Marco Rubio ayer en New Castle, NH, junto a un elefante, divisa del GOP. (Foto: Jim Cole/AP)
Tres recaudaciones de fondos en beneficio de los republicanos de New Hampshire y apretones de mano y conversaciones con activistas clave, donantes y oficiales electos (en esta foto lo vemos charlando con la presidenta del GOP de NH, Jennifer Horn), constituyen la mejor prueba hasta ahora de las ambiciones presidenciales de Marco Rubio.
En el acto central de su visita de ayer al estado de granito, un discurso (ver vídeo: parte 1, parte 2) en el hotel Wentworth by the Sea de New Castle, en el área metropolitana Boston-Cambridge-Newton, el senador por Florida habló de menos impuestos y menos regulaciones, y pidió una revuelta popular contra el Obamacare, pero lo que nos permite inferir que su mente está puesta en 2016 fue la parte de su mensaje que está conectada a su historia personal: que su objetivo es restaurar la oportunidad para que cualquiera pueda alcanzar el Sueño Americano que él ha alcanzado.
"Fui criado por personas que sabían lo especial que era [el Sueño Americano]. Por personas que hicieron de ello el objetivo de sus vidas para asegurarse de que todas las cosas que no fueron posibles para ellos fuesen posibles para nosotros. Mis padres no solo querían que tuviésemos grandes sueños, nos lo demandaban," recordó.
"Sé que mi éxito es una afirmación para mis padres de que lo que hicieron valió la pena, pero es también un testamento para América," dijo. "Quiero preservar esa oportunidad y creo que merece la pena luchar por ella. Queremos dejar a nuestros hijos un país donde el hijo de un camarero y una criada [como él] pueda ser lo que quiera ser."
Rubio, de 43 años, dejó entrever que si es candidato apelará a la cosa del futuro - eso que a Obama le dio tan buen resultado frente a candidatos mucho más viejos - para diferenciarse de potenciales rivales - Hillary Clinton, y puede que Jeb Bush - cuyos apellidos están ligados al pasado. "Sus ideas nunca funcionaron en el Siglo XX, mucho menos en el XXI, y ahora amenazan con nominar a alguien que quiere devolvernos al pasado, a una época que ya ha pasado y nunca volverá," dijo sobre la favorita de los demócratas.
Su visita a New Hampshire - su única aparición en el último año y medio - es la primera de un potencial candidato que puede contar con el beneplácito del establishment - hasta ahora, en lo que llevamos de 2014, el estado había recibido a candidatos como Rand Paul, Ted Cruz y Mike Huckabee, que no son precisamente de la línea oficialista del partido.
Rubio encontró reacciones muy positivas por parte de una audiencia muy afín. Y es que no es casualidad que el senador cubanoamericano haya escogido el estado de granito para estrenarse en el circuito presidencial porque allí cuenta con más potenciales aliados que en Iowa: Steve Duprey, representante del estado en el Comité Nacional Republicano (RNC), fue de los primeros en firmar el año pasado una carta de apoyo al plan de reforma migratoria de Rubio, y la Senadora por New Hampshire Kelly Ayotte fue el primer miembro del Senado fuera del grupo de trabajo de Rubio que apoyó sus esfuerzos.
El ex Gobernador de New Hampshire John Sununu - quintaesencia del establishment republicano - introdujo ayer a Rubio como un republicano de Ronald Reagan. "De hecho, hablando con él, descubrí que estaba verdaderamente inspirado por ese gran republicano," dijo. No es un endorsement - si Jeb Bush se presenta, es difícil ver una situación en la que Sununu no trabaje para los Bush, y sabemos que puede ser un soldado muy entregado - pero demuestra que si se dieran las condiciones adecuadas, Rubio encontraría mucho apoyo en el aparato oficial del GOP de NH.
"Creo que tiene un montón de similitudes con Ronald Reagan," declaró tras el acto a la filial de la CBS la ex Congresista Julie Brown, quien presidió las campañas de Reagan en la ciudad de Rochester en 1980 y 1984. Si Rubio se presenta, Brown dijo que tendrá su apoyo. "Necesitamos ese tipo de hombres en Washington," dijo.
"Su energía iguala la energía de esta sala esta noche," dijo Eddie Edwards, jefe de policía de South Hampton.
"Tiene mucha pasión y energía, y creo que eso es importante para los republicanos. Pero lo que queremos saber es, ¿tiene la experiencia que se requiere para liderar?" se preguntó el concejal de Derry, Mark Osborne.
Horas antes, Rubio no echó balones fuera cuando se le preguntó por sus ambiciones presidenciales en una entrevista a la emisora local WMUR. Admitió que se lo está pensando en serio y que puede tomar una decisión antes de lo que pensamos.
"Cuando uno da un discurso aquí o habla sobre su mensaje, lo que por cierto hemos hecho en 20 estados diferentes, se magnifica. New Hampshire juega un papel muy importante en la selección de nuestros líderes," dijo.
Se le preguntó sobre un hipotético ticket Rubio-Ayotte. "Kelly Ayotte sería alguien formidable en la parte frontal, no en la parte trasera," dijo de una de sus mejores amigas en Washington, quien como él fue elegida en 2010 en plena ola del Tea Party y que ahora es una de las estrellas ascendentes más mimadas por el establishment y con mejor prensa en la capital.
Hay muchos elementos que están tomando forma a favor de Rubio en los últimos meses - sus buenas cifras recaudatorias, los problemas de Christie, las reticencias de Ryan, la vuelta de la política exterior a la primera línea -, pero tiene mucho trabajo por delante si quiere recuperar el estatus que tenía hace solo un año, cuando la revista Time lo presentaba como el salvador republicano. Como indica WMUR, Rubio encabezaba el pelotón de candidatos republicanos en New Hampshire con un 15% en una encuesta de abril de 2013; sin embargo, en un sondeo de abril de 2014, después del fiasco de la reforma migratoria, ha caído varias posiciones hasta el 2%.
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