Ex Gobernador Mitt Romney (R-Massachusetts) en Fox News Sunday
Aquí tenemos a Mitt Romney protagonizando un talk-show dominguero en el primer domingo del mes de spetiembre de 2014, el primer domingo de la nueva temporada política. ¿Sospechoso en alguien que ha dado por concluida su carrera política, verdad?
Y no es su única intervención esta semana. El viernes escribió un artículo de opinión en The Washington Post criticando al Presidente Obama por haber recortado el gasto militar.
Hoy ha vuelto a azotar a Obama - quien a la misma hora estaba en Meet The Press (NBC) prometiendo perseguir a los terroristas y admitiendo que había sido un error estar jugando al golf este verano en medio de varias crisis nacionales e internacionales, y anunciando que lo resolverá todo con un discurso el miércoles - por una reciente rueda de prensa en la que el Presidente dijo que no hay una estrategia para enfrentarse al Estado Islámico. "Antes de poder tomar una acción decisiva, necesitas hablar de forma decisiva," ha dicho Romney. "Creo que el Presidente verdaderamente ha perdido el contacto con la realidad de lo que está ocurriendo en el mundo," ha añadido, declarando que "no hay duda" de que él hubiera sido mejor Presidente que Obama y sería mejor que Hillary.
Conocíamos al Romney que hablaba de su historial en los negocios y que presumía de estar mejor preparado que nadie para manejar la economía y crear empleos. Sorprende, sin embargo, este nuevo Romney volcado en la política exterior, de la que rehuyó en su campaña de 2012 - salvo una gira por Inglaterra, Polonia e Israel en mitad de la campaña y el obligado debate televisado de otoño sobre la política exterior, Romney evitó hablar de los asuntos exteriores en 2012. Esto refuerza la impresión de que, aprovechando que en las pocas cosas que dijo sobre los asuntos mundiales parece haber terminado teniendo razón, está enmendando o perfeccionando el manual de estrategia de su última campaña ¿para volver a tener una oportunidad?
"No me presento. No planeo presentarme," ha repetido hoy al ser preguntado sobre el 2016. "Mi tiempo llegó y pasó. Tuve esa oportunidad, me presenté y no gané."
Puede que esté siendo sincero, o que lo esté siendo a medias, es decir, no planea presentarse pero se mantiene a la expectativa y hace saber que está ahí.
"Creo que la única cura para la fiebre presidencial es el líquido para embalsamar," dijo hace unos días Pat Buchanan, advirtiendo que solo la muerte calma la ambición por ser Presidente. Buchanan sabe de esto porque buscó la nominación presidencial republicana dos veces - en 1992 y 1996 - y dio la campanada en New Hampshire en su segundo intento. Grover Norquist ya dijo algo parecido hace tiempo - "La ambición por ser Presidente de EEUU es como la malaria: una vez que la coges, nunca se va del todo."
"No hay duda de que Jeb Bush, Chris Christie y Mitt Romney están en el grupo o categoría de candidato del establishment que pasará a la ronda final," dijo Buchanan el viernes en The McLaughlin Group. "Realmente no veo que Bush tenga la motivación o el impulso interior. Y creo que entonces, te queda Mitt Romney contra alguien como Cruz, o alguien así, y creo que esa será la ronda final. Y creo que Mitt sigue con eso en su corazón, con hacer esta cosa."
Una encuesta de Manta Survey indicaba esta semana que Romney es el favorito de los pequeños empresarios - las que se conocen como las empresas de Main Street, empresas con menos de 500 empleados - para el 16 por delante de Rand Paul y Hillary Clinton. El idilio viene de lejos; en 2012, la campaña de Romney hizo suyo el lema "Nosotros forjamos nuestro negocio" que llegó a tener incluso un lugar destacado en la convención.
Se calcula que la mitad de los empleos del sector privado en EEUU son en pequeñas empresas.
Senador Marco Rubio (R-Florida) en Face The Nation (CBS)
Marco Rubio ha juazgado como electoralista la decisión - o indecisión - de Obama de aplazar sus cacareadas medidas ejecutivas en política migratoria y le ha acusado de haber cometido "mala praxis presidencial" con sus bandazos en política exterior.
