(Imagen: @JGibsonDem) |
¿Será alguien capaz de parar la racha ganadora de Rand Paul en el CPAC? Era una de las grandes preguntas en los últimos tres días. La respuesta es no. Por tercera edición consecutiva, el senador por Kentucky se ha llevado la victoria en el sondeo de paja del evento conservador más importante del año.
La victoria se la debe a los incansables activistas de Young Americans for Liberty (YAL) que llevan trabajando desde diciembre para alcanzar este fin. Se han ocupado de traer a cientos de partidarios de Paul de todos los estados de la Costa Este, y se han aprovechado de un error de los responsables del sistema de voto electrónico que les ha permitido votar a Paul tanto como primera como segunda opción.
También ha sido parte importante de la operación de Paul el libertario Leadership Institute, uno de los patrocinadores de la CPAC.
Con tres victorias, Paul iguala a Ronald Reagan, que ganó en 1976, 1980 y 1984 - cuando el sondeo se hacía solo en año electoral -, y a Jack Kemp, que ganó en 1986, 1987 y 1993. Podéis comprobar aquí la relación histórica de ganadores del sondeo de la CPAC y de ganadores de la nominación presidencial republicana.
Ahora bien, si comparamos su victoria de este año con la del año pasado, Rand Paul no debe estar del todo satisfecho. En 2014, obtuvo el 31 por ciento de los votos y su rival más cercano, entonces Ted Cruz, quedó a 20 puntos de distancia (11 por ciento). Este año, el segundo clasificado, Scott Walker, se ha acercado a solo 4 puntos de Paul.
Walker ha subido 14 puntos en un año (del 7 por ciento de 2014 al 21 por ciento de 2015). Y ha sido la segunda opción preferida, con el 19 por ciento. Si sumamos todos los votos recibidos como primera opción y como segunda opción, Paul ha ganado a Walker por solo 2 puntos (42 por ciento frente a 40 por ciento).
El gobernador de Wisconsin no se ha organizado para ganar el sondeo como Paul, ni siquiera como Jeb Bush. Su esfuerzo ha sido sobre todo personal, fundamentado en hablar con la gente en el backstage y dar decenas de entrevistas a radios y pequeños medios conservadores presentes en la cita; su discurso fue el jueves, pero ayer seguía allí concediendo entrevistas.
Walker puede reclamar una victoria moral. Sale de aquí con un importante capital electoral. Reúne en su persona el respeto del establishment republicano y el apoyo del movimiento conservador, dos categorías que en otros candidatos parecen incompatibles. Es la posición de salida soñada por cualquier candidato presidencial republicano. A partir de ahora, su objetivo tendrá que ser el convertirse en "el hombre que derrotó a un Bush." Eso le haría llegar - a él o a otro que lo consiga, si alguien lo consigue - con un potente argumento a unas elecciones generales, al igual que la etiqueta de "el hombre que derrotó a una Clinton" ayudó a incrementar el mito de Obama, otro candidato que contaba a la vez con la aceptación del establishment de su partido y con el amor de las bases.
En contra de Walker puede jugar el hecho de que ha empezado a subir demasiado pronto - Obama empezó a subir un mes antes de derrotar a Hillary en el caucus de Iowa.
Jeb Bush ha quedado en quinta posición. Quizás lo más importante para él es que ha superado a rivales directos como Marco Rubio y Chris Christie, aunque, a diferencia de ellos, Jeb sí ha invertido bastante dinero en competir en el sondeo de paja.
El equipo del ex gobernador de Florida se ha organizado para obtener un buen resultado, fletando autobuses para transportar a cientos de partidarios del barrio de Georgetown y de la calle K a los que les ha pagado las entradas.
"Correos electrónicos aportados a Slate muestran que los partidarios del ex gobernador de Florida están transportando simpatizantes desde el centro de Washington, DC. a la CPAC en el National Harbor, Maryland, y organizándose para darles entradas para todo el día," informaba el jueves Betty Woodruff en Slate. "Un confidente de Bush confirmó a Slate que el comité Right to Rise de Bush está ayudando a organizar el transporte."
