de divulgar un vídeo que mostraba supuestamente al joven negro atracando una tienda antes de morir, porque es un intento de "mancillar" al joven y porque "ha tenido un efecto incendiario."

La desconfianza de los activistas afroamericanos hacia Nixon - ¿a qué me suena esto? - viene de lejos. En los años 90, siendo fiscal general de Missouri, la NAACP (Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color) le acusó de tratar de desmantelar los programas de desegregación que establecían que cierta cantidad de chicos negros de zonas marginales estudiasen en las escuelas de las zonas ricas.

Nixon, de 58 años, lleva meses insinuando que podría presentarse a Presidente en 2016 y ya ha viajado una vez a Iowa.

"Es un buen hombre y un buen gobernador," ha dicho de él esta semana el Presidente Obama - quien, recordaréis, en 2008 celebró su mitin más multitudinario de la campaña precisamente en St. Louis -, pero las trifulcas de Nixon con los negros no son la mejor carta de presentación en unas primarias presidenciales demócratas en estos tiempos.

Jonathan Martin, de The New York Times, ha dicho esta mañana en The Inside Politics (CNN) que este es un buen momento para que nos fijemos en la rivalidad que existe entre los dos demócratas más importantes de Missouri, ambos con posibles aspiraciones nacionales: el Gobernador Jay Nixon y la Senadora Claire McCaskill.

No se tienen mucho aprecio mutuo, dice Martin.

"Habéis visto algunas pistas de esto en los últimos días durante los reportajes sobre Ferguson," dice. "Observad el lenguaje corporal. Observad a esos dos. Son básicamente las dos grandes figuras demócratas del estado. Y hay muchos tipos en el mismo estado y en el mismo partido que no se llevan muy bien."

Missouri, que en el siglo XX era el estado variable por excelencia, conocido como el barómetro electoral por apoyar al ganador nacional en todas las elecciones presidenciales salvo en una - en 1956, cuando el ticket perdedor lo conformaban dos ilustres vecinos, Adlai Stevenson, de Illinois, y Estes Kefauver, de Tennessee -, se ha vuelto invariablemente republicano - o simplemente ha preferido votar al blanco - en la última década en las elecciones presidenciales. Missouri ha dado un solo Presidente - Harry S. Truman - y pocos candidatos presidenciales - el último, Dick Gephardt.

No hay comentarios:

Publicar un comentario