El propio senador por Florida ha ido matizando su postura en el último año según lo que era más conveniente en cada momento - el año pasado era reticente a implicarse más, ahora anima al Presidente a bombardear posiciones de ISIS en Siria -, pero es un chico avispado - en referencia a Paul y Cruz, ha dicho que otros republicanos empiezan a defender posturas más militaristas en los últimos días, "semanas después" de que él lo hiciera - y hoy ha estructurado una crítica impecable a la falta de liderazgo de la administración:
"[Obama] Se presentó al cargo con la noción de que nuestro interés nacional en Oriente Medio consistía en retirarnos lo antes posible y desconectarnos de la región. Y eso ha sido caótico. Ha llevado a una serie de pronunciamientos políticos y palabras de que si el ISIS eran divisiones inferiores [en enero, en una entrevista a New Yorker, el Presidente de EEUU dijo que ISIS era un grupo terrorista de divisiones inferiores], que si está estableciendo líneas rojas que no se hicieron cumplir... Todas estas cosas han sido dramáticamente contraproducentes para nuestra política exterior, y creo que han creado un daño generacional de gran significado a la reputación de los Estados Unidos. Y esto ha continuado esta semana. Llegan mensajes contradictorios desde la administración. No tienen una estrategia. ¿Los vamos a contener, o los vamos a derrotar? El Vicepresidente dice que vamos a perseguirles hasta las puertas del infierno, pero el Presidente dice que simplemente los vamos a contener... Nuestros aliados también están viendo esto. Y están llegando a la conclusión de que la política exterior americana está en manos de alguien que no sabe lo que está haciendo."
Es un ejemplo de su buen dominio de los medios. Al igual que Obama en su momento - cuando le ganó las primarias demócratas a Hillary por el 'mérito' de no haber estado en el Senado cuando se votó para autorizar la guerra de Iraq -, o Pedro el Guapo - un muñeco de ventrilocuo que se está vendiendo bien en España este verano -, Rubio es el candidato para el que todo consultor político sueña con trabajar porque facilita mucho la tarea a sus asesores. Tiene imagen, oratoria, buena adjetivación y, por encima de todo, es disciplinado - a pesar de dar entrevistas con mucha frecuencia en todos los medios, nunca ha utilizado una palabra inconveniente y rara vez ha pisado un charco. Además, tiene olfato para identificar en cada momento lo que más le conviene. Todo lo que hace y dice parece tener una motivación electoral en clave 2016.
Josh Kraushaar destaca en National Journal esas aptitudes de estratega: "Ha medido sus posiciones en función del estado de ánimo dominante de forma más efectiva que ningún otro republicano. Luchó por la reforma migratoria el año pasado cuando los republicanos pensaban que era clave para el destino a largo plazo del partido, y ahora enfatiza el enfoque unilateral de la administración Obama para explicar por qué ya no apoya ese esfuerzo. A pesar de ser desde hace mucho tiempo un halcón en política exterior, rompió con los Senadores John McCain y Lindsey Graham para poder unirse a la mayoría de los republicanos negándole al Presidente la autorización para usar la fuerza contra Siria. Y como protegido de Jeb Bush, apoyó las reformas educativas estatales que establecían unos estándares altos a las escuelas, pero se declaró en contra del currículum del 'Common Core' cuando las bases conservadoras se levantaron contra los estándares federales específicos.
"A los reporteros políticos nos gusta utilizar una palabra que sirve para todo, "establishment," para describir a la clase dirigente del Partido Republicano, pero es importante diferenciar a los líderes del partido y a los donantes de las altas finanzas de los estrategas que asesoran a las campañas. Rubio es un producto de esto último - del influyente grupo de consultores del partido. Sobre el papel, Rubio cumple todas las condiciones por las que suspiran los operarios electorales - es joven, hispano, telegénico, habla bien tanto sobre temas domésticos como sobre política exterior. Y a diferencia de muchos de sus potenciales rivales, ha estado expresando sus ideas políticas centrándose en la clase media, la seguridad económica, la reforma educativa, y los argumentos clásicos de los valores americanos. Esos también resultan ser los asuntos que los votantes indecisos citan entre sus preocupaciones."
Pero existe un inconveniente, y es que puede terminar siendo un candidato demasiado al uso, demasiado políticamente correcto, demasiado de serie.
