Hey, ¿quién se presenta en el 16?

Saludando de entrada a todos aquellos que tengan la amabilidad de leerme, declaro inaugurado este nuevo sitio, continuación de los sitios dedicados a 2008 y 2012, que, si todo va bien, tendrá una vida de tres años y medio que culminará con la elección del 45º Presidente de los Estados Unidos el 8 de noviembre de 2016.

Como siempre, serán tres años de especulaciones, comités exploratorios, Super PACs, straw polls, front-runners, dark horses, candidatos de última hora, debates, town halls, mítines, pifias, primarias, caucuses, Super Martes, maíz, escándalos, dosiers secretos, delegados, convenciones, encuestas y dólares.

Por el momento, en esta primera fase de vida del blog, solo ofreceré una actualización semanal que consistirá en la recopilación de noticias sobre las andanzas de los potenciales candidatos. La idea es ir subiendo progresivamente la frecuencia de publicación hasta ponerme en modalidad de diario en la segunda mitad de 2014, aunque no prometo nada.

Y qué mejor introducción que un breve resumen del estado actual de las cosas.

Situémonos respondiendo en lo posible a la pregunta del título: ¿quién se presenta en el 16?

Entre los demócratas todo sigue dependiendo de Hillary Clinton. La que fuera de forma ininterrumpida Primera Dama de Arkansas y EEUU, Senadora por Nueva York y Secretaria de Estado disfruta por primera vez en treinta años de la condición de ciudadana privada. Dijo que se retiraba para descansar y pasar más tiempo con los suyos, colaborando ocasionalmente con la fundación de su marido, pero sabemos que ya está trabajando en un segundo volumen de sus memorias que se publicará a mediados de 2014 y no ha dejado de ser noticia: entrevista conjunta con Obama en 60 Minutes, recipiente del premio al liderazgo internacional del Atlantic Council con elogios de Henry Kissinger, estreno de cuenta en twitter, y aistencia hace apenas diez días a la ultrasecreta reunión anual del Club Bilderberg.

Las encuestas la dan como superfavorita a la nominación demócrata, igual que en 2005 por estas fechas, y dicen que ningún demócrata es capaz (o no se atreve) de hacerle sombra. El columnista Fred Dicker, del New York Post, que conoce como nadie el universo político neoyorkino, escribía hace unas semanas que el Gobernador Andrew Cuomo, la figura emergente más seria del partido, ya habría informado a su entorno que no se presentará en el 16 si Hillary lo hace.

Los más progresistas miran con interés a la Senadora Elizabeth Warren y ésta no les está defraudando, oponiéndose con vehemencia a cualquier propuesta para recortar los beneficios de la Seguridad Social, aunque venga del mismísimo Obama.

Esta mujer parece la gran amenaza latente para Hillary si miramos la cantidad de incondicionales que aglutina en los sectores más activos de la militancia partidista. Progressive Change Campaign Committee, el comité de acción política que la reclutó como candidata para batir a Scott Brown en Massachusetts, ya prepara el terreno para apoyarla en una hipotética aventura presidencial, y otros estandartes izquierdistas como el Democracy for America ya han advertido que no trabajarán para ningún demócrata que apoye recortes de beneficios de ningún tipo. Warren no ha dado muestras de estar pensando en la Presidencia pero hasta sus adversarios se la toman en serio y promueven iniciativas como elizabethwarrenwiki.org para someterla a examen.

Otro que se propone desafiar a Hillary desde la izquierda es el Gobernador Martin O'Malley, hasta ahora el único demócrata, aparte de Joe Biden, que ha expresado abiertamente que ambiciona la Casa Blanca. Prepara una estrategia howard-deanesca que le permita emerger del semi-anonimato. Ya ha creado un comité nacional de acción política que ha bautizado como The O' Say Can You See, en alusión a las primeras palabras del himno y como guiño a la O' de su apellido, que utilizará para vocear en los cuatro costados del país que él ha sido uno de los primeros gobernadores en legalizar el matrimonio homosexual, que ha abolido la pena de muerte en Maryland y que está a favor de la legalización de la marihuana.

Los atentados de la maratón de Boston y la subsiguiente persecución de los autores televisada a todo el país han dado a conocer al Gobernador afroamericano de Massachusetts, Deval Patrick, que sube en las apuestas mientras su colega de Montana, Brian Schweitzer, cae después de haber comunicado que está más inclinado a presentarse al Senado en 2014.