Haciendo las veces de 'monitor' del grupo de votantes de Bush estuvo Fritz Brogan, un hombre que solía hacer de avanzadilla del Presidente George W. Bush en todos sus viajes.
Muchos pueden pensar que haber quedado por encima de Rubio y Christie habiendo metido a la gente en autobuses para que te voten, no tiene mérito. Pero tener el dinero, los medios, la voluntad y el plan para hacer eso cuando todavía ni siquiera eres candidato dice mucho sobre la seriedad de tu operación electoral, y eso es fundamental para ganar.
Lo más importante que Jeb Bush nos deja en este CPAC es que en su discurso demostró que se ha estado preparando a conciencia durante meses, si no años, y que realmente desea ganar. Hace solo unos meses yo pensaba que carecía de la ambición y el ardor que se requiere para enfrentarse al duro proceso de unas presidenciales. Pensaba que si lo hacía era casi por obligación y por presiones. Ahora no pienso así, creo que va a por todas.
Ted Cruz ha pasado del segundo al tercer puesto, aunque ha mantenido el porcentaje.
Ben Carson ha caído del tercer al cuarto puesto, pero ha mejorado el porcentaje (del 9 por ciento del año pasado al 11 por ciento de este año). Tiene mérito habiéndole tocado hablar a las ocho y media de la mañana del primer día. Cuenta con una base de partidarios muy leal.
Marco Rubio ha bajado del 6 por ciento al 4 por ciento. Scott Walker y Jeb Bush lo están tapando en parte. Lo que debe darle ánimo es que hace solo dos años estuvo a punto de derrotar a Rand Paul, como Walker hoy. Ha sabido apelar a las bases en el pasado.
Pero el gran descalabro lo ha protagonizado Chris Christie, a pesar de que estuvo muy bien en su entrevista con Laura Ingraham. Del 8 por ciento de 2014, ha caído al 3 por ciento. Y no es por el escándalo Bridgegate, que hace un año estaba en su punto más delicado. Es por la emersión de Scott Walker y Jeb Bush.
Rick Perry y Bobby Jindal no tienen base sobre la que asentarse ahora mismo. Dependen totalmente de que otros caigan para que los conservadores vuelvan a fijarse en ellos.
Mike Huckabee nunca lo ha hecho bien en la CPAC y este año ha estado ausente, así que su dato no tiene mayor importancia.
Uno de los grandes descubrimientos de esta edición de la CPAC es que hay inividuos, pocos pero los hay, dispuestos a estar en una cola esperando para votar a Lindsey Graham y George Pataki.
La gran mayoría de los participantes en el sondeo, patrocinado por The Washington Times y conducido por Polling Company, Inc., ha sido gente joven. El 47 por ciento jóvenes de entre 18 y 25 años y el 42 por ciento estudiantes.
La consulta ha incluido este año preguntas sobre asuntos como los programas de fisgoneo telefónico del gobierno, la legalización de la marihuana, el Common Core, el aborto y la inmigración.
Un resumen de los resultados: el 83 por ciento apoya revocar el Obamacare; el 77 por ciento está a favor de que el Congreso utilice su poder para no financiar la aplicación de la orden ejecutiva de Obama sobre inmigración; el 41 por ciento apoya la legalización de la marihuana para uso recreativo, el 26 por ciento la apoya solo para uso medicinal, y el 27 por ciento se opone a su legalización; el 74 por ciento está en contra del aborto y solo el 18 por ciento está a favor del aborto; el 58 por ciento no votaría en las primarias republicanas a un candidato que apoye el Common Core.
National Journal ha hecho un sondeo alternativo, nada científico, dicho sea de paso, con otras preguntas.
¿Cuál ha sido el mejor discurso de la CPAC? Empatan Rand Paul y Jeb Bush.
¿Quién es el mejor candidato para derrotar a Hillary Clinton? Gana Scott Walker.
¿Cuál será el asunto más importante en las elecciones de 2016? Ganan la economía y el empleo.
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