Rick Santorum y su mujer Karen recibieron ayer una bendición en la catedral de San Pablo de Pittsburgh. (Foto: @RickSantorum) |
Rick Santorum (R) anunciará hoy su segunda candidatura presidencial en su pueblo natal, cerca de Pittsburgh. Después de ganar 11 estados, 4 millones de votos y 245 delegados en las primarias republicanas de 2012, la entrada del ex senador por Pennsylvania en la carrera de 2016 tendría que ser uno de los grandes acontecimientos de este 2015. Sin embargo, está teniendo la misma repercusión que las entradas de candidatos menores a los que nadie concede opciones.
"En anteriores ciclos electorales, los que habían quedado segundos han vuelto como favoritos en su siguiente intento. John McCain ganó la nominación republicana en 2008 después de quedar segundo ante George W. Bush en 2000; Mitt Romney, quien terminó segundo frente a McCain en 2008, volvió para ganar la nominación en 2012. Pero la tendencia no se mantiene con Santorum, quien está en la parte de atrás de las encuestas republicanas," escribe Rebecca Berg en RealClearPolitics.
Ya sea por la presencia de muchas caras nuevas o porque es percibido como un candidato temático - aunque dice que esta vez quiere concentrarse más en los problemas de los trabajadores que en las batallas culturales - o un candidato protesta más que como uno que aspira a sentarse en el Despacho Oval, Santorum consigue solo un 2.3 por ciento en la media de encuestas nacionales de RealClearPolitics, y un 3 por ciento en la media de encuestas de Iowa.
Al igual que sus antiguos votantes, "muchos miembros de la tripulación de la antigua campaña de Santorum en Iowa se han dispersado por otras campañas," añade Berg. "Chuck Laudner, que dirigió la operación de Santorum en el caucus de Iowa en 2012, ha sido cazado por Donald Trump; Jill Latham Ryan, que trabajó como asesora de alto rango de la campaña de Santorum en Iowa y después como su subdirectora de campaña, y su marido Nick Ryan, que dirigió el súper PAC de Santorum, se han subido ambos a bordo del súper PAC de Huckabee."
Lo mismo ocurre con algunos de los consultores que llevaron su campaña a nivel nacional. "Su antiguo director nacional de campaña, Mike Biundo, ha firmado para encabezar la operación del Senador Rand Paul en New Hampshire," destaca Berg.
Ninguno de los que ganaron la nominación republicana en un segundo o tercer intento - Reagan, Bush 41, Dole, McCain, Romney - sufrieron deserciones en su círculo de asesores de confianza. Todos ellos mantuvieron o ampliaron ese círculo en sus segundas campañas.
Está claro, pues, que 2016 no es 2012 para Santorum. Y que ni siquiera es una continuación de 2012. Es más bien un volver a empezar. Un reto que solo aceptaría un hombre con más moral que el Alcoyano; y Santorum es de esos.
"Creo que reconoce que esta vez es muy diferente porque el pelotón es diferente y las circunstancias son diferentes," dice Sam Clovis, un activista conservador de Iowa que apoyó a Santorum en 2012 pero que esta vez se mantiene indeciso.
El estratega John Brabender, uno de los pocos veteranos de su campaña de 2012 que sigue siéndole fiel, declara a The Washington Post que el ex senador por Pennsylvania ha sido subestimado tantas veces en su carrera que "lo luce como una placa de honor más que como algo por lo que enfadarse."
Brabender destaca que, a diferencia de los candidatos nuevos, Santorum ya ha sido puesto a prueba y no saldrá nada nuevo que le perjudique. Además, los votantes ya lo conocen y es un valor seguro, al menos para los conservadores sociales.
"Los candidatos se ven geniales hasta que la gente conoce más cosas sobre ellos," advierte Brabender. "La pregunta es, '¿Tienes una base sólida de fuertes partidarios que van a estar ahí?' Él tiene que volver a ganarse a algunos de esos. No creo que nada de eso sea infrecuente o desalentador para él. Sabemos lo que hay debajo de la superficie."
Lo tiene difícil, difícil. Pero sobre todo tendrá que ganar el Caucus de Iowa, no? Aún quedando segundo de qué le vale si ya ganó la última vez...
ResponderEliminarEvidentemente, cualquier resultado discreto en Iowa practicamente acabaría con su campaña.
ResponderEliminar