En estos primeros meses del año también han salido a la palestra un par de nombres que no incluí en la lista preliminar: Jack Markell, Gobernador de Delaware, un demócrata pro-negocios cortado por el mismo patrón que Clinton, tiene poco que hacer mientras Hillary y Biden estén ahí; y Peter Shumlin, el carismático Gobernador de Vermont, respondió a las especulaciones dejando claro lo mucho que aborrece Washington DC y que él no es uno de esos gobernadores que no se sienten realizados si no aspiran a llegar al 1600 de Pennsylvania Avenue. ¿Pero cuántas veces hemos oído eso? Por lo pronto, Shumlin ha aceptado suceder a O'Malley en la presidencia de la Demcoratic Governors Association (DGA) y ya se deja ver fuera de Vermont.

En el bando republicano lo más destacado ha sido la re-entrada de Jeb Bush en el juego. El ex Gobernador de Florida deja la puerta muy abierta repitiendo que "he decidido no pensar en ello por lo menos en un año. Decidirse antes de tiempo es tan malo como decidirse demasiado tarde."

Está aprovechando la promoción de su libro sobre inmigración Immigration Wars para dejarse ver en la tele hablando de la necesidad de atraer a un electorado más diverso y animar a su partido a tener una conversación más franca con los inmigrantes, pero también para declarar que su idea no pasa necesariamente por un camino que conduzca a los ilegales a obtener la ciudadanía, tal y como había defendido hasta hace unos meses. Y sabemos que matizar lo que venías diciendo y usar un lenguaje mucho más ambiguo (ahora habla de "un status legal que permita a los ilegales vivir una vida digna") suele ser la primera instrucción de la guía para candidatos presidenciales.

En una posición más comprometida se sitúa Marco Rubio que se unió a un grupo de ocho senadores que negocian la farragosa reforma migratoria y se ha propuesto actuar como mensajero del proyecto ante una comunidad conservadora que se muestra escéptica, si no abiertamente hostil. Parece dispuesto a correr el riesgo ya sea por coherencia o porque persigue el crédito y la talla de líder nacional que podría proporcionarle el ser el impulsor de un proyecto histórico. Por cierto, ha contratado a la fotógrafa de Sarah Palin, Shealah Craighead, muy buena, dicen, para que le siga a todos lados. ¿Una pista sobre sus intenciones?

A todo esto, sigue sin estar claro el supuesto que todos damos por descontado de que si Jeb se presenta, Marco no se presenta, y viceversa.

Y mientras Rubio hace malabarismos en el Capitolio, otro hispano, el novato Senador Ted Cruz, le roba la vitola de superestrella conservadora. Comparten posturas en la mayoría de asuntos, desde su apoyo a la reducción del tamaño del gobierno hasta su oposición al control de armas, pero Cruz se ha desmarcado de su compañero de cámara asumiendo posturas más inflexibles en inmigración. Activo twittero y asiduo de los platós de televisión, el texano ya ha recibido una invitación para asistir al picnic del Partido Republicano de Iowa el mes que viene...

Pero quien verdaderamente tiene encandilados a los conservadores es Ben Carson. El neurocirujano de la Johns Hopkins Hospital, famoso por ser el primero que separó con éxito a dos siameses unidos por la cabeza, se ganó la atención de todos en la National Prayer Breakfast y la CPAC con su discurso crítico con la deuda nacional y el ObamaCare. Su nombre ya empieza a ser incluido en las listas de posibles aspirantes como ese candidato-ciudadano que tanto suele gustar (véase Herman Cain en 2012).

Volviendo a los políticos, cada día está más claro que el Gobernador Chris Christie saldrá cómodamente reelegido en New Jersey el próximo otoño y, aunque las encuestas lo señalan como el republicano más popular del país, quiere dejarnos claro que de momento solo piensa en la reelección; Bobby Jindal, que anda en conflicto con algunos grupos de votantes de Louisiana debido a los recortes, es el actual presidente de la Republican Governors Association (RGA) lo que le proporciona una buena lista de contactos, acceso a donantes, y la oportunidad de posicionarse como el candidato de los gobernadores en un escenario sin Bush si estos ven que Christie hace la guerra demasiado por su cuenta; Rand Paul parece un pre-candidato declarado, con continuas visitas a Iowa y New Hampshire, utilizando los recientes escándalos (Benghazi, IRS, NSA, nominaciones ejecutivas) para elevar la voz, y ganando el straw poll del último CPAC; el Gobernador Scott Walker ya ha hecho su debut en Iowa con un acto que oficialmente sirvió para recaudar fondos para su campaña de reelección del año que viene en Wisconsin; ah, y Jon Huntsman ya se ha posicionado para volver a ser el abanderado del ala moderada del partido con un artículo en The American Conservative en el que manifiesta su apoyo al matrimonio homosexual.