Seguimiento de las elecciones presidenciales de EEUU.
miércoles, 10 de agosto de 2016
En Iowa, Clinton difunde un mensaje económico populista y cuestiona el temperamento de Trump
De vuelta en Des Moines, Iowa, donde todo empezó, no sin dificultades, Hillary Clinton ha recurrido al populismo económico que se exige en esa tierra, puede que uno de los estados indecisos más complicados para ella. La candidata demócrata ha promocionado el plan de empleos que quiere poner en marcha en sus 100 primeros días en la Casa Blanca, y que incluye, como a ella le gusta decir, "la mayor inversión en creación de empleo desde la Segunda Guerra Mundial."
"¿Cómo vamos a hacer eso?," ha preguntado la candidata demócrata, para a continuación responderse: "Vamos a invertir en infraestructuras. Estos son buenos trabajos y muchos de ellos son buenos trabajos sindicalizados con una buena paga y con beneficios. Veréis, yo tengo esta idea pasada de moda de que la clase media de América es la que hace que la economía americana funcione."
"Estoy cruzando el país hablando sobre lo que podemos hacer para mejorar las vidas de la gran mayoría de americanos. Crear más oportunidades para más personas para que vivan de acuerdo a su potencial y persigan el Sueño Americano," ha dicho Clinton en un intento poético.
"Lo que hemos visto en los últimos años es un esfuerzo deliberado por socavar la clase media," ha dicho. "Parte de ello por parte de lo que se conoce como economía del derrame: bajar impuestos a los ricos, apartarse del camino de las corporaciones... y eso no ha funcionado muy bien."
"El movimiento sindical americano ayudó a crear la clase media americana," ha proclamado. "Así que además de infraestructuras que se pueden ver, vamos a hacer sistemas de aguas, vamos a hacer sistemas de alcantarillado, también vamos a construir una red eléctrica moderna que sea producida en lugares como Iowa, y nos aseguraremos de que pueda ser distribuida allí donde pueda ser utilizado."
Obviamente, Clinton no podía ignorar lo que Donald Trump dijo sin decir ayer.
"Las palabras importan, amigos míos, y si te presentas a Presidente o si eres Presidente de los Estados Unidos, las palabras pueden tener consecuencias tremendas," ha dicho. "Ayer fuimos testigos de la última línea de los comentarios casuales de Donald Trump que cruzan la línea. Su casual crueldad con una familia de un caído en combate, su casual insinuación de que más países deberían tener armas nucleares, y ahora su casual incitación a la violencia. Cada uno de estos ejemplos demuestra que Donald Trump no tiene el temperamento para ser Presidente."
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