Trumpismo en Boca Raton, Florida, el pasado domingo.
(Foto: Joe Skipper/Reuters)
Joe Klein escribe en TIME que Hillary Clinton tendrá que alterar su estrategia si tiene que enfrentarse a Donald Trump en las elecciones generales:
"Hay una extraña nueva ley en la política estadounidense: puedes mentir de forma clamorosa, como Trump hace todo el tiempo, pero no puedes demorarlo. No puedes evitar posicionarte sobre el oleoducto XL o el acuerdo comercial Transpacífico, como Clinton ha intentado hacer en la campaña. No puedes intentar complacer a demasiada gente durante demasiado tiempo. Levantar la voz para hacer una argumentación -lo que Clinton hace todo el tiempo, de forma desastrosa porque parece un acto intencional- no te servirá de nada salvo que estés verdaderamente enfadado.
"Al final, yo no estoy tan seguro de que Clinton pueda derrotar a Trump. Él es espontáneo, anárquico, absurdo y arrollador. Ella es de memorizar y repetir... Para derrotar a Trump va a tener que ser paciente, circunspecta, crítica consigo misma, completamente rigurosa y brutalmente honesta (sobre sí misma). La poesía no va a funcionar este año."
Cuidado con lo que deseas, avisaba Amy Walter en Cook Political Report después del Súper Mega Martes.
"Hablar con las élites demócrata y republicana está siendo una experiencia alucinante este año," escribía Walter. "En el lado republicano están muy despreciativos y miedosos con una nominación de Trump. No solo perjudica sus perspectivas de ganar la Casa Blanca, dicen, sino que asegura una barrida demócrata en otras elecciones menores. Es más, sienten que Trump redefinirá el partido y el conservadurismo. El establishment republicano tiene una aversión personal a Cruz, pero han llegado a verlo como la opción menos mala.
"Mientras, hablas con las élites demócratas -en especial aquellas que están en el negocio electoral- y ves que temen más a Trump que a Cruz. La imprevisibilidad de Trump y su atractivo para los votantes blancos de clase baja, los tiene muy preocupados. Cruz, entre tanto, es un candidato más previsible para el que los demócratas ya han demostrado tener un manual de estrategia con el que derrotarlo. La encuesta más reciente de 'NBC News/The Wall Street Journal' revela que Cruz consigue mejores resultados que Trump entre grupos demográficos clave... Sin embargo, hay muchísima ansiedad entre los demócratas de Washington, DC de que Clinton fracase a la hora de motivar a la coalición de Obama y pierda por una diferencia incluso más amplia entre los votantes blancos frente a Trump."
El problema de Hillary se llama FBI y el informe sobre Bengashi que el Comité de la Cámara de Representantes va emitir entorno al mes de junio. Yo no descarto que al final ni Hillary ni Trump sean candidatos. Es una opción nada descabellada ni da remota.
ResponderEliminarLuis
Mañana sábado comparece ante el Comité el Gen Petreaus ante el Comité y dicen que esa comparecencia tiene muy preocupado a Team Hillary. Que Sanders no se retire es posiblemente porque considera que antes de verano la campaña de Hillary va a colapsar.
ResponderEliminarComparto el análisis de Luis. Es posible que ni Trump ni Hillary al final sean candidatos. Todo sigue muy muy abierto
Miguel (España)
La noticia de hoy en el blog demócrata de Politico es que es posible una Convención abierta en Cleveland y que John Kasich tendría muchísimas papeletas de ser el candidato. Con Ohio en el bolsillo tendría muchas opciones de ganar estados como Pensilvania, Illinois, Michigan y solo tendría que centrarse en Florida, Colorado y Nevada. Pero esto es una posibilidad.
ResponderEliminarLo de Hillary pinta mal pero ya veremos. Su impopularidad es notable, solo superada por Danald Trump.
Queda mucho y muchas sorpresas por llegar.
Bueno, si los votantes de Trump le dan la espalda, ni Kasich ni nadie tendría posibilidades en noviembre, anónimo. Si se diera ese caso, tendría que ser con la aceptación de Trump o con una posterior reconciliación y apoyo de Trump.
