miércoles, 11 de febrero de 2015

La temprana ambición de Scott Walker: ser Presidente


"Algún día voy a ser Presidente de los Estados Unidos," le confesó un veinteañero Scott Walker (R) en los años 80 a un compañero de habitación que ahora es dentista.

David Farenthold publica en The Washington Post un muy recomendable reportaje sobre los años de Walker en la universidad, donde en su primer año fue elegido para el senado de los estudiantes, donde lideró procesos de impeachment contra otros miembros, luego se presentó sin éxito al puesto de presidente del cuerpo de estudiantes, y finalmente dejó sin terminar la carrera de ciencias políticas para empezar a trabajar en la Cruz Roja Americana.

Ya entonces, el futuro gobernador de Wisconsin estaba más interesado en la política que en los estudios, dice Farenthold, que lo resume de este modo: "Claramente, a Walker le gustaban más las elecciones de la facultad que la facultad en sí. Se las arregló para hacerse con 47 'endorsements' de campaña, incluidos los del equipo de esquí y el coro universitario, pero tenía problemas para aparecer a tiempo en las clases de francés."

Walker se tomaba muy en serio las elecciones universitarias, siendo acusado en más de una ocasión de ir demasiado lejos en sus ambiciones políticas. Distribuía "chapas que decían "Beam Me Up, Scotty!" [inspirado en una famosa frase de 'Star Trek'] Había lemas escritos con agua y colorante para alimentos en las crestas de nieve del campus. La campaña incluso alcanzó un trato especial con 'Lucci's Pizza': los votantes de Walker tenían extra de queso gratis."

Por su combatividad en el senado de los estudiantes - cualquiera que haya visto pelis americanas de los 80 ambientadas en institutos y universidades todavía arrastrará traumas por la cultura de la codicia y la brutal competencia que allí se respiraba -, le llamaban Niedermeyer en honor al líder de los cadetes de la película 'Desmadre a la americana' (1978). Aunque como estudiante era más bien como los de El club de los cinco (1985), disperso. Tenía la costumbre de llegar tarde a clase, recuerda su profesor de francés, que más tarde ha tenido ocasión de bromear con el gobernador sobre sus años de estudiante.

Cuando le recuerdan que sería el primer Presidente de EEUU sin una licenciatura desde Harry Truman (1945-1953), Walker recurre a una respuesta estándar que parece muy pensada. La ofreció el mes pasado durante una entrevista con Hugh Hewitt: "Soy como la mayoría de la gente en América. Soy alguien que fue a la facultad, que en mi último año tuve la oportunidad de coger un trabajo a tiempo completo, que no era la única razón por la que fui a la universidad pero sí que una de las principales razones era conseguir un empleo. Como a mucha gente en América, tu familia y tu trabajo te dejan sin tiempo para terminar [los estudios]. Me he sacado un máster en enfrentarme a los intereses especiales del intervencionismo gubernamental, y creo que eso vale más que cualquier cosa que nadie pueda mostrar."

No hay comentarios:

Publicar un comentario