miércoles, 6 de enero de 2016

Bernie Sanders promete romper el monopolio de las grandes firmas de Wall Street en su primer año como Presidente



Ayer, Bernie Sanders (D) atacó a Wall Street desde Manhattan.


El senador por Vermont llamó a
romper los grandes bancos. "Si un banco es demasiado grande para fracasar, también es demasiado grande para existir," es la máxima del candidato demócrata socialista.


Prometió que, si es elegido Presidente, pondrá en marcha "una Ley Glass-Steagall del siglo XXI" que separará la banca comercial que financia a particulares y empresas de la banca de inversión. Es uno de los caballos de batalla de su colega en el Senado Elizabeth Warren. ¿Y si la campaña de Sanders fuera solo la avanzadilla de una operación de la izquierda demócrata para nominar a la senadora por Massachusetts en una improbable convención abierta?


Sanders describió a
Wall Street como una fuerza de destrucción capaz de hacer pedazos la estructura misma de la nación.


Más tarde, Sanders visitó el plató de With All Due Respect (Bloomberg) para comentar su discurso sobre la regulación del sector financiero.


"Soy un keynesiano en muchos sentidos," dijo Sanders, que criticó la teoría del derrame, tan popular en la época de Bill Clinton. Para Sanders, la teoría según la cual la mejoría de la economía en los sectores más privilegiados de la sociedad termina extendiéndose más tarde al resto de la sociedad "es una teoría fraudulenta."


Cuando se le pidió que pusiera
un ejemplo de la codicia de Wall Street, el candidato mencionó al presidente de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein, uno de los principales valedores de Hillary Clinton. Blankfein ha hecho mucho dinero "después de haber destruido la economía," protestó Sanders.

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