"Su valor como candidato presidencial se ha estancado en el último año, y es en parte porque ha escogido el camino seguro y convencional," escribe Kraushaar. "Sus potenciales rivales republicanos Rand Paul y Paul Ryan han dedicado el verano a hablar de la pobreza, un asunto que es inusual que los republicanos promuevan, pero uno que les ha hecho ganar puntos en liderazgo por desafiar los dogmas de su partido. Rubio ha dado discursos eficaces sobre política económica, pero los gobernadores del partido - John Kasich de Ohio, Scott Walker de Wisconsin, Chris Christie de New Jersey, entre ellos - pueden de hecho señalar a sus currículums de logros como ejecutivos. Incluso en política exterior, su fuerte en el abarrotado pelotón republicano, su juventud no transmite la misma sensación de seriedad que puede que los votantes busquen."
Kraushaar lo define como "la paradoja de Rubio." Se trata de que "por un lado, el senador está más en sintonía con el estado de ánimo del público que ningún otro republicano mencionado como aspirante en 2016. Por otro lado, satisfacer la naturaleza caprichosa de los votantes es una tarea poco agradecida."
Por eso, si se presenta a Presidente, el gran reto para Rubio será demostrar si puede ser un estadista además de un buen estratega, porque aunque la experiencia de la campaña de Obama en 2008 dice que lo mejor para alcanzar la Presidencia es no haber hecho absolutamente nada en el Senado aparte de jugar al baloncesto en el patio, su bochornosa incompetencia una vez en el Despacho Oval demuestra que para ser Presidente se requiere algo más que oportunismo, buenos discursos y una biografía cautivadora.
"Desde que derrotó sorpresivamente a Charlie Crist en la primaria senatorial republicana de 2010, Rubio se ha ubicado en ambos lados del margen entre el Tea Party y el establishment, amparándose en su biografía para disimular las diferencias," escribe Kraushaar. "Hasta ahora, en el Congreso no ha vuelto a ser tan atrevido como lo fue en su decisión inicial de desafiar a un gobernador titular. Ahora va a necesitar logros tangibles que complementen la variedad de discursos que ha estado pronunciando - y no le haría daño distanciarse algo de su partido mientras lo hace. Si los republicanos capturan el Senado, debería retomar con renovado vigor una versión más muscular de la reforma migratoria, por ejemplo, o traducir algunas de sus ideas sobre la movilidad económica en leyes que puedan ganar apoyo bipartidista. Su reciente presentación de un proyecto de préstamos para estudiantes, con el Senador Mark Warner, de Virginia, es un paso en esa dirección. Pero no le queda mucho tiempo."
Hoy se ha referido a su futuro político cuando Bob Schieffer le ha preguntado qué elegirá en 2016: presentarse a la reelección como senador o aspirar a la Casa Blanca.
"Va a depender de dónde puedo defender mejor una agenda reformista para el siglo XXI que nos permita dar lugar a otro siglo americano," ha dicho Rubio, otra vez utilizando conceptos demasiado estudiados y repetidos.
Ha añadido: "La decisión que tengo que tomar es ¿puedo hacer eso mejor siendo senador o puedo hacerlo mejor presentándome a Presidente y con suerte ganando la Presidencia? Y esa es una cuestión que veré con mayor claridad después de estas elecciones de medio mandato."
Ha dejado una pista, sugiriendo que las probabilidades de una candidatura presidencial aumentan si los republicanos no se hacen con la mayoría en el Senado este año. "Puedo asegurarte esto, que el único lugar desde donde no seré capaz de hacer eso es desde un Senado que siga controlado por Harry Reid. Eso no permite votar sobre nada sustancial o importante," ha dicho.
El otro día os comentaba que los hermanos Koch parecen tener debilidad por Mike Pence. Pues Marco Rubio también está entre sus preferidos. The Nation habla de "la estrecha relación entre el senador y los hermanos Koch, quienes en 2010 dieron más dinero a Rubio que a ningún otro candidato nacional fuera de su estado de residencia, Kansas. Americans for Prosperity, el super PAC apoyado por los Koch, fue uno de los grupos que dieron cobertura a Rubio durante el percance político que sufrió después de su apoyo al proyecto de reforma migratoria del Senado. A cambio, Rubio ha apoyado la agenda de los Koch difundiendo el escepticismo sobre el cambio climático y defendiendo otras políticas antirregulatorias que impulsarían las conclusiones de los Koch. Es uno de los solo cinco senadores que se ha ganado una calificación perfecta de Americans for Prosperity por su historial de votos en el Senado."
