Trump dice que la globalización es un amaño montado entre la clase política y la élite financiera

Un hecho inaudito. El probable nominado presidencial de uno de los dos grandes partidos estadounidenses ha hablado abiertamente mal de la globalización en Monessen, un pueblo del suroeste de Pennsylvania que en las últimas décadas ha pasado de tener más de 20,000 habitantes a tener 7,000. Una tragedia de la que allí culpan a la traición de sus políticos.

"La globalización ha hecho muy, muy rica a la élite financiera que dona dinero a los políticos,"  ha dicho Donald Trump en un discurso preparado en una vieja fábrica de aluminio. "Pero ha dejado a millones de nuestros trabajadores sin nada más que pobreza y aflicción."

El candidato ha denunciado las "políticas comerciales fracasadas" defendidas por los nominados de los dos partidos hasta su irrupción. Ha declarado su rechazo al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), impulsada por los dos partidos y por los Clinton en los años 90, y al Acuerdo Trans-Pacífico de Cooperación Económica (TPP), contra el que Hillary Clinton se posicionó "solo cuando vio mi postura."

Clinton, Obama y los políticos de Washington, DC "se han mantenido al margen mientras nuestros trabajos desaparecían y nuestras comunidades se sumergían en unos niveles de desempleo propios de la depresión," ha dicho.

Trump cree que Clinton, diga lo que diga ahora, firmará el TPP si es elegida Presidenta porque no es libre, y así se lo ha advertido a los votantes de esta región de Pennsylvania.

En cambio él, si es elegido Presidente, buscará acuerdos comerciales bilaterales en lugar de tratados con grupos de países, nombrará a personas más capaces para llevar las negociaciones y castigará a los países que violen las normas comerciales. Ha puesto el foco en China, a la que ha prometido denunciar ante la Organización Mundial del Comercio por manipulación de divisas y poner aranceles a sus importaciones a EEUU.

Otra promesa: a diferencia de lo que ha hecho cuando ha sido solo un constructor, si es elegido Presidente, solo utilizará aluminio estadounidense para la construcción de carreteras, puentes y otras infraestructuras, y solo empleará a trabajadores estadounidenses.

De Monessen, Trump se dirigirá a St. Clairsville, Ohio, territorio del carbón.