ResponderEliminarEl problema de la primaria republicana es que puede estar llegando a un punto de no retorno, que la coalición electoral de intereses conservadores se quiebre, como se quebró la coalición electoral demócrata a finales de los 60, en una larga crisis. El realineamiento electoral demócrata se sabe a donde ha ido y más o menos se entiende a donde va a ir. El republicano no se sabe.. porque Trump no es un candidato republicano al uso. Es como si George Wallace estuviera ganando aquellas primarias demócratas del 68.
ResponderEliminarEn cuanto a lo que percibo... Trump puede llevar a fin a una cosa que da un poco de miedo y es a una estrategia de enfrentamiento social todavía mayor que el previsto por Karl Rove. La estrategia de Rove era válida hace diez años, ahora no. Porque los destinatarios de su mensaje ya no conforman la mayoría social de antaño. Puede subir en el electorado blanco. Pero también puede incidir en una movilización mayor entre otros sectores, más diverso pero también cada vez más enfrentados. Es decir, que Trump puede ser el hijo póstumo de Karl Rove pero con otros parámetros y donde no se tiene, en principio, una mayoría social para ganar.
Depende de cómo se comunique el mensaje. Por ejemplo, los negros son los principales damnificados en muchos sentidos por la inmigración ilegal, solo que todavía nadie se lo ha dicho abiertamente a ellos. Por eso creo que Trump mejorará las cifras de Romney, McCain y Bush entre los negros. El problema con Trump es que, sí, su discurso podría ser muy exitoso, pero también puede que sea demasiado cortoplacista, un pan para hoy y hambre para mañana, para el Partido Republicano me refiero, aunque si tuviera éxito también podría arrinconar al Partido Demócrata a partido de minorías o terminar imponiendo una corriente populista muy personalista a lo Andrew Jackson que redefina toda la política estadounidense y aglutine a los sectores más inimaginables (no solo blancos). Pero tiene a demasiados poderes fácicos en contra y además, como dijo nuestro amigo Juan, podría derivar un régimen más autoritario y menos libre (aunque esa deriva ya se está produciendo con los últimos dos gobiernos).
ResponderEliminarYo es que veo que si te gustan los valores americanos... aunque bueno, eso de los valores americanos es difícil de definir, supongo que es un país con muchas almas al mismo tiempo. Pero si te gustan el capitalismo, la libre circulación de personas y mercancías y las libertades individuales en general, es difícil que Trump acabe siendo un fenómeno positivo.
ResponderEliminarSi pierde, porque dañará la imagen de los republicanos más aún y apuntalará a los demócratas por más tiempo. Y si gana, porque el nuevo y ganador partido republicano estará mucho más sostenido por ideas populistas/proteccionistas/racistas que conservadoras.
El contraargumento sería que como igual Trump dice lo que cree que le hace ganar y no se cree lo que dice, igual luego hace lo contrario a lo que está diciendo. Pero no es un argumento lo bastante bueno para entusiasmarme.
Y el racismo me molesta bastante. Esto tiene consecuencias en la sociedad, en las escuelas, etc.
En fin, no sé qué de positivo puede tener todo esto. En el mejor caso será todo retórica y se moderará con el tiempo convirtiéndose en establishment, y los otros casos son peores. Yo preferiría de largo a un Rubio o un Kasich, pero está difícil.
Trump algo bueno puede tener. Y es que se acabe el perfil o cuasi integrista de ciertos telepredicadores evangélicos que tanto daño hizo en las mentes de muchos americanos hasta los años 90, que tantos votos fidelizan al GOP como les quita en sectores urbanos. Es decir que de una puñetera vez ciertas cosas absurdas del conservadurismo social se vaya al rincón del olvido como la esclavitud y la segregación. Si eso ocurre en el GOP, posiblemente ya no tengan tanta fuerza como antaño.
ResponderEliminarLo malo es que para lo demás no tiene buena pinta. Porque es el último engranaje de la esclavitud mediática que nos tiene dominados. Esta mezcla de Florentino Pérez y Belén Esteban no es nueva. En la tele vienen trabajando "lideres" de todo tipo en medio mundo, que se hacen populares porque salen y punto. Hugo Chávez en ese aspecto no era idiota, y además tenía factor X (que Maduro no tiene ni harto de vino). Y después de leer a Huxley me doy cuenta de la razón que tenía este hombre al mirar el futuro de ruido e indiferencia.