Es lo que le comentaba el otro día a nuestro amigo Pedrito. Cuando después de un tiempo en la política por fin descubres que el que financia tus campañas y el que financia a los que te torpedean los mítines para ponerte en dificultades suele ser la misma persona, es cuando entiendes realmente de qué va la política y por qué estás ahí.
Senador Ted Cruz (R-Texas) en This Week (ABC)
"Obama no ha demostrado que se toma en serio a ISIS," ha dicho el Senador Cruz.
"Deberíamos tener una campaña arrolladora, concertada y dirigida para eliminarlos. Iraq debe ser el foco pero el verdadero foco de atención debe ser eliminar a ISIS. En Siria, nuestro objetivo no debe ser resolver la guerra civil."
Ha dicho que el debate que existe dentro del Partido Republicano sobre las diferentes formas de enfocar la política exterior le hace estar más inclinado a presentarse a las elecciones presidenciales de 2016.
"En 2014 y también en noviembre de 2016, el pueblo americano va a estar buscando líderes que quieran trabajar para restaurar el liderazgo de América en el mundo," ha dicho.
Insiste en que el Presidente tiene que pedir la autorización del Congreso si piensa en una escalada militar, porque desconfía que sus prioridades sean otras. En este punto, Cruz se diferencia de Marco Rubio, quien ha escrito una carta a Obama instándole a actuar rápidamente sin la autorización del Congreso. Pero cuando a Cruz se le pregunta si coincide más con la visión de Rand Paul, también marca distancias.
"Es absolutamente cierto que hay un cansancio con las guerras. Estamos cansados de enviar a nuestros hijos e hijas a batallas lejanas durante años," dice, PERO añadiendo, "No creo que el pueblo americano sea reacio a defender América. Simplemente, no les interesa la construcción de naciones."
La entrevista a Cruz se ha hecho en New Hampshire, donde el senador está haciendo campaña a favor de Marilinda García, una joven hija de una italiana y de un estadounidense de ascendencia española que se presenta esta semana a la primaria republicana para ser candidata a la Cámara de Representantes.
Gracias por mencionarme en el blog, me ha hecho ilusión:P
ResponderEliminarAprovechando que el Pisuerga para por Valladolid, Pat Buchanan es un personaje interesantísimo. Pocos políticos republicanos de las últimas décadas han tenido tal perfil intelectual, y posturas muy originales en temas variados. Quizá le faltó encontrar un "Rand Paul" que dijese cosas parecidas pero con un perfil menos afilado. Lo cierto es que, aun sin ganar, condicionó buena parte de la evolución posterior del GOP y dejó huella.
Y yo creo que Marco Rubio está convirtiéndose en un candidato de cera. Demasiado aburrido, demasiado previsible, demasiado calculador. Y todo eso es muy poco hispano, por otra parte. Nosotros siempre hemos sido más dados a la improvisación y al golpe de genio.
Buchanan se encuadra en la reacción populista que hubo en parte de la derecha a principios de los 90 con el tratada comercial de América del Norte ('America First, NAFTA Never' era uno de sus lemas). De la misma época son otros elementos aún más extremistas como David Duke que también se presentó a las primarias republicanas de 1992. La novedad de aquel populismo representado por Buchanan es que ya no solo dirigía su enfado contra la clase gobernante y la élite intelectual (como ya habían hecho Nixon y otros), sino que empezó a dirigir ese enfado contra Wall Street y las altas finanzas, que hasta entonces no habían estado en el punto de mira de los movimientos derechistas. Buchanan es al GOP un poco lo que George Wallace fue al Partido Demócrata. Parece claro que sus causas perdieron: en el GOP, al menos hasta el momento, sigue imponiendose el llamado "ala empresarial"; y la coalición demócrata ha regalado el 60% del voto blanco.
ResponderEliminarEn cuanto a Rubio, es verdad que está jugando a ser el republicano estándar (tal vez porque su etnia, origen y su historia no es estándar y cree que eso ya es algo que le permite diferenciarse del resto). Al fin y al cabo, al día siguiente de la derrota de Romney en 2012 había dos claros front-runners para la nominaicón republicana de 2016: Christie y Rubio. Y desde entonces han vivido muchos altibajos pero si nos guiamos por la historia reciente, por probabilidades uno de los dos será el nominado.