Seguimiento de las elecciones presidenciales de EEUU.
lunes, 6 de junio de 2016
Campañas californianas (realidad y ficción)
La campaña de las elecciones a gobernador de California de 1966, de las que saldría un futuro Presidente (todo empezó dos años antes)
La película El candidato (1972) de Michael Ritchie, donde un consultor convence a un abogado guapo e idealista con un apellido conocido y de confianza (hijo de un ex gobernador) para que se presente al Senado por California
Hollywood siempre ha barrido para casa con el tema de las películas políticas sobre California. Si bien sus 55 votos electorales no son despreciables, nunca ha decidido el recuento final las elecciones. Aunque sí tuvo elecciones igualadas, como las de 1976 con Carter (que se llevó el país pero no California por un escaso margen), las de 1988 con Bush (la última vez que ocurrió aunque no le hizo falta para ganar ese año). A partir de ese momento ha sido territorio demócrata sin discusión y casi sin encuestas, cual estado del deep South para el GOP. Y dentro de California el movimiento no ha sido cerrado, salvo en la Bahía de San Francisco, eternamente demócrata. El área de Los Ángeles es claramente demócrata, pero no siempre lo fue, con Reagan era republicana y con G.H Bush la cosa estaba igualdada. El interior profundo sí suele ser mucho más conservador que la costa. En la costa, eso sí, hay una excepción que es Orange County, que es republicano pero con una fuerza mucho menor que antaño. De hecho ganó el GOP por los pelos en 2012 y casi se repite el esquema de Staten Island, donde hasta el único feudo republicano que había en NYC cayó por influencia del vecino de al lado. Y es que la consolidación del voto latino por un lado, y por el otro que la conciencia medioambiental está ahora por encima del clásico conservadurismo fiscal californiano, hacen que sea muy difícil una victoria conservadora en el Estado, como no sea con personajes muy heterodoxos como Arnold Swarzenegger.
Y no olvides las eleccioens de 1916, de las que este año se cumplen cien años. Charles Hughes se acostó creyéndose Presidente y a la mañana siguiente se enteró de que había perdido California por menos de 4,000 votos, quedándose en 254 votos electorales.
Cierto, pero no le hubiera dado la presidencia, hace un siglo eso le hubiera dado 267 votos electorales porque a California le correspondían 13, lejísimos de los 55 actuales. Aunque hubiera ganado California no le hubieran dado los 270 votos. Curiosos tiempos, donde el norte industrial votaba republicano y el sur y el Oeste (mucho más conservadores que ahora), demócrata. Wilson fue quizá el único que rompió una dinámica perdedora, (que aprovechó la candidatura de Teddy Roosvelt en el último estertor de los republicanos liberales escindidos).
Sí se la hubiera dado porque entonces hacían faltan 266 para ganar. Se quedó a 12 de la Presidencia. Un drama.
California creció mucho a partir de la Segunda Guerra Mundial gracias a la industria militar y tecnológica por un lado y a la atracción de la industria dle entretenimiento por otro lado.
Hollywood siempre ha barrido para casa con el tema de las películas políticas sobre California. Si bien sus 55 votos electorales no son despreciables, nunca ha decidido el recuento final las elecciones. Aunque sí tuvo elecciones igualadas, como las de 1976 con Carter (que se llevó el país pero no California por un escaso margen), las de 1988 con Bush (la última vez que ocurrió aunque no le hizo falta para ganar ese año). A partir de ese momento ha sido territorio demócrata sin discusión y casi sin encuestas, cual estado del deep South para el GOP. Y dentro de California el movimiento no ha sido cerrado, salvo en la Bahía de San Francisco, eternamente demócrata. El área de Los Ángeles es claramente demócrata, pero no siempre lo fue, con Reagan era republicana y con G.H Bush la cosa estaba igualdada. El interior profundo sí suele ser mucho más conservador que la costa. En la costa, eso sí, hay una excepción que es Orange County, que es republicano pero con una fuerza mucho menor que antaño. De hecho ganó el GOP por los pelos en 2012 y casi se repite el esquema de Staten Island, donde hasta el único feudo republicano que había en NYC cayó por influencia del vecino de al lado. Y es que la consolidación del voto latino por un lado, y por el otro que la conciencia medioambiental está ahora por encima del clásico conservadurismo fiscal californiano, hacen que sea muy difícil una victoria conservadora en el Estado, como no sea con personajes muy heterodoxos como Arnold Swarzenegger.
ResponderEliminarY no olvides las eleccioens de 1916, de las que este año se cumplen cien años. Charles Hughes se acostó creyéndose Presidente y a la mañana siguiente se enteró de que había perdido California por menos de 4,000 votos, quedándose en 254 votos electorales.
ResponderEliminarCierto, pero no le hubiera dado la presidencia, hace un siglo eso le hubiera dado 267 votos electorales porque a California le correspondían 13, lejísimos de los 55 actuales. Aunque hubiera ganado California no le hubieran dado los 270 votos. Curiosos tiempos, donde el norte industrial votaba republicano y el sur y el Oeste (mucho más conservadores que ahora), demócrata. Wilson fue quizá el único que rompió una dinámica perdedora, (que aprovechó la candidatura de Teddy Roosvelt en el último estertor de los republicanos liberales escindidos).
ResponderEliminarSí se la hubiera dado porque entonces hacían faltan 266 para ganar. Se quedó a 12 de la Presidencia. Un drama.
ResponderEliminarCalifornia creció mucho a partir de la Segunda Guerra Mundial gracias a la industria militar y tecnológica por un lado y a la atracción de la industria dle entretenimiento por